Consecuencias del ataque a la base de las Delicias

Publicado: 2007-08-31   Clicks: 3055

      Por Coronel Luis Alberto Villamarin Pulido
      Escritor-estratega
      Publicado el 31 de Agosto 2007 10:12 PM en el Diario El Tiempo de Bogotá-Colombia
      http://www.eltiempo.com/blogs/analisis_del_conflicto_colombiano/2007/08/Consecuencias-del-ataque-a-la-.php

 

      Hace 11 años, el 30 de agosto de 1996, las Farc lanzaron una sincronizada arremetida terrorista, sobre mas de 30 puntos de la geografía nacional. El propósito era empeñar todo el poder de combate de las Fuerzas Militares en responder de manera aislada a los ataques focalizados, mientras 400 integrantes del bloque sur, rodeaban y destruían la olvidada base militar de Las Delicias, en pleno corazón de la selva amazónica.

     De inmediato aparecieron estrategas de escritorio que pontificaron el cambio de estrategia de las Farc hacia lo que llamaron “guerra de movimientos”. Y ante la carencia de analistas en el tema, el aventurado concepto se volvió “verdad revelada”.

      El demoledor ataque restó capacidad de análisis a las Fuerzas Militares y puso en entredicho la credibilidad de la inteligencia militar. Producida la ruidosa liberación de los secuestrados, entrevisté a la mayoría de los 60 soldados secuestrados y a varios terroristas capturados que habían participado en el ataque.

      Sus testimonios sirvieron de base para escribir el libro Drama, Pesadilla y Espectáculo de mi autoría, de cuyo contenido se extractan entre otras las siguientes conclusiones:

     1. La acción se planeó en territorio ecuatoriano, con la asistencia y supervisión personal de Tirofijo, pues significaba el primer ataque masivo y sostenido contra una compañía de infantería, mediante el empleo de artillería artesanal, comandos especializados en incursiones sorpresivas y relevos de escuadras en primera línea. De los resultados de este ataque dependía la ejecución inmediata de planes tácticos y estratégicos de los bloques sur y oriental de las Farc.

      2. Al mismo tiempo, las Farc pretendían que el Ejército retirara las tropas que impedían el paso de las marchas cocaleras hacia Florencia y Neiva.

     3. Hubo graves errores de conducción táctica por parte del Ejército, tales como el envío a la zona de combate de oficiales y suboficiales como castigo por incapacidad o irresponsabilidad profesional en La Tagua, desconocimiento del área, carencia de un plan de reacción y contraataque sincronizado y  escalonado, cambio total de cuadros de mando y por ende no conocían a los soldados, exceso de confianza en el puesto de mando frente a la posibilidad que las tropas fueran arrasadas, protuberantes fallas en la comunicación con los organismos superiores de comando y control y de remate, insuficiencia de medios de apoyo aerotáctico, para responder a la agresión de manera simultánea en todo el país.

      4. Contubernio de las Farc con los pobladores civiles residentes en los alrededores de la base militar.

     5. Minucioso trabajo de inteligencia militar realizado por las Farc. Antes del asalto, algunos guerrilleros  vestidos de civil entablaron amistad con el antiguo comandante de la base, mediante el señuelo que lo acompañaban a pescar, mientras otros guerrilleros filmaban la base, ubicaban los puestos de centinela, los horarios de relevo, la rutina interna de la base, la cantidad de tropas disponibles, el estado de moral de los soldados, etc.  Con baseen esta información construyeron una base igual sobre la cual prepararon y practicaron varias veces el mismo asalto.

     6. Los sesenta soldados secuestrados estuvieron cerca de la tercera parte del tiempo del plagio (casi tres meses), escondidos en territorio ecuatoriano, favorecidos por el silencio cómplice de los habitantes del lugar y la ausencia total de controles militares por parte del Ecuador sobre su frontera en ese sector específico.

     7. Los soldados suplieron con heroísmo la indisciplina táctica y la irresponsabilidad de los comandantes que no los organizaron para el combate, por falta de previsión y exceso de confianza.

     8. Quedó en evidencia que a pesar de ser un problema internacional y de estar intrínsecamente ligado con el narcotráfico, la guerra en Colombia es vista por el resto de países del hemisferio como un asunto aislado de exclusiva competencia colombiana.

     9. La experiencia no se decantó para extractar enseñanzas político-militares concretas, debido a que después de este demoledor ataque sucedieron otros de igual magnitud, en especial durante el laxo comando de los generales Mora y Tapias, verbigracia Patascoy, El Billar, Gutiérrez, Coreguaje, Dabeiba, Juradó, Bojayá, El Dorado, Granada, Cerro Tokio, etc.

     9. Quedó claro que el Ejército colombiano ha estado solo en la lucha contra la subversión comunista, pues los funcionarios públicos cuya responsabilidad primaria es aclimatar la paz por medio del fomento del desarrollo socio-económico, están mas preocupados por su bienestar y prebendas que por buscar solución al complejo conflicto colombiano.

     10. Se evidenció desmedida ansia de protagonismo del obispo Augusto Castro y de los medios de comunicación, cuyos periodistas están siempre a la caza de la chiva periodística que los catapulte como ganadores de premios del gremio.

     Once años después, hay un reguero de cadáveres de los dos bandos, mientras un tercer actor, que son las Auc se fortaleció debido a los ingresos por narcotráfico y a la ineptitud de la dirigencia política para diseñar estrategias a largo plazo de acompañamiento a la acción militar.

       Pese a la indoblegable voluntad de vencer que acompaña al presidente Uribe y a los importantes éxitos operacionales del Ejército, verbigracia el decomiso del computador personal de uno de los terroristas mas buscados, la situación persiste igual que hace once años:

     El Secretariado de las Farc se mantiene intacto, hay otros secuestrados en poder de sus cuadrillas, la fuerza en armas es superior a la de aquella época, la coca sigue siendo el eje central de las finanzas de las Farc, los gobiernos vecinos no los consideran terroristas por ende no los combaten en su suelo, persisten los aberrantes casos de corrupción entre los funcionarios públicos, pero lo que es mas grave y a la vez triste: Ni la población colombiana, ni los dirigentes políticos han tomado conciencia de la dimensión del conflicto y  de los planes totalitarios de las Farc y de la agresión contra la institucionalidad que significa tolerar o cohonestar con delincuentes de las Auc.

 

Coronel Luis Alberto Villamarin Pulido

Analista de asuntos estratégicos

www.luisvillamarin.com

 

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