Reflexiones político-estratégicas despúes de 41 meses de conversaciones en La Habana

Publicado: 2016-04-17   Clicks: 2135

     Conflicto colombiano, geopolítica y defensa nacional 

     cover la silla vacíaEl reciente anuncio de las Farc que el acuerdo del cese bilateral está próximo a cristalizarse, sumado al reclamo de las Farc y sus correligionarios acerca de la necesidad de erradicar el “paramilitarismo”, coincidente con 41 meses de conversaciones en Cuba y la apertura de una mesa de negociaciones con el Eln, ratifica que las Farc siguen con el sartén por el mango, que la agenda del proceso marca a su ritmo y que están jugando con el afán de Santos de concretar algo antes de las elecciones del próximo año.

    En las conversaciones de paz se cumple al dedillo la frase mal atribuida a Napoleón, según la cual “quien desconoce la historia la repite”. La razón: Cuando se conversó en El Caguán, las Farc impusieron una comisión de notables, en la que Pastrana puso uno y las Farc dos. Fue tan asfixiante la estratagema de las Farc que pronto María Mercedes Gomez renunció, pero los “notables” (no se sabe notables en qué) concluyeron que para que se cumplieran los pactos (¿Cuáles serían?) de Pastrana con Tirofijo en San Francisco de la Sombra, era necesario combatir el “paramilitarismo”.

    Con esa jugada o estratagema, las Farc dilataron el proceso y ganaron tiempo, mientras que fuera de la zona de distensión las cuadrillas del grupo terrorista hacían ferias y fiestas con la seguridad nacional. Esta vez repitieron la misma estratagema con los mismos objetivos pero con otros medios.

     Luego del fallido viaje a Cuba de Enrique Santos para hacer una yuxtaposición de intereses con la etérea posibilidad de firmar algún acuerdo el 23 de marzo, debido a que las Farc y Santos no podrían pasar a segundo plano a Obama y los terroristas Castro, ni Maduro podía perder la posibilidad de revivir su cadáver político, se postergó una semana el inicio de conversaciones con el Eln, las Farc no se dejaron meter en el plan de Santos de ofrecerles cese bilateral con compromisos de los bandidos y los cómplices desarmados de las Farc, mediante diferentes ardides iniciaron a desplegar el argumento que no puede haber paz, mientras el gobierno no combata a los “paramilitares”, en el mismo momento que el clan Usuga, aprovechó el río revuelto para hacer su paro armado.

     Y como si fuera poco, la revista The Economist sacó a relucir la riqueza calculada de las Farc y el Departamento de Estado negó pretensiones habilidosas de traer a Simón Trinidad para que les entregue la información de dineros oscuros de las Farc, depositados en paraísos fiscales, además de cristalizar un audaz intento de avanzar en el reconocimiento de estatus de beligerancia con la venia del "imperio".

     Dadas las anteriores realidades es pertinente resarcir:

     1.  Las Farc miran las conversaciones de paz, no como el punto final de la guerra del  narcoterrorismo comunista contra Colombia, sino como un salto cualitativo, pues para ellos no hay afán. Están en guerra de lucha de clases, y solo habrá paz cuando Colombia sea un paraíso comunista.

    2. Con estratagemas, ardides y el desarrollo metódico de su plan estratégico acorde con la línea científica marxista leninista de la guerra revolucionaria, las Farc impusieron la iniciativa estratégica, el equilibrio táctico y la ventaja política. Por eso, la mesa de conversaciones marcha a su ritmo, los negociadores del gobierno son convidados de piedra sujetos a que Santos les superponga a su hermano Enrique y los desconozca de tajo, y los cómplices de las Farc llevan la delantera en todos los escenarios donde se desarrollan actividades paralelas a la mesa, que por su naturaleza inciden en el proceso de paz. 

     3.  El tema de la justicia transicional para los militares, es tan etéreo como el mismo concepto que tiene o mejor no tiene, el gobierno acerca de la paz. Entretanto las Farc tienen claro lo que  quieren y lo que lograrían de seguir el improductivo y negativo curso de las conversaciones.

    4. El tema del referendo popular aprobatorio de lo acordado con los bandidos en Cuba, perdió la publicidad y el impulso. Va rumbo a un discreto sepulcro mientras toma fuerza el tema de la Constituyente, no como reemplazo del actual Congreso, sino paralela e integrada por un grupo de congresistas enmermelados y delegados de las Farc.

    5.  Para suerte temporal de Colombia se fue el Fiscal Montealegre, pero a juzgar por los más opcionados, los hechos parecerían demostrar que podría resultar peor el remedio que la enfermedad.

    6. Las altas cortes y el Congreso siguen siendo inferiores al reto. El poder de la mediocridad en los togados y el de la mermelada en los legisladores de la unidad santista, son superiores a los intereses nacionales.

   7. No hay profundidad periodística. Inmediatez constante, nula evaluación estratégica, desconocimiento de las artimañas de las Farc, y sujeción al patrón de turno, son los rasgos característicos de la mayor parte de medios y periodistas encargados de desinformar al país.

    8. Las universidades y centros de estudios carecen de profundidad académica. Priman los sesgos ideológicos o la autosuficiencia de quienes opinan mucho en especial de lo que no saben. No hay estudios serios ni confiables, ni de los procesos de paz anteriores, ni mucho menos del actual. Superficialidad total.

     9. La miopía geopolítica de los altos funcionarios del gobierno es similar a la de sus antecesores. La inteligencia estratégica a menudo utilizada para chuzar adversarios políticos, o a personajes sin trascendencia, parece estar ajena al tráfico de armas para las Farc proveniente del Medio Oriente y concertado en Cuba, las marrullas de los cómplices nacionales e internacionales de las Farc y el desarrollo sistemático del Plan Estratégico de las Farc con la audacia de meter al Eln en el show.

     10. Las Fuerzas Militares están desconcertadas. Como en las monarquías tercermundistas, hasta en los cuarteles se hace propaganda al pacifismo y el apaciguamiento santista. El gobierno emite órdenes y contraordenes respecto al uso de la fuerza. Los soldados no saben si combatir o mirar para un lado. El comandante general de las Fuerzas Militares está plegado a lo que diga Santos, enredando a los demás mandos. Y a muchos oficiales parece habérseles olvidado que la lealtad de las tropas es con la constitución y con los intereses supremos del pueblo colombiano, no con los embelecos vanidosos del mandatario de turno que en este caso y para bien de Colombia se va el 7 de agosto de 2018. Llegará otro y la misión del ejército, parafraseando al general Mc Arthur seguirá siendo la de ganar las guerras, sean cuales fueren los cambios políticos.

      Y lo cierto, es que para hablar de postconflicto no solo depende de las ambiciones egocéntricas de Santos, ni de las patrañas de las Farc, sino de la desmovilización efectiva, definitiva y verificada de este grupo terrorista y los demás que lo secundan. Mientras se hable de paz haciendo todo lo que impongan las Farc y el Eln a los mudos que envió Santos a que lo representen a él no a Colombia, lo único real será la prolongación de la guerra, con una desventaja abismal para las Fuerzas Militares que todo parece indicar, en breve soportarán la inconstitucional amarrada de manos, con el evidente cese bilateral impuesto por los terroristas, mientras ellos se arman y preparan para el nuevo ataque.

      Y la lista continúa con anotaciones negativas para Colombia y positivas para los planes totalitarios de las Farc y los cómplices del grupo terrorista. ¿Será que los colombianos  tendremos que llegar al actual vergonzoso nivel de desgobierno y miseria de Venezuela, para comprender que es lo que quieren las Farc?... El tiempo lo dirá, pero por lo pronto y asimple vista ese es el reflejo de 41 meses de cesiones unilaterales a las Farc en Cuba.

    Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

    Analista de asuntos estratégicos

    www.luisvillamarin.com

    El coronel Luis  Alberto Villamarín Pulido es analista de asuntos estratégicos, especialista en geopolítica, estrategia y defensa nacional, temas sobre los cuales ha escrito y publicado 31 libros. Para leer algunos de los libros escritos por el coronel Villamarín haga click aquí

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