Por medio de Chávez, la dictadura cubana dirige un proyecto totalitario contra Colombia y el hemisferio. Sea quien sea el gobernante colombiano, ninguno de los mandatarios comunistas adscritos al Foro de Sao Paulo dejará de apoyar a las Farc.
Todo esto coincide con la mendaz voluntad de paz de Cano publicada en Al Jazzera, lo cual corrobora los nexos de las Farc con Al Qaeda. Otra vez, las Farc jugaron otra carta internacional publicitaria a la par con el descarado respaldo de Lula y Chávez a sus planes.
El presidente Santos debe abrir los ojos y entender que con bandidos mentirosos (incluidos los poco creíbles mandatarios vecinos) no hay otra paz posible, que la rendición de las cuadrillas terroristas, el desenmascaramiento de los miembros del partido comunista clandestino de las Farc (que en casos puntuales no son tan clandestinos), la entrega a la Corte Penal Internacional de todas las pruebas documentales contra Lula, Chávez, Ortega, Evo, Fidel Castro y demás bandidos de cuello blanco con investidura presidencial; y, la activación inmediata de los expedientes de la Farcpolítica. Estados Unidos también debe abrir los ojos.
Es hora que dejen de creer cuentos chinos a los “demócratas colombianos” que a diario hacen lobby para denunciar asesinatos de sindicalistas, a sabiendas que algunos son miembros activos de las Farc; y que el gobierno norteamericano actúe en consecuencia frente a esta agresión contra la democracia en el continente.
Es importante que los analistas gringos entiendan que si el proyecto comunista de Chavez y sus secuaces va en serio con altas posibilidades de una guerra frontal contra Colombia; en igual proporción la alianza de Chávez con Rusia,, Corea, China, e Irán, no desestima la posibilidad de una conflagración mayor de impredecibles consecuencias, pues mientras los pacifistas se envuelven en el manto de la estupidez funcional, los totalitaristas sueñan con la guerra final que destruya al odiado imperio capitalista. Ni mas ni menos.
Son las connotaciones geoestratégicas de la seguridad hemisférica, algo sobre lo que la miopía estratégica de Obama y sus asesores puede redundar en una guerra a gran escala, pues aunque a muchos les cueste aceptarlo por conveniencia o no, soplan vientos de guerra.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Analista de asuntos estratégicos
www.luisvillamarin.com