Trascendencia político-estratégica del golpe a las Farc en Guapi –Cauca

Publicado: 2015-05-22   Clicks: 2740

     Análisis del conflicto colombiano

     La sorpresiva incursión aeroterrestre de tropas del Ejército apoyadas por aeronaves de combate de la Fuerza Aérea, contra un campamento de las Farc en Guapi-Cauca, en el  preciso momento que las Farc iniciaron a desarrollas los puntos acordados por la reunión de los cabecillas en La Habana presidida por Timochenko entre diciembre de 2014 y enero de 2015 , trae consigo efectos políticos, estratégicos, tácticos y conductuales sobre el Plan Estratégico de las Farc, en particular sobre su apéndice el Plan Renacer diseñado por Alfonso Cano antes de morir, pero que en la actualidad es línea de las estructuras del grupo terrorista en el occidente colombiano, pero por desgracia como están planteadas las cosas, no aporta mucho a la solución del problema del narcoterrorismo comunista contra Colombia.

    El Plan Renacer de las Farc ideado por Alfonso Cano como una respuesta estratégica a los demoledores efectos de los bombardeos contra los cabecillas, enfoca esfuerzos en el robustecimiento de las estructuras no armadas farianas del Partido Comunista Clandestino más conocido como el PCCC, el movimiento bolivariano clandestino (MBC), así como las milicias bolivarianas, y todos los grupos afines a su labor político-propagandística dentro y fuera del país.

     Cano cayó en el Cauca, porque dentro del Plan Renacer priorizó el fortalecimiento de las milicias bolivarianas y la construcción simultánea de células militantes del PCCC paralelas al MBC en los departamentos de Nariño, Cauca, Valle y Chocó, con el múltiple propósito de “anillar” las ciudades de Pasto, Ipiales, Tumaco, Cali, Popayán, Buenaventura y Quibdó con estructuras guerrilleras armadas y clandestinas desarmadas; unir el corredor estratégico internacional desde las fronteras con Ecuador y Panamá; configurar la fortaleza geopolítica desde el Hinterland (periferia) para llegar al Heartland (corazón del poder en Bogotá), multiplicar escuelas de combatientes con énfasis en los llamados “pisasuaves”, articular centros logísticos como hospitales de campaña clandestinos, armerías, talleres de intendencia, escuelas móviles y campamentos transitorios.

     Esta concepción estratégica de las Farc sobre el Pacífico colombiano explica la presencia en Cuba de varios terroristas como Catatumbo, Pascuas y Alape, dedicados a imponer condiciones al equipo negociador de Santos y a refinar con los demás cabecillas, los procedimientos y pasos del Plan Estratégico y su apéndice el Plan Renacer.

     Asimismo explica la belicosidad permanente de las milicias bolivarianas en Nariño, Cauca, Valle y Chocó, los asaltos a Isla Gorgona y la masacre de 11 militares en Timba; la presencia nutria de terroristas en el centro y oriente del Cauca; el ingreso de armas de alta eficiencia en combate aeroterrestre provenientes del Medio Oriente; la necesidad vital de las Farc de sostener la mesa de conversaciones en Cuba para desarrollar en forma paralela el reequipamiento y la búsqueda de legitimación política; matizada con el incremento del narcotráfico sin la presión de las fumigaciones con glifosato.

     Las anteriores razones ponen de manifiesto que amplios sectores de la población civil rural de los cuatro departamentos, entre quienes hay afrocolombianos, indígenas de diversas etnias y mestizos, están sometidos al arbitrio del grupo terrorista, y que en contraste con el manipulado argumento de la izquierda armada y desarmada en Colombia, las estructuras de las Farc introducen a la población civil en el conflicto armado.

     Dadas estas realidades políticas, sociológicas y geopolíticas, el golpe contra el corazón de la cuadrilla 29 de las Farc en el que según cifras oficiales reproducidas por los medios de comunicación, perecieron 26 terroristas y fueron capturados otros dos, es una operación táctica que trae profundas connotaciones político-estratégicas al Plan Estratégico en desarrollo, a lo revisado en Cuba y a las actuaciones regionales y nacionales de las Farc a mediano y largo plazo.

     Además de las pérdidas humanas equivalentes a una guerrilla, o media compañía o el 25% del frente guerrillero acorde con la estructura orgánica de las Farc, y el decomiso de un importante arsenal, hay un valioso archivo digital en los elementos electrónicos incautados, en el cual de seguro están las listas de los cómplices de las Farc, sus relaciones clandestinas con “movimientos sociales” que ponen el grito en el cielo cada vez cuando con argumentos los sindican de tener nexos con los terroristas; recaudos por venta de coca, ubicación de cultivos y laboratorios, rutas e narcotráfico, nexos con los narcos de otros países y carteles colombianos; relaciones con dirigentes políticos que como dice la Biblia “por sus hechos los conoceréis” y mucho más.

     Obviamente se espera que no aparezca algún genial magistrado, o juez, o fiscal, negando la validez de estas pruebas con el argumento que no hubo cadena de custodia, o que lo que allí dice no es avalado por algún cómplice de las Farc como el gobierno ecuatoriano o venezolano, pues todo ese macondiano escenario suele suceder como corolario de la desprestigiada justicia colombiana.

     Para el presidente Santos, este golpe producto del trabajo de la abnegación de las Fuerzas Militares y de la policía, en ningún momento de la supuesta genialidad estratégica que se autoatribuyen solo para los éxitos y nunca para reconocer errores el binomio Santos-Pinzón, resultó un salvavidas y la posibilidad para que en escenarios venideros, Santos se autodeclare victorioso, pacifista y gagueando repita que las Farc deben negociar antes de las elecciones de octubre, para que no se le escape una vez más su añorado sueño del Premio Nobel de Paz.

     Para las desinformadas tropas, después de casi cinco años de la era Santos, este golpe es un aliciente temporal para su moral, pero no es algo que resuelva problemas sentidos de inseguridad jurídica, incertidumbre de su futuro personal y profesional debido a la persistente ambigüedad del mandatario, ni garantiza la respuesta a la insuficiencia salarial que sigue sin cumplir lo mínimo que ordena la ley 4 de 1992 para los sueldos de militares y policías, ni de otro lado, resolver el vergonzoso servicio de sanidad militar salpicado de corrupción e ineficiencia.

    El sorpresivo golpe aeroterrestre contra la cuadrilla 29 de las Farc, alivia parcialmente la tranquilidad ciudadana de un sector de la población del Pacífico, pero como no hace parte de una estrategia integral de Estado para resolver problemas sociopolíticos de fondo, lo más probable es que con el paso del tiempo, revierta en bumerang pues las tropas saldrán del área por la dinámica del conflicto.

     Entonces, los milicianos continuarán en el sector reclutando más campesinos e indígenas, los narcos no dejarán de traficar coca, los consumidores gringos, europeos y japoneses tampoco dejarán el vicio, Santos seguirá navegando en su vanidad con apoyo de diplomáticos mediocres que le buscan premios inmerecidos e innecesarios atados al proyecto de su Nobel de Paz.

    Y los habitantes de la hermosa pero derpimida zona continuaran atados a la miseria, el abandono estatal, la ley del revólver de los bandidos, la pérdida de sus hijos vinculados a grupos criminales, expuestos a nuevas operaciones militares, claro está cuando los gringos tengan la bondad de cooperar con la inteligencia estratégica aérea.

     Y asi seguiremos…,¿Hasta cuando?

 

Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

www.luisvillamarin.com

Analista de asuntos estratégicos

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