Bajo este titular, el conocido periodista Pirry describió algunas de las miles de dificultades que enfrentan a diario los soldados de contraguerrillas, aquellos seres anónimos, que como gitanos cargan la casa a cuestas y….. a veces la lápida; con el único fin de salvaguardar la vida y la honra de los compatriotas, que la mas de las veces los ignoran o hasta los vilipendian, sin haber tenido siquiera el honor de ser soldados.
Quienes hemos comandado unidades de contraguerrillas en combate, sabemos y conocemos de las calidades humanas y militares de estos valerosos colombianos, que uniformados con un vestido camuflado y con el alma pletórica de fortaleza moral, exponen sus vidas en defensa de la libertad.
Sea en los páramos, en las agrestes montañas, en las inhóspitas selvas, o en los vericuetos de las ciudades, los soldados siempre están listos a combatir por Colombia. Con sobrada razón se dice que el soldado ni ve nacer los hijos, ni ve morir los padres.
Esa máxima es coincidente en la vida de casi todos los militares colombianos de los últimos cincuenta años, periodo en que el Partido Comunista con su brazo armado, coadyuvados por los hampones de cuello blanco que han desangrado las finanzas públicas y los narcotraficantes, han puesto en jaque al país, por medio del narcoterrorismo.
Sin importar fechas, ni horas, la acción patriótica, el sacrificio supremo y la inquebrantable voluntad de lucha del soldado colombiano, ha impedido que los bandidos con ruana y sin ella, destruyan la institucionalidad.
Enhorabuena, el popular periodista Pirry presentó ante la opinión pública imágenes reales y episodios certeros, para que los señoritos de estratos 5, 6 y 7 que a menudo eluden el servicio militar con argumentos estúpidos, que no izan la bandera los días patrios y fuera de eso no pagan los impuestos en forma honesta, entiendan que el enemigo de Colombia son los comunistas armados y desarmados, no los militares que con su cuota de sangre, sudor y lágrimas, les permiten vivir con holgura en el mismo país, que los anti militares desangran a diario.
Y también sirve para que los estratos 1,2, y 3, vena y entiendan que es lo que hacen los soldados, para evitar que los terroristas engatusen a sus familiares para comprometerlos en la guerra impía contra Colombia.
Pero además sirve este video, para destacar en primer plano la moral y honorabilidad de los verdaderos militares, de aquellos soldados que entregan todo a cambio de nada y que no admiten ni alianzas siniestras con bandidos iguales o peores que las Farc, ni mucho menos venden su alma al diablo con acciones tan aberrantes como los llamados "falsos positivos".
En realidad, son muy pocos los delincuentes infiltrados que manchan el buen nombre de la institución armada. En contraste son miles de hombres probos, cuya única consiga es "cualquier misión, en cualquier lugar y a cualquier hora". Sin embargo, los pocos con capacidad dañina, afectan mucho la imagen institucional.
Los verdaderos contra guerrilleros, los solados ejemplares comulgan con la doctrina que se enseña a quienes tenemos le honor de haber sido alumnos de la Escuela de lanceros. Para el lancero no existe la palabra imposible… en el campo de combate solo sobreviven el valor, la lealtad y el honor. En torno a esta filosofía de vida, se reza con ferviente ánimo patriótico que solo merece vivir quien por un noble ideal está dispuesto a morir.
Anoche mientras veía el programa de Pirry, recordé la histórica frase de un distinguido general de los Estados Unidos en Corea, bajo cuyo mando operaba el batallón Colombia en 1952:
"He combatido en seis guerras, creí que ya conocía todo lo relacionado con el valor en el campo de batalla, pero estaba equivocado: Me faltaba ver combatir al soldado colombiano"
Quizás por esa razón, el dictador Fidel Castro advirtió a los terroristas del M-19 que su gobierno entrenó en la isla en 1980: "Ustedes van a combatir contar el mejor Ejército de Latinoamérica".
Y, reitero, quienes hemos combatido contra el M-19, las Farc, el Eln o el Epl, al mando de soldados colombianos, sabemos que eso es cierto, que la gallardía, el valor y el coraje de nuestros soldados es ilimitado.
Y lo mejor de todo, es que esos valerosos hombres, no piden nada como reconocimiento. Por regla general al soldado que se destaca en un combate, el comandante lo estimula con un permiso especial para que salga a descansar cuando entre el próximo helicóptero, pero muchas veces fuimos testigos de episodios en que los soldados destacados en una operación renuncian a ese permiso especial,, para estar con su contraguerrilla en el siguiente combate, pues no estar con ellos en el momento crucial es interpretado como una deslealtad.
Muchas veces los hemos visto enfermos, caminar por las frías cumbres o por la selva tropical con una morral que pesa dos o mas arrobas en sus espaldas. No dicen nada, no reniegan, y al llegar al sitio de vivac, también cumplen con el servicio de centinela o las demás actividades administrativas u operacionales.
Son los mismos hombres humildes y valientes que iniciado el combate protegen a su comandante, aseguran al radio-operador y a quien tenga las ametralladoras, el lanzagranadas o los equipos de primeros auxilios. Muchos de ellos mueren en esa tarea, pero eso no es óbice para que los demás pierdan la mística combativa.
Muchas veces los vi, prestando ayuda médica a un terrorista herido o compartiendo su escasa ración con el terrorista recién capturado o entregado. Otras veces los vi entregando su frazada a la guerrillera enferma o al guerrillero asustado que se entrega ante una patrulla y no tiene ni un plástico para colocar en el piso cuando llegue la hora de dormir.
Y mil anécdotas más, de esta profesión honrosa en al que definió Calderón de la Barca, “la mas principal hazaña es obedecer y el modo como ha de ser, es sin pedir ni rehusar”
En síntesis el documental de Pirry cae como anillo al dedo para que los indiferentes conozcan y aprecien lo que hacen los soldados por ellos; para que los estratos bajos entiendan que los comunistas son tramposos y los engañan al meterlos en una guerra sin sentido; para que los hampones que se cuelan entre las filas militares salgan por sustracción de materia, y, para que los vecinos belicistas se den cuenta contra quien tendrían que combatir, en el desafortunado caso que el bocón de Miraflores, le diera el arrebato de agredir a Colombia.
El soldado colombiano es la semblanza de la patria, es el guardia de honor del país, de la constitución y las leyes. El va a donde otros temen ir. No le asustan ni el frio de la muerte, ni el fragor del combate. Su mente y su ideal están en Colombia la patria querida tan hermosa cual Dios la formó.
Por eso podemos decir con orgullo: En Colombia los héroes si existen.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
www.luisvillamarin.com
Analista de asuntos estratégicos