¿Plebiscito, legitimación de las imposiciones unilaterales de las Farc o abrebocas de una nueva guerra?

Publicado: 2016-07-21   Clicks: 462

     Análisis del conflicto colombiano

    Con amplio espectáculo mediático y con ausencia total del debate profundo además de la indiferencia y apatía del gran conglomerado colombiano al respecto, Juan Manuel Santos dio otro paso ordenado por las Farc en Cuba, hacia la legitimación del grupo terrorista y la evidente posibilidad de la resurrección de la violencia en zonas rurales de conflicto histórico.

     Mediante una actuación de bolsillo, la Corte Constitucional aprobó que se realice un plebiscito, espurio y exclusivista, sin la masiva participación democrática en el que las Farc utilizaron a su favor la misma arma dialéctica, esgrimida por comunistas armados y desarmados en anteriores procesos electorales: La ilegitimidad de los elegidos con escasos márgenes de participación popular.

     Curiosamente, esta vez que magistrados, congresistas y presidente de la república, irresponsables y politiqueros, decidieron aprobar a las carreras el destino del país, mediante leguleyadas y maromas demagógicas publicitarias, las Farc que por principio exigían una asamblea constituyente a su medida, dieron supuesta luz verde a que ese sea el mecanismo de refrendación de lo impuesto por ellos en Cuba, al punto que reconocidos cómplices del grupo terrorista ya vociferan que conseguirán diez millones de votos por el si.

     Sin lugar a dudas, en sana democracia, un plebiscito para refrendar los acuerdos sería el mecanismo ideal, pero con participación masiva y total del pueblo colombiano, cuyo destino está en juego. Si no es así no tendría ninguna validez ni legitimidad. Lo cuestionable entonces, es porque se fuerza un umbral mínimo y con los dineros de los colombianos, Santos y sus secuaces se convierten en propagandistas e idiotas útiles de los comunistas armados y desarmados, que quieren ver a Colombia igual de arrastrada que Cuba y Venezuela.

     La explicación en esta realidad atípica pero reiterativa a lo largo de 200 accidentados años de vida republicana, se sustenta en la mediocridad de la dirigencia política, la ausencia de líderes nacionales, regionales y locales, la inexistencia de programas nacionales a largo plazo con objetivos superiores, la ausencia de identidad de los colombianos con nuestra geografía y destino, el centralismo en Bogotá y las capitales, el abandono del campo, la inexistente creatividad científica, la paupérrima infraestructura en los mal llamados territorios nacionales, la manipulación personal y oportunista que diferentes gobernantes han dado a las Fuerzas Militares y mucho más.

     Por lo pronto, la vanidad de Santos por conseguir el Premio Nobel de Paz y la ambición desmedida de Humberto De La Calle secundado por un coro de mudos por alcanzar la inmerecida presidencia de la república, Colombia esta ad portas de votar un plebiscito que en contraste es necesario pero a la vez espurio, pues no compromete al país en general, sino a un pequeño sector de la población votante, a quienes con la misma trapacería que consiguió la reelección, Santos aspira a manipular por medio de la mermelada entregada a los camaleónicos caciques regionales que esta vez son santistas y mañana serán de cualquier otro bando.

     Entretanto, los dueños de la tierra, los gamonales que han históricamente han auspiciado otras violencias optarán por hacer lo que mejor saben para proteger sus feudos: Organizarán grupos armados que por la dinámica de las lógicas de las guerras impedirán a toda costa, que el añorado sueño comunista de instaurar republiquetas independientes como indican las imposiciones de las Farc a Santos en Cuba, se cristalice.

     Así resurgirán bandas de justicia privada, el narcotráfico seguirá su poderoso curso, Estados Unidos hablará con la doble moral de siempre frente a los problemas internos de Colombia los cuales también son parte, las Fuerzas Militares seguirán enfrascadas en una guerra de desgaste, los comunistas locales y continentales seguirán empeñados en convertir a Colombia en la cuña geoestratégica del continente, Rusia y China sacarán ventajas geopolíticas, con artimañas Nicaragua seguirá robando mar a Colombia, y Santos como Pastrana y Belisario, tendrá la estúpida disculpa que él quiso la paz, pero ni las Farc le cumplieron la palabra, ni los enemigos ocultos del proceso se lo permitieron.

    En síntesis, la improvisación, la miopía geopolítica, la ignorancia crasa acerca del Plan Estratégico de las Farc, la centralización aristocrática del poder, el abandono de las ricas y extensas regiones colombianas, sumada a la indiferencia rayana de una enorme masa a la que parecería no interesarle para nada el destino nacional, nos conducirán a más de lo mismo que hemos vivido durante más de cinco décadas de violencia, narcotráfico, terrorismo, corrupción, demagogia y promesas baratas.

     Por ende queda planteado el interrogante si se trata de ¿Plebiscito, legitimación de las imposiciones unilaterales de las Farc o abrebocas de una nueva guerra?

 

Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

Especialista en geopolítica y defensa nacional

www.luisvillamarin.com

El coronel Luis  Alberto Villamarín Pulido es analista de asuntos estratégicos, especialista en geopolítica, estrategia y defensa nacional, temas sobre los cuales ha escrito y publicado 31 libros. Para leer algunos de los libros escritos por el coronel Villamarín haga click aquí

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