Análisis del conflicto colombiano
Cuarenta y cuatro meses después de conversaciones improductivas para Colombia y muy positivas para el plan estratégico de las Farc que han impuesto todas las condiciones sin dar nada a cambio, el balance parcial de lo hasta ahora acordado, es desalentador para el futuro de la paz en el país, para las relaciones internacionales del mismo, para la proyección geopolítica colombiana y para el desarrollo integral de los colombianos.
Las razones son claras y concretas:
1. El gobierno de Juan Manuel Santos llegó a la mesa de conversaciones sin plan estratégico, sin negociadores idóneos y lo que es mas grave sin conocer el plan estratégico de las Farc que prevé la combinación de todas las formas de lucha para la toma del poder político; y, sin otro objetivo que conseguir el premio Nobel de Paz para Santos con moñona para la continuidad de su estilo politiquero y desleal en el Palacio de Nariño.
2. Las Farc llegaron a la mesa de diálogo con la consuetudinaria mentalidad impositiva, de que ellos no tienen nada que ceder, que nadie les dio las armas por ende nadie se las puede quitar, que el proceso negociador se divide en terminación del conflicto sin entregar las armas, acordar un armisticio y luego iniciar a desarrollar lo acordado para consolidar la paz al estilo comunista, y ahí si, cuando ya esté destruido moral y sicológicamente el adversario, pasar al soñado régimen totalitarista, adscrito a la dictadura cubana.
3. En la práctica los dos puntos anteriores no son ninguna novedad, pues esa ha sido la tesis guía de las Farc en las conversaciones anteriores con Belisario Betancur, Virgilio Barco, César Gaviria, Ernesto Samper, Andrés Pastrana y en contactos parciales con el gobierno de Uribe Vélez. Lo espinoso del tema, es que los sucesivos gobiernos, incluidos los sucesivos ministros de defensa civiles puestos en esos cargos dizque para representar políticamente a las Fuerzas Militares y de Policía, tampoco han entendido la estrategia integral de las Farc, y ni siquiera cuentan con estudios sólidos y analíticos de cual y que es el plan estratégico de las Farc.
4. Por eso, sin excepción, rebosantes de soberbia todos los negociadores de los gobiernos enunciados, han sido locuaces ante los medios y en foros cerrados, pero tímidos, sin argumentos y sin claridad conceptual, cuando actúan como convidados de piedra frente a las audaces imposiciones de las Farc.
5. En el caso específico de las actuales conversaciones de la Habana, el país navega en la incertidumbre, con la circunstancia agravante que la polarización derivada de críticas razonables, es respondida con la estulticia mañosa de Santos y sus coequiperos, con el argumento baladí que quien no comparte su falta de seso y de carácter frente al terrorismo, es enemigo de la paz, es uribista, es guerrerista, etc.
6. El acuerdo firmado el pasado 23 de junio de 2016 en La Habana, como una parte del acuerdo definitivo de cese bilateral de hostilidades, es el premio mayor a la primera etapa de habilidosas imposiciones de las Farc a Santos, pues los terroristas lograron que el Ejército colombiano no entre a sus áreas base donde operan los cabecillas, conservan el control sobre los cultivos ilícitos, les facilitan la continuidad de extorsiones y secuestros, inducen a ceder a las pretensiones coordinadas del Eln con las Farc, desvían el foco de la complicidad con las Farc por parte de los gobiernos pro terroristas de Cuba, Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Bolivia (que dicho sea de paso continúan dedicados a legitimar las Farc), dejan a un lado y en el olvido la existencia de las Milicias Bolivarianas, el Partido Comunista Clandestino y el Movimiento Bolivariano Clandestino, estructuras que son tan o más terroristas que las cuadrillas armadas; pero sobre todo dejan abierto el boquete para que los gobiernos cómplices del narcoterrorismo comunista, eventualmente concedan reconocimiento político y estatus de beligerancia a las Farc y el Eln.
7. Sin ser aguafiestas sino actuando con los pies sobre la tierra, al cernir en un cedazo, lo acordado en Cuba el 23 de junio pasado que dio hasta para que los delfines Santos defiendan la “santidad” de las Farc, solo apunta a demostrar que las Farc lograron igualarse como fuerza armada al Estado, que maniataron al ejército buscando su desmotivación por falta de operatividad ofensiva y ambigüedad de un presidente vanidoso y sin carácter, y les dio la larga para continuar negociando armas y drogas en Cuba, con la tranquilidad que les brinda la dictadura cubana para meter gato por liebre a Colombia.
8. Lo preocupante de este punto en especial es que hasta el ministro de Defensa Luis Carlos Villegas, ignorante en grado superlativo de la teoría y praxis de la defensa nacional, entre otras cosas muy parecido a la canciller Holguín por la falta de neuronas y las barrabasadas que dicen, ahora se le ocurrió denominar a las pandillas de bandidos, con el calificativo de patrullas militares. Y periodistas enmermelados de la casa Santos, escriben y hablan de tropas guerrilleras, alto mando guerrillero, Comandante general Timochenco. Es evidente: las Farc están destruyendo al odiado enemigo de clase con sus propios medios, máxime que la dirigencia colombiana en los tres ramos del poder civil ni oye, ni ve ni entiende de geopolítica, de defensa nacional, de vigencia de la institucionalidad, ni de nada similar, pues obvian que las Farc pretenden suplantarlos por tribunales, cámaras y dictadura comunistas
9. El anuncio de la presunta disidencia de las cuadrillas más agresivas del bloque oriental, donde por experiencia se sabe que militan cuadros muy estructurados en la guerra revolucionaria marxista-leninista, deja mas interrogantes que respuestas, peor si se tiene en cuenta la destemplada respuesta de los cabecillas, que no contestaron al respecto desde Cuba, sino que publicaron un lacónico comunicado desde Venezuela donde el “médico” Mauricio cabecilla del Bloque Oriental, vive a sus anchas protegido por el régimen de Maduro.
10. En términos precisos era de esperarse que De La Calle, Jaramillo, Pearl y los demás politiqueros civiles actuaran sin visión ni defensa de Colombia, pues esa es y ha sido la siniestra mentalidad de la débil dirigencia política colombiana, pero para el país y para las tropas, el verdadero paquete chileno, el embuchado, el mediocre y el más inepto de todos los negociadores, resultó ser el general Jorge Mora Rangel.
11. Mora demostró que es un sujeto sin carácter y sin neuronas, que su paso por la institución solo le sirvió para cultivar prebendas personales y familiares, que el grado de general y la responsabilidad histórica de haber sido comandante del Ejército le quedaron grandes. Timorato, sin ser capaz de crear un margen de maniobra amplio dentro del equipo negociador y frente a los terroristas, se convirtió en un convidado de piedra más, en un silencioso acumulador de viáticos y en una ficha de Santos para justificar dizque la representación de los militares, que se supone son quienes mejor conocen a las Farc y quienes tendrían los ases para bloquear las habilidosas argucias de las Farc en la mesa, que, para colmo de males, no son nuevas sino repetitivas.
12. De remate, Santos envió a Cuba al general Javier Florez Aristizabal, dizque por ser un guerrero sin tacha como lo demuestran sus condecoraciones militares. Pero ser buen combatiente contra las Farc en el ámbito táctico militar, no significa conocer el plan estratégico de las Farc, ni ser negociador de un cese de fuego bilateral, como para colmo de males lo demuestran los recientes acuerdos, en que las Farc se salieron con la suya.
13. Las Farc lograron con argucias que se persiga a muerte a los mal llamados paramilitares, algo que por lógica natural debe hacer el Estado. Lo sospechoso es que en ningún aparte del texto, se comprometen las Farc a entregar a todos los dirigentes políticos del Partido Comunista integrantes de la Farcpolítica, o a los cientos de profesores comunistas que en entidades oficiales han indoctrinado menores de edad para que ingresen a las Farc, o a los terroristas que se infiltran en sindicatos, o a las habilidosamente llamadas organizaciones sociales que son fachadas de las Farc.
Tampoco incluye el sometimiento a la justicia de las Milicias bolivarianas, el partido comunista clandestino o el movimiento bolivariano clandestino, que articulan el Plan Renacer de Alfonso Cano. No enuncian para nada la complicidad internacional de los gobiernos de Cuba, Ecuador, Venezuela, Bolivia y Nicaragua. Mucho menos se comprometen a entregar ingentes fortunas obtenidas del narcotráfico, la minería ilegal, extorsión, secuestro, blanqueo de capitales y réditos financieros….. Solo imposiciones al gobierno y todos felices…
14. Todos los colombianos queremos la paz, quien no la quiera no es una persona normal. Pero un asunto es la paz que le conviene al país y otra la que conviene a las Farc, y otra la que conviene a los mezquinos intereses politiqueros de Santos y su camarilla, incluidos los otros dos poderes públicos que son ciegos, mudos y sordos frente al caballo de Troya que se está incrustando, con miras a legitimar las Farc, y por desgracia prolongar el conflicto, pues al ritmo que marchan los sucesivos errores político-estratégicos de Santos y sus negociadores en Cuba secundados por los santistas enmermelados dentro del país, resurgirán como ya parece estar sucediendo, bandas de justicia privada, la violencia se reciclará y en dos décadas más el ejército será crucificado de nuevo, mientras otros politiqueros quizás los delfines Gaviria, Samper, Santos, Galán etc, seguirán enfrascados en sus ambiciones personales.
15. Y Colombia rezagada frente a su devenir histórico, su merecido desarrollo y su proyección geopolítica.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Especialista en geopolítica y defensa nacional
El coronel Luis Alberto Villamarín Pulido es analista de asuntos estratégicos, especialista en geopolítica, estrategia y defensa nacional, temas sobre los cuales ha escrito y publicado 31 libros. Para leer algunos de los libros escritos por el coronel Villamarín haga click aquí
