Conflicto colombiano y diálogos de paz: Victorias militares con derrotas políticas

Publicado: 2012-12-08   Clicks: 2852

      Análisis del conflicto colombiano

    Casi dos meses después de protocolizar el inicio de las conversaciones de paz en Oslo, no hay claridad gubernamental, ni empatía en los puntos de la agenda, ni a la vista alguien con carácter que meta en cintura a los terroristas, para que se limiten a cumplir lo preacordado, a dejar a un lado la propaganda terrorista diaria, con la ya acostumbrada intervención de uno de ellos con habilidosas tramas, que en otros escenarios nacionales e internacionales son refrendadas por los cómplices de las Farc.

    Todo este sainete comenzó con un carnaval de mentiras mutuas, inexactitudes y fingidas voluntades de paz , con la desventaja para Colombia que las tramas de las Farc hacen parte de un preplaneado accionar estratégico, mientras que el gobierno nacional se limita a proceder por impulsos y a la topa tolondra...Como siempre ha ocurrido con los gobernantes de turno desde 1982 hasta hoy, cuando han optado por negociar la paz con el grupo narcoterrorista.

    Santos insiste en que las Farc se sentaron a la mesa porque estaban derrotadas, y luego agregó a su tesis, que desde cuando inició su gobierno, sin recurrir a los insultos, él tiene muy buenas relaciones con los países vecinos . Premisa falsa y carente de objetividad político-estratégica.

    Las Farc aceptaron sentarse a conversar, no a negociar el desarme, porque esto hace parte de su Plan Estratégico. Necesitaban recuperar credibilidad internacional, buscar el estatus de beligerancia, legitimar a su brazo político interno y oxigenar su proyecto a mediano y largo plazo.

    En ese orden de ideas, regresar a la incompleta agenda de engaños del Caguán era perentorio y prioritario. Para su satisfacción, durante la campaña electoral en 2010, encontraron sectores volubles y laxos del Partido Liberal que cayeron en la misma estupidez funcional de Álvaro Leiva Durán en 1998, pues ansiosos de protagonismo mediático, mordieron el anzuelo, con un inesperado aditamento mas:

    Enrique Santos Calderón hermano de Juan Manuel Santos, encuadró la pieza que faltaba para que las Farc metieran el gol. Y lo lograron.

     El pálido equipo negociador escogido a dedo, sin estrategia y sin plan coherente a largo plazo, para presentar en la mesa o fuera de ella un programa estructurado que de verdad conduzca a la terminación del conflicto, está haciendo el mismo oso y actuando de similar manera que los sabios juristas e internacionalistas, que con la mayor desvergüenza histórica dieron tumbos y traspiés en La Haya, donde el gobierno comunista y cómplice de las Farc, desde Nicaragua hizo ferias y fiestas con los paupérrimos argumentos colombianos en defensa del mar territorial.

     Igual pasa en La Habana. La dictadura castrista que tiene controlados con cámaras y micrófonos secretos todos los movimientos de De La Calle y su combo, de antemano deslumbró a Santos autoconvencido de ser un prodigio de la política y el póker, y lo llevó a combatir en terreno favorable para las Farc, el Alba y el plan estratégico del comunismo en el continente.

    Dentro de ese esquema, las Farc tienen todas las ventajas, igual a como las tuvieron durante los diálogos de la Uribe con la doble moral del camarada Alberto Rojas Puyo, que escudado en la privilegiada posición de negociador del gobierno, a menudo enviaba  estafetas a Casa Verde con informaciones precisas de lo que pensaba y planeaba el gobierno de Belisario Betancur alrededor de los diálogos de paz de la época.

      Con cinismo y sin importar que se desenmascaraba a su socio, Jacobo Arenas publicó un libro, en el que describió la farsa, pero en un país de indolentes y de malos lectores, nadie dijo nada. El mismo esquema se repitió en el Caguán con los camaradas infiltrados en la pintoresca Comisión de Notables. Hoy como afirmaba la propaganda del whisky, siguen tan campantes.

     Ni Santos, ni la inteligencia especializada del antiguo DAS, muy dada a chuzar periodistas mamertos de poca monta, o funcionarios judiciales venales, o adversarios políticos del presidente de turno, se han dado por aludidos que en este momento en La Habana, están casi todos los cabecillas de las Farc cobijados por la dictadura cubana, realizando la décima conferencia del grupo terrorista. Son tan ingenuos que todavía tienen dudas al respecto.

    Por esa razón, fue que el 19 de noviembre de 2012, las Farc anunciaron una tregua unilateral, no pedida, de dos meses. Porque los cabecillas de bloques y frentes,  estarán dedicados a refinar el Plan Estratégico, a coordinar con decenas de traficantes de armas el envío de más misiles para derribar aeronaves, potenciar el trabajo de las milicias bolivarianas, pulir la legitimación y actividades de su ya conocido movimiento político dentro del país, engolosinar al gobierno con los anuncios del ELN y el EPL de integrarse al proceso, y concretar con los cómplices de Chávez el otorgamiento de estatus de beligerancia, para asestar la estacada mortal a Colombia.

     Sin duda esa pudo ser una de las razones de la prolongada reciente primer estadía de Chávez en Cuba y su calculado silencio. De seguro allí estuvo reunido clandestinamente con Timochenko, el médico Mauricio, Pastor Alape, Joaquín Gómez, Pablo Catatumbo, con delegados de los gobiernos de Bolivia, Cuba, Brasil, Ecuador, Nicaragua, Argentina, Uruguay y los partidos comunistas del continente; revisando detalles del programa para tomar el poder en Colombia,  con énfasis en como descomponer las Fuerzas Militares, y obviamente, evaluando los cursos de acción, de como manejar mejor el tema del reciente fallo de La Haya.

     No es gratuito ni fortuito, que al mismo tiempo circulen en la red electrónica la carta de las Farc a la Cruz Roja pidiendo padrinazgo para incluir en la Constitución Política de Colombia el tema de la negociación permanente con el narcoterrorismo comunista; o, la macondiana carta de Gloria Gaitán pidiendo que los criminales de las Farc sean indultados y compensados como víctimas; la “buena voluntad” de Ortega para solucionar el diferendo de manera pacífica, con el remate de corrida engendrado en la estulticia de Santos:

     Las relaciones con los vecinos son inmejorables… No importa que esos vecinos convertidos en nuevos mejores amigos, estén complotados con las Farc para deponer la institucionalidad vigente, con el fin de meter a Colombia en el redil de la dictadura cubana.

     La segunda mentira alrededor de la cual flotan vanidades y  egos subidos por las nubes, es el espumoso argumento del ministro Pinzón, que durante su mandato, él ha dirigido las operaciones militares que condujeron a la muerte de 25 cabecillas de las Farc entre ellos Alfonso Cano... Que estos hechos hayan ocurrido durante su labor como Ministro de Defensa no implica que Pinzón sea el cerebro de los éxitos en combate.

    Sin duda, a Pinzón se le pegó la manía mentirosa y veleidosa de su mentor Santos, de apropiarse con fines politiqueros de las victorias militares y dejar las tropas a la deriva en sus necesidades de fuero militar, salarios y sanidad.

     Los éxitos tácticos contra el narcoterrorismo son  frutos del incansable aporte de militares y policías a la paz de Colombia. Provienen de su heroísmo, entrega, profesionalismo, y clara voluntad de erradicar el narcoterrorismo. No son productos de la imaginación tropical de un funcionario circunstancial y pasajero por el cargo de ministro de Defensa.

     De aquí surge otra realidad. Por levitar alrededor de su ego como estratega advenedizo en la dirección de una guerra que en realidad desconoce, Pinzón no se da cuenta que la sangre y el sacrificio de los soldados a los que debería representar políticamente en la extensión de la palabra, está permitiendo que los éxitos militares de las tropas (no suyos) en el campo de combate, se conviertan en derrotas políticas por las argucias de las Farc y sus cómplices.

     Tal contradicción ocurre porque como sucede con el resto de la fronda de demagogos que ha gobernado a Colombia, ni Santos ni Pinzón han estudiado a fondo la teoría de la guerra revolucionaria ni el Plan Estratégico de las Farc. A ambos les fascina el micrófono y la publicidad politiquera. A los terroristas también les fascina la aparición mediática, pero a diferencia de Santos, Pinzón y los mudos delegados de paz en La Habana, las Farc tienen un proyecto claro, con objetivos precisos y metas definidas que van de la mano con las intenciones político-estratégicas de los nuevos mejores amigos y “pacíficos” vecinos de Santos.

     Dura realidad. Duélale a quien le duela. Los éxitos militares de las tropas en combate se están convirtiendo en derrotas políticas, por culpa de  quienes como la reina francesa creen que la falta de “pan” se suple con galletas.

Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

Analista de asuntos estratégicos

www.luisvillamarin.com

El coronel autor Luis Alberto Villamarín Pulido de 19 libros acerca del terrorismo internacional, es especialista en geopolítica, defensa nacional, y analista de asuntos estratégicos.

Haga click aquí para leer sus obras.

Operacion Sodoma (Caída del Mono Jojoy, símbolo del narcoterrorismo comunista contra Colombia)    Operacion Jaque   Complot Contra Colombia - (Secretos de los Computadores de Raul Reyes)    El Cartel de las Farc   La Selva Roja - Nexos de las Farc con el partido comunista

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