¿Cuál es la estrategia del gobierno Duque para responder a estrategia comunista de “protesta social”?

Publicado: 2019-11-17   Clicks: 1232

      Análisis del conflicto armado en Colombia

     Pacto Farc-SantosHabida cuenta que la estrategia izquierdista contra Colombia marcha viento en popa, surge la pregunta obvia: ¿cuál es la estrategia del gobierno para defender a los colombianos de esta agresión?

      Hay una realidad que está afianzándose sin que los colombianos hayamos reaccionado adecuadamente. Es la catarata de acontecimientos manejada con el lema de “protesta social” urdida en Rusia y Cuba, estructurada en Venezuela, apoyada por López Obrador desde México, orientada por las Farc, El Eln, la Colombia Humana, los comunistas armados y desarmados y el cartel de la mermelada santista que obra como idiota útil, y financiada por los narcos del cartel de Sinaloa.

      La muy necesaria para las Fuerzas Militares, salida del cargo del ministro de Defensa Botero quien como sus antecesores y sucesor civiles, no debería haber ocupado nunca esa cartera, fue el detonante estratégico de un plan calculado por la izquierda armada y desarmada, con la complicidad de los enmermelados santistas, que hoy ansían volver a hacer daños al país, ocupando los cargos que no tienen, por aquello de la nómina y el presupuesto.

      Desde cuando se posesionó el gobierno Duque, sus enemigos han hecho todo lo posible por torpedearle la gestión y sacarlo del cargo, con la circunstancia agravante que Duque les ha proporcionado insumos, como consecuencia de algunos nombramientos de personas con perfiles diferentes para los cargos sensibles, o con actitudes erróneas como unirse a una protesta comunista en Cartagena, hacer honores a los “fundadores de la revolución china” que fueron los mismos que asesinaron soldados colombianos en la guerra de Corea, ignorar los derechos salariales de las Fuerzas Militares y de Policía, dedicarse a satisfacer a los insaciables apetitos comunistas, anunciar que revive el esperpento de entregar otras 16 curules a las Farc a nombre de las víctimas del conflicto, y olvidarse de quienes lo eligieron, de por qué y para qué lo eligieron millones colombianos.

      Los hechos son reales: 1. Manipulación de la supuesta buena voluntad del Eln para negociar, con inmediatos ataques terroristas en la Escuela de Policía y Cubará Boyacá. 2. Novelón después de la captura del narcotraficante y terrorista Jesús Santrich. 3. Aparición de las supuesta disidencias de las Farc. 4. Paro indígena en el Cauca promovido por Maduro y las Farc y financiado por el cartel de Sinaloa. 5. Escándalo mediático por la muerte de unos terroristas menores de 18 años en una guarida de las Farc. 6. Evidente premeditación de la Jep a mirar para otro lado frente a todos los crímenes cometidos por las Farc.

      7. Premeditado escándalo santista contra el comandante del Ejército porque no era amiguis de los amiguis de juanpis. 8. Comisión de expertos en doctrina militar dirigida por un reconocido antimilitar.  9. Jornadas preparatorias de paro nacional con múltiples acciones vandálicas instigadas por los “pacifistas” motivadores del paro. 10 Iniciación de violentas jornadas de paro dirigidas por un cartel de parásitos que sirven de micrófono a las Farc y a Petro. 11. Aprobación de recolección de firmas para la constituyente. 12. Proyección de protestas permanentes en el 2020 matizadas con terrorismo rural, y vandalismo urbano…. Y la lista sigue…

      Para buen suceso de los comunistas armados y desarmados, muchos idiotas útiles han caído en la trampa de servirles de caja de resonancia o micrófono, reclamando lo divino y lo humano, pidiendo el oro y el moro y exigiendo un paraíso terrenal, en cuya construcción o solución tampoco participan; sin que esto quiera decir que muchos reclamos no sean legítimos. Lo malo es que además de hacer escándalo, causar caos e importunar la de por si compleja vida diaria de millones de colombianos, estos vehementes reclamantes, tampoco aportan soluciones visibles. Utópicos tropicalismos y no sinergias prospectivas.

       Visto el listado de hechos y realidades queda claro que la izquierda armada y desarmada, en contubernio con el cartel de la mermelada santista, pretende deponer el gobierno de turno, porque sus voraces apetitos de poder son insaciables, no porque tengan planes y proyectos para cambiar lo que está mal en el país.

       De contera queda claro, que el objetivo de los comunistas se enfoca en hacer que las imposiciones de  las Farc a Santos sean prioritarias, que el gobierno Duque se arrodille ante el Eln y las supuestas disidencias, que los narcos sigan cogobernando desde el hinterland geopolítico, que se entreguen otras 16 curules a las Farc, que se convoque hacia la asamblea constituyente profariana, es decir que un manipulado escenario de “protestas sociales”, terrorismo comunista, narcotráfico e imposiciones izquierdistas porque todo lo hecho por la derecha hasta hoy es malo,  avanzar hacia el gobierno de transición que ponga a Colombia ad portas del socialismo del siglo XXI, y se convierta en otro paraíso comunista como Cuba, Nicaragua o Venezuela.

       En síntesis, hay una muy bien articulada estrategia política, diplomática, mediática, armada, financiera, geopolítica y con objetivos claros por parte de la izquierda para avanzar en su proyecto. Lo que no se ve, aunque pueda que exista pero lo dudamos, es una estrategia integral del gobierno nacional para contener esa estrategia adversaria, desarticularla y evitar una debacle histórica en Colombia.

      No basta con acciones reactivas o el consuetudinario uso de la policía y el Ejército para contrarrestar la violencia, el vandalismo o el terrorismo que es comulgado por muchos de los “pacifistas” gestores de la “protesta social”.

        Nos parece que el gobierno Duque debería convocar de inmediato un retiro espiritual con sus ministros y asesores, además de algunos especialistas en estrategias de seguridad nacional, para evaluar lo sucedido hasta la fecha, y buscar líneas de acción para anticiparse a lo que viene que ya está anunciado y que se sabe como lo van a hacer.

       Sin duda, el dinero del narcotráfico seguirá financiando vándalos y promotores de protestas durante el 2021, mientras en el Congreso, los medios enmermelados y los escenarios internacionales, la izquierda y sus cómplices sigue exigiendo que el gobierno Duque se ajuste a sus pretensiones oscuras.

      En conclusión: Habida cuenta que la estrategia izquierdista contra Colombia marcha viento en popa, surge la pregunta obvia: ¿cuál es la estrategia del gobierno para defender a los colombianos de esta agresión?

     Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

     Autor de 36 libros de geopolítia, estrategia y defensa nacional}

      www.luisvillamarin.com

 

 

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