Ni Chávez ni las Farc dejarán de agredir a Colombia con la salida de Uribe del Palacio de Nariño

      Publicado en el Diario El Tiempo de Bogotá Colombia

      Por Escritor-estratega

      Las recientes revelaciones de la existencia de un plan de apoyo del gobierno chavista a determinados sectores políticos colombianos, no debería escandalizar a nadie, pues desde antes que fueran incautados los computadores de Raúl Reyes, Colombia y el mundo tenían información precisa acerca de la injerencia de Chávez en asuntos internos de la política colombiana, de su apoyo descarado a las Farc y de su inocultable deseo de ver a toda Latinoamérica convertida en el manto rojo de los sueños tropicales de la dictadura cubana.

     Esta realidad indica que la salida de Uribe de la Casa de Nariño, no alterará en nada la intención chavista. Si gana Santos, Chávez continuará la línea grotesca de patanería y agresiones verbales y físicas contra el presidente y el territorio nacional. Si gana uno de los llamados "progresistas" buscará meter el caballo de Troya. Y si gana un "revolucionario" como Petro o Lucho Garzón, tendrá a la mano a otro mamerto igual a Rafael Correa o al indio coquero o a Zelaya, para manejarlo a su antojo.

     Como se puede ver en cualquiera de los escenarios posibles, Chávez y por ende las Farc seguirán empeñados en agredir a Colombia, pues ambos son marxistas-leninistas y están en guerra declarada contra la institucionalidad colombiana, guerra que según su obsesiva mentalidad solo tendrá fin, cuando los comunistas gobiernen y hayan expropiado a todos los "oligarcas" colombianos.

     Pero como siempre lo hemos puntualizado en esta columna, a lo negativo de la conducta chavista y sus cómplices del Foro de Sao Paulo, se suman con incidencia más negativa aún, la politiquería cursi y barata que producen, quienes manejan las corrientes partidistas en el país, máxime ahora en periodos electorales.

      La tragicomedia colombiana hace su temporada para estas calendas. El cinismo y la desvergüenza de los candidatos es total. De manera increíble Pardo Rueda que demostró ser un laxo y falto de carácter en el manejo del combate contra el terrorismo comunista y la cuestionada cárcel de la Catedral, tiene el descaro de salir ante los medios de comunicación a decir que el si sabe de autoridad y de cómo resolver el problema de la violencia. Como hace de falta Jaime Garzón para revivir su espacio que en Quac, también hay espacio para el humor.

      Mientras tanto Noemí a quien solo le preocupa asegurar otra embajada para proyectar su retiro con una pensión muy alta, tiene la desvergüenza de decir que conoce el país, que ella es una excelente administradora, que tiene gran sensibilidad social y mucho mas. Para completar el libreto de Jaime Garzón quizás solo le falta decir, que va a pavimentar el río Magdalena o a colocar marquesina sobre Bogotá.

      Y Martha Lucía Ramírez, cuyo discreto paso por el Ministerio de Defensa corroboró que igual que Pardo Rueda,  entró a ese cargo sin saber nada de Seguridad Nacional, y salió de allí, en iguales condiciones, tiene el cinismo de decir que ella acabó con las pescas milagrosas. Olvida la ilustre experta en comercio internacional, que fueron los militares con su sacrificio quienes pacificaron al país y no los politiqueros oportunistas, cuya gestión dista de la realidad y la necesidad histórica del país. 

     Da grima pensar que de los impuestos que pagamos los colombianos se destine dinero a financiar este tipo de consultas, que han debido resolver internamente el Partido Conservador o el Grupo Verde.

      Los tres ex alcaldes de Bogotá, actúan sin coherencia y a todos ellos, se les olvida que el caos monumental de la ciudad los ubica a ellos tres, como responsables directos. Y a fajardo le falta mucho pelo para la moña... Ni mas ni menos.

     Andrés Arias, no habla a nombre propio sino que pretende convencer a los electores que él es la proyección de Uribe y la continuación de sus ideas. Algo que de por sí, suena más demagógico que real, pues el poder saca a relucir quién es quién y en la medida que la persona se afianza en el, todos los gestos de bonhomía pasan a segundo plano.

    Santos tiene el carácter fuerte para parar a Chávez y a los demás mamertos del continente, pero carece de la visión estratégica y la habilidad retórica del presidente Uribe para eludir las encerronas que seguirán haciendo Evo, Correa, Chávez, Lula, Mujica, las Farc y los demás bandidos interesados en meter a Colombia en la órbita de la dictadura cubana.

    La ausencia de Uribe se va a sentir muy pronto, porque Chávez, las Farc y sus socios dentro y fuera del país incrementarán las agresiones. Y ahí será el momento histórico para que los colombianos evaluemos la calidad patriótica de los magistrados de la Corte Constitucional que con argumentos de forma, negaron el deseo vehemente de millones de compatriotas, que con su firma apoyaron la idea de presentar la propuesta de referendo.

    Lo ideal fuera que en estas y en las próximas elecciones presidenciales los colombianos votáramos por las personas más coherentes con el destino de Colombia, para que no repitan curul los estafetas de las Farc; para que los  bandidos de la parapolítica no se infiltren de nuevo al congreso; para que los narcos no pongan más a sus testaferros jurídicos en estos estrados; y, para que salgan del entorno  politiqueros como Samper, Pastrana, Gaviria Trujillo, las casas Lleras, la casa Gómez, la casa López, Serpa, los gamonales de la Costa, Valle, Antioquia, etc.

    Pero por infortunio la maquinaria está aceitada para que muchos personajes de estos, sobrevivan dentro de las corporaciones. Así, la politiquería seguirá igual y los comunistas armados y desarmados, tendrán argumentos para reclutar incautos, hacer terrorismo contra Colombia y facilitar que los mamertos del exterior busquen la caída de la institucionalidad en Colombia.

    Entretanto el pueblo colombiano que es el principal damnificado de esta rapiña politiquera seguirá matriculado dentro del tercermundismo, las visiones cortas, y la amenaza totalitaria del comunismo en el hemisferio.