Los militares colombianos no avalan los acuerdos secretos de Santos y las Farc

Publicado: 2015-09-29   Clicks: 4517

     En entrevista con Yamid Amat el general Jorge Mora Rangel aseguró que las Fuerzas Militares colombianas avalan los acuerdos secretos de Santos y Timochenko en La Habana. Dicha aseveración es falsa y completamente alejada del verdadero concepto que se tiene en los cuarteles y en la reserva activa, tanto de Santos como del equipo negociador del gobierno, así como del pobre rol que ha desempeñado el general Mora, en condición de convidado de piedra en la mesa de conversaciones con las Farc.

    Vistas las cosas de manera pragmática, Santos ordenó a la Revista Portafolio por largo tiempo adscrita a la Casa Editorial El Tiempo de propiedad de la familia del mandatario, que le diera a Mora un premio como ”líder” colombiano y luego muy a su estilo politiquero y de tahúr, le ordenó a Mora que asistiera a una entrevista con el santista Yamid Amat, para que le dijera que los acuerdos con Timochenko son una maravilla, y que al mejor estilo del Pibe “todo bien… todo bien”.

     Vamos por partes: El sainete de los líderes escogidos y premiados por Portafolio hace parte del sistemático intercambio de preseas en el que “yo te condecoro, tu me condecoras y todos nos condecoramos”. Eso por no citar el tema de los líderes, algo inexistente en Colombia y en casi todo el mundo, porque si hubiera líderes dignos de destacar con tanta prosopopeya, ni Colombia ni el mundo marcharían por los espinosos entornos actuales. De remate, esta sui generis nominación, le cae como anillo al dedo a un mandatario demagogo, politiquero  y oportunista como Santos, pues la utiliza como lo hizo con Mora, para atar corderos con apariencia de leones.

     El problema radica en la deformación de la realidad y la facilidad con que los medios de comunicación crean ídolos con pies de barro, en un país como Colombia, que padece de amnesia crónica. En este caso particular se cita al general Mora como un “líder” colombiano, argumentando sus logros "brillantes" cuando fue comandante del Ejército y de las Fuerzas Militares y desde luego por su paupérrimo papel en La Habana, además, que de entrada el entrevistador lo cataloga de "honesto", pulcro con mucho carácter.

    No obstante la realidad es diferente. Cuando el general Mora ocupó cargos de alta importancia operacional, fue cuando las tropas bajo su mando directo padecieron estruendosos fracasos operacionales. Siendo capitán en el batallón Caycedo de Chaparral en el sur del Tolima, Mora cometió errores tácticos graves que condujeron sus soldados a una emboscada dirigida por Tirofijo, en la que pereció un valeroso campesino apodado "el gringo", quien en condición de guía de las tropas, por su conocimiento del terreno y habilidad para moverse entre la montaña, se había convertido en el dolor de cabeza para las Farc en la zona.

    En 1991, siendo coronel, Mora Rangel ocupó el cargo de Director de Operaciones del Ejército, periodo durante el cual las Farc, el Eln y el Epl articulados en la autodenominada Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar perpetraron numerosos ataques contra poblados, destruyeron puestos de policía, secuestraron uniformados, promovieron paros campesinos, reclutaron menores de edad y multiplicaron la inmersión en los cultivos y el tráfico de cocaína.

    No existe ninguna directriz estratégica en el sistema operacional del Ejército producida por el entonces coronel Mora, para contrarrestar la agresión narcoterrorista escenificada alrededor de la Constituyente de 1991 y los subsiguientes diálogos de Carcas y Tlaxcala.

    Años después, Mora se desempeñó como Comandante de la Cuarta Brigada, jurisdicción militar en la que la cuadrilla Carlos Alirio Buitrago del Eln hizo ferias y fiestas con la seguridad en la autopista Medellín-Bogotá, las Farc se multiplicaron en los cuatros puntos cardinales del departamento de Antioquia y los mal llamados paramilitares fortalecieron su presencia en esa región. Inclusive alias Karina se hizo famosa por su crueldad en la zona.

     Después Mora asumió el comando de la Quinta División en Bogotá, y tropas bajo su mando sufrieron golpes demoledores, verbigracia la aniquilación de media compañía de contraguerrillas de la Brigada Móvil 1 en San Juanito (Meta), al mismo tiempo que los bandidos de las AUC que perpetraron la masacre de Mapiripán, cruzaron por territorio de su jurisdicción, sin que Mora haya aclarado esto, pese a que que el general Uscátegui lo denunció durante su defensa por los mismos hechos.

     Cuando el general Mora comandó el Ejército (1998-2002) sobrevinieron casi todos los más trascendentales  golpes tácticos propiciados por las Farc a las tropas en diversos lugares de la geografía nacional,  en los cuales murieron muchos soldados, cuyas memorias son hoy traicionadas, al decir que los militares colombianos activos y retirados están de acuerdo con la entrega sistemática del país a los terroristas.

     Estos son algunos de los fracasos operacionales del Ejército en el periodo 1998-2002, por los cuales nunca respondió el general Mora, sino que obviamente fueron “culpa de sus subalternos”: Matanza de 14 soldados en la base de Coreguaje-Putumayo; derribamiento de una aeronave y aniquilación de una compañía completa de contraguerrillas al mando del general Herrera Berbel en Dabeiba-Antioquia; letales emboscadas en Pavarandó y Juradó Chocó; masacre de 38 soldados del batallón Landazábal en Gutiérrez-Cundinamarca; estallido de una casa-bomba de las Farc en El Dorado Meta con la muerte de mas de 20 soldados de contraguerrillas…

     Y la lista sigue, con tomas guerrilleras de municipios, la masacre de Bojayá perpetrada por las Farc, asesinato de Turbay Cote en el Caquetá, secuestros masivos en el Edificio Miraflores en Neiva, la María y el Kilómetro 18 en Cali, secuestro del avión Fokker de Avianca en Bucaramanga, secuestro de Ingrid Betancur, los tres contratistas norteamericanos, los diputados del Valle, asesinato de monseñor Cancino, dos emboscadas demoledoras de las Farc al batallón Pichincha en el Cauca, extorsiones a todo el sector productivo, etc.,  y connivencia descarada con la debilidad de carácter del presidente Andrés Pastrana, quien igual a Santos y Belisario, andaba obnubilado con buscar el premio Nóbel de Paz.

     Pese a los desastrosos resultados operacionales del Ejército durante el comando del general Mora Rangel, el presidente Uribe cometió el error de nombrarlo Comandante General de las Fuerzas Militares, cargo en el que pasó sin pena ni gloria, por andar discutiendo con la ministra Martha Lucía  Ramírez, cual de los dos dirigía personalmente las compras logísticas de las tropas,no pensando y ordenando como derrotar a las Farc, las AUC y el Eln.

     En ese cargo, Mora planeó y dirigió el fracasado rescate del gobernador de Antioquia y el exministro Gilberto Echeverri. Pese al catastrófico error, no hubo responsabilidades por el estruendoso fracaso militar.

    Posteriormente y ya en el retiro del servicio activo, Mora Rangel fue nombrado a dedo por Santos, dizque para representar a los militares en la mesa de conversaciones. No hubo escogencia democrática, ni se consultó a los miembros de la reserva activa si Mora era el más idóneo, el mas caracterizado y el adecuado. No.

     Santos que es un manipulador extremo, sabía de las “virtudes” de Mora quien para conservar prebendas personales, fue incapaz de impedir durante el gobierno de Pastrana, que el débil presidente entregara la sede del batallón Cazadores al arbitrio de las Farc en el Caguán; debilidad que Mora Rangel suplía al fingir molestia patriótica ante cámaras y micrófonos, cuando arrugaba las cejas y decía “nunca me sentaré a hablar con los bammmdidos (sic) de las Farc”

     Así, Santos lo envió a la Habana no a representar a los militares, sino a fortalecer ante la opinión pública la mentira de que las tropas están representadas por un general tropero y “líder”; falacia que obviamente le conviene al presidente para ceder en todo lo que pidan las Farc, con el calculado propósito que no se le escape su añorado Premio Nobel de Paz. Por elemental lógica, Santos no nombraría en ese cargo, a un militar con carácter que se opusiera a la farsa con las Farc en Cuba.

    Desde el comienzo del sainete en la Habana, ni las tropas ni las reservas han compartido la conducta entreguista del gobierno Santos frente a las Farc, ni la actitud pasiva y timorata de Mora, máxime que con argucias de manipulador y calculador Santos ha utilizado la institución para disfrazar un hijo de soldado y con ese acto hacer politiquería; dar mensajes ambiguos a las tropas; ordenar a los generales que salgan a dar declaraciones a su favor, como lo hizo varias veces con el general Mantilla quien priorizaba la lealtad de los soldados con Santos a la de Colombia, o después del ruidoso secuestro del general Alzate, cuando ordenó a los generales Lasprilla y León junto con el almirante Wills, que salieran a lanzar dardos contra los opositores, en una publicitada entrevista en Caracol Televisión.

     Ahora hizo lo mismo con Mora. Le dio un caramelo denominado Premio Portafolio de la casa Santos  al “líder” (bastante cuestionable) y luego de tenerlo en la mano, pues por sus ya conocidas "virtudes" Mora sería incapaz de proceder con el carácter de un soldado de verdad para negarse a esta feria de vanidades, le ordenó que fuera donde Yamid Amat a decirle al país, que las tropas no serán negociadas en Cuba, y dizque todos los militares avalan sus malabares politiqueros.

     Lo peor de todo es que los generales citados le han hecho caso, y la oposición en lugar de hacer un juicio político al presidente por sus marcados errores gerenciales y políticos, navega entre decir en muchos escenarios lo que todo el mundo sabe: Que Santos es un pésimo presidente, o lo más fácil, inundar las redes sociales con trinos de twitter y mensajes particulares, como si el destino de Colombia dependiera de una enemistad personal.

     En síntesis, las afirmaciones del general Mora ante Yamid Amat son falsas y de remate el “líder” nacional escogido con bombos y platillos por la revista Portafolio tiene más de ídolo con pies de barro que de líder. Pero… al fin y al cabo ese es el tropicalismo que nos rodea. Y eso es lo que da la tierra sin que haya abono para mejorar la cosecha.

    Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

     Analista de asuntos estratégicos

     www.luisvillamarin.com

       El coronel Villamarín es autor de 26 libros relacionados con geoopolítica, estrategia, defensa nacional y análisis del terrorismo internacional. Para leer sus escritos haga click aquí.

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