Análisis del conflicto armado en Colombia
Igual a lo sucedido durante las últimas siete décadas de violencia política en Colombia, las recientes masacres ocurridas en diferentes lugares del territorio nacional, todas asociadas con el narcotráfico, se han repetido las versiones reiterativas en los medios por parte de los comunistas desarmados sindicando y cuestionando al gobierno de turno y a las Fuerzas Militares; los sabelotodo estrategas de escritorio que todo lo ven fácil de solucionar; los congresistas de las regiones afectadas haciendo politiquería con los hechos; y mucho más, pero la población colombiana sigue desinformada.
Los hechos indican que tal como se advirtió desde cuando el gobierno de Juan Manuel Santos decidió arrodillarse ante narcotraficantes y terroristas, la violencia rural se incrementaría, pues muy habilidosas las Farc impusieron en Cuba la condición que para firmar el pacto que en todo los favorece en todo:
Mediante ese pacto, se evitó la erradicación de los cultivos ilícitos, al tiempo que mediante componendas de asociaciones, programas agropecuarios, organización comunitaria y “zonas de concentración transitoria” que se convirtieron en permanentes, las Farc se ubicaron con brazo político en el congreso y cuadrillas armadas en el monte, controlando el negocio del narcotráfico en asocio con los carteles mexicanos y la financiación de las “protestas sociales” contra el gobierno.
En estas masacres no hay que buscar el muerto aguas arriba, ni echarle la culpa al sofá. Detrás de ellas están los narcos de las Farc, el Eln y los demás carteles. Bien valdría la pena que tantos defensores de derechos humanos que se dan silvestres en las zonas ocupadas por estos delincuentes, en lugar de pedir “cumplimiento del pacto Farc Santos”, desenmascararan a los narcos que desatan esa violencia, incluidos las supuestas disidencias de las Farc y los elenos.
La guerra que vive Colombia, exige el respaldo total a la institucionalidad en especial a la misión del Ejército para combatir al terrorismo comunista y sus finanzas. Pero como se trata de una guerra integral contra el Estado colombiano, la respuesta debe ser integral. Esto indica compromisos y acciones de los ministerios de Educación, Relaciones Exteriores, Interior, Desarrollo, Agricultura, Medio Ambiente y Defensa, con el consecuente compromiso de alcaldes, gobernadores y congresistas de las regiones afectadas.
En síntesis, si no hay compromisos concretos de todas estas instituciones, el problema se reciclará, y por desgracia, los narcos de todos los carteles volverán a masacrar a mas colombianos.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Autor de 38 libros sobre estrategia, defensa nacional y geopolítica