Análisis del conflicto colombiano
Las Farc han ganado mucho espacio político durante tres años de conversaciones en La Habana, pues con negociadores mejor estructurados que los de la contraparte en el tema de la guerra revolucionaria y su plan estratégico, han impuesto todos los puntos y subpuntos de la agenda, continuado en su carrera armamentística y la preparación para la toma violenta del poder, han legitimado las “organizaciones sociales” que constituyen su brazo político como Partido Comunista Clandestino y Movimiento Bolivariano Clandestino (que no son tan clandestinos), han coordinado con sus cómplices internacionales para amenazar a Colombia y manosear a Santos y la Canciller Holguín, han trasladado a otros la responsabilidad de sus atrocidades, han incrementado el tráfico de coca y de armas con la complicidad de Correa, Maduro y Ortega, han articulado actos de terror continuos con el Eln, han pedido cabezas de adversarios políticos e ideológicos, etc, etc.
Ese cuadro real y verificable por lo sucedido durante los tres años de diálogos en Cuba, reafirma que las Farc mienten al país con el mismo cinismo que lo han hecho siempre.
Por su parte Juan Manuel Santos, quien a conciencia sabe lo que están haciendo las farc, pero como tahúr avezado piensa que las va a cañar con cinco ases, anda embelesado con ser Premio Nobel de Paz, sin importar lo que pierda Colombia, no solo tolera toda esa catarata de imposiciones de las Farc, sino que en contubernio con enmermelados en el Congreso y con un Fiscal que habla hasta por los codos, además de contratar muiscas con apellidos de patrones europeos (como en la época de la colonia), para que le ayuden a descubrir que el agua moja, también miente al país, pues a pesar de las declaraciones altisonantes de las Farc y lo que a diario publican en la página web del grupo terrorista, Santos sale ante los medios, a decir que todo va por buen camino.
El anuncio del encuentro bilateral Santos-Timochenco, en la antesala de la reunión anual de la ONU en New York y de la escogencia del Premio Nobel en Suecia, para anunciar lo que ya se sabe de antemano: que con el embeleco de la justucia transicional, las Farc no se someterán a ningún día de cárcel, que no entregarán las armas, y que todavía hay 29 subpuntos pendientes en la agenda para que les entreguen el país, curiosamente después de que Maduro y la canciller venezolana volvieron ropa de trabajo a Santos y la canciller Holguín, so pena de romper las conversaciones de paz en Cuba, es apenas un acto teatral más de las mentiras mutuas, y desde luego una oportunidad de oro, para que las Farc sigan en desarrollo del proyecto hacia la toma del poder y la imposición de un sistema totalitario similar al de Cuba.
La razón es elemental: Las Farc harán algo similar a lo de casa Verde en 1983. La estulta amnistía de Belisario Betancur, al decir de Jacobo Arenas significó "borrón y cuenta nueva, es decir todo de lo que la justicia burguesa nos acusaba desde 1964 hasta 1983, quedó borrado con esta amnistía"... De esa misma forma ven Timochenco. Márquez y los bandidos sin armamento que defienden a las farc en otras instancias, todo lo que ganen los terroristas en esta mesa de negociación, sin renunciar al plan estratégico, ni entregar las armas, ni salir de las zonas de reserva campesina donde han construido las redes de apoyo al terrorismo.
El encuentro de Santos con Timochenco al lado del vetusto terrorista Raúl Castro, visto por el vanidoso presidente colombiano como la catapulta para su Premio Nóbel de Paz y por las Farc y sus cómplices como la reafirmación que los bandidos negocian de igual a igual con la institucionalidad colombiana, reafirma la tesis de la miopía estratégica de Santos, de la pobreza estructural del congreso de la república, de la inexistencia de oposición sólida y de la indiferencia crónica de los colombianos por la suerte y el destino del país.
Cantos de sirena y estratagemas para avanzar en la concreción de su plan estratégico. Ingenuo y estúpido sería creer en la buena de fe de los terroristas.
En síntesis, por parejo, mienten Santos y las Farc… Y Colombia es la única perdedora en este escenario de egos inconmensurables, vanidades, ardides politiqueros versus la estrategia aceitada y refinada de las Farc para consolidar el socialismo del siglo XXI. Más claro no canta un gallo…
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Analista de asuntos estratégicos
El coronel Luis Alberto Villamarín Pulido es analista de asuntos estratégicos en temas de defensa nacional, estrategia militar y geopolítica, sobre lso cuales ha publicado 26 libros ý cerca de 900 artículos de su autoría. para leer sus escritos haga click aquí.