Diplomacia paralela de las Farc

Publicado: 2007-06-18   Clicks: 2204

 

Por Coronel Luis Alberto Villamarin Pulido

Publicado el 18 de Junio 2007 12:56 PM en el Diario El Tiempo de Bogotá-Colombia

http://www.eltiempo.com/blogs/analisis_del_conflicto_colombiano/2007/06/diplomacia-paralela-de-las-Far.php

 

      Las capturas de Simón Trinidad y Rodrigo Granda sacaron a la luz pública la realidad de la internacionalización del conflicto colombiano y corroboraron la persistente denuncia de las Fuerzas Militares en torno a la existencia de un grupo conocido como el Frente Internacional, encargado de hacer diplomacia paralela a favor de las Farc, en diferentes países del mundo.

      Dicha actividad fue iniciada en la década de los años sesenta con el envío de miembros del Partido Comunista y la Juventud Comunista, a estudiar en universidades europeas entre ellas la Patricio Lumumba de Moscú. Luego fueron enviados algunos guerrilleros lisiados o hijos de combatientes “marquetalianos” para que además de estudiar se quedaran en Europa promoviendo la imagen política de las Farc, mediante Ong´s escudadas en la defensa de los derechos humanos en Colombia.

     Inmersas en esta tarea, las Farc contactaron terroristas de Sendero Luminoso del Perú, Manuel Rodríguez de Chile, Farabundo Martí del Salvador, Frente Sandinista de Nicaragua, Partido Comunista Dominicano y desde luego funcionarios del Kremlin y de la dictadura cubana. En desarrollo de la “continentalidad de la lucha armada”, los representantes internacionales de los grupos terroristas latinoamericanos, contactaron las redes de traficantes de armas, lavado de dinero y  otros delitos trasnacionales.

      Instruidos por la doctrina del catecismo de Buharim que enseña a repetir mentiras hasta convertirlas en verdades, jugar con la buena fe  o ingenuidad del adversario, conformar redes clandestinas y muchos métodos subversivos más, las Farc iniciaron a realizar intensas labores de proselitismo en universidades, centros de estudios políticos, cuerpos colegiados, movimientos políticos de izquierda y cuanta organización social o política que les pusiera cuidado.

       Igual que hacen los propagandistas de las Farc dentro de Colombia, los integrantes del llamado Frente Internacional, desarrollan cientos de actividades de diplomacia paralela, en las barbas de los improductivos cuerpos diplomáticos y consulares colombianos. A menudo aparecen propagandistas de las Farc en foros y eventos académicos, con elaborados argumentos, mediante los cuales justifican el terrorismo con el mote de “justa lucha armada” contra la oligarquía, pero naturalmente el epicentro de su accionar es el Ejército colombiano

     Tanto las Farc, como los dirigentes del Partido Comunista, como los miembros del comité internacional de las guerrillas, saben que para cumplir su sueño de derrocar el gobierno, cambiar las instituciones vigentes e instaurar una dictadura comunista-totalitaria en Colombia, es necesario derrotar al Ejército colombiano dentro y fuera del campo de batalla. Para el efecto desarrollan de manera simultánea la estrategia política basada sobre intensas campañas de guerra sicológica y la estrategia jurídica, consistente en instaurar denuncias por todo y contra todas las tropas que combaten las cuadrillas rurales y urbanas.

      El fín de este par de estrategias es claro: Desmoralizar las instituciones armadas, restar su voluntad de lucha y socavar el piso de la institucionalidad. Para ello cuentan con varios guerrilleros infiltrados en Asonal Judicial, la Fiscalía, los juzgados y la Procuraduría General de la Nación. Por lo general son miembros del partido comunista clandestino o integrantes de las milicias bolivarianas incorporados al movimiento bolivariano que dirige Alfonso Cano y cuenta con el apoyo externo del gobierno de Hugo Chávez, la simpatía de Rafael Correa en el Ecuador y la calculada indiferencia de Evo Morales en Bolivia.

      Entretanto, los comisarios políticos de las Farc visitan la iglesia católica, el parlamento, las Ong´s en Europa; tienen página web en los países nórdicos; aparecen en foros académicos en Madrid, Paris, Barcelona, Londres, etc. Fuera de eso algunos miembros del Polo Democrático y oportunistas de oficio como Piedad Córdoba les hacen la segunda, mediante torvas denuncias contra las instituciones colombianas.

      Parte del problema es que ni la academia, ni los medios de comunicación, ni la mayoría de los colombianos, parecieran entender que las Farc son un movimiento terrorista inspirado por el marxismo-leninismo, financiado por el narcotráfico y el secuestro, con amplios contactos internacionales con mafias y grupos terroristas del planeta; que en esencia planean tomar por asalto el poder político para instaurar una dictadura totalitaria similar a la de Cuba, en cumplimiento de la tesis impulsada por el Partido Comunista denominada la combinación de las formas de lucha.

     En todos los escenarios, los comunistas siempre aducen los temas de la pobreza, la falta de educación, las limitaciones de vivienda, el desempleo, la tenencia del capital en manos de unos pocos, como las razones del prolongado conflicto armado. Pero nunca aceptan que las acciones terroristas de las guerrillas, el vandalismo y la violencia comunista, son la causa de la existencia de las autodefensas ilegales y  a la vez conforman la base de un circulo vicioso: Hay guerrilla porque hay violencia y viceversa.

      En segunda instancia, tampoco aclaran a los auditorios que los escuchan que ni a las Farc, ni a los comunistas les interesa la solución a los problemas sociales, primero porque se les acabaría la justificación de su existencia y segundo, porque a ellos solo les interesan ellos mismos, es decir, ser fuertes “nomenclaturas” que prolonguen dictadores como Fidel Castro en el tiempo.

      Pero lo mas preocupante es que los cuerpos diplomáticos y consulares viven de espaldas a esa realidad. Solo piensan en disfrutar las mieles de la burocracia, comprometerse lo mínimo, mantener contactos en Colombia para futuras posiciones burocráticas y eludir siempre el tema del conflicto interno. Nunca van a las universidades, ni aparecen en los medios de comunicación, ni comentan nada acerca de la cruda realidad colombiana. Para actuar asi tienen mil disculpas y justificaciones.

      En forma descarada, Jaime Buenahora, antiguo cónsul de Colombia en New York, dijo al autor de esta columna, que él no hacia eso porque se le acaba la carrera política, que eso lo debería hacer Alvaro Uribe que tiene escoltas. Pero cuandose  le planteó la posibilidad de un acto social para el lanzamiento de una revista de temas culturales, mostró vivo interés por asistir al acto social, pues por razones obvias allí podría aparecer en público y ser atendido como un personaje superimportante.

     Igual sucedió en Madrid España cuando hice el lanzamiento del libro Narcoterrorismo la guerra del Nuevo Siglo. La embajadora colombiana Noemí Sanín no asistió al acto y a cambio envió a un funcionario de tercer nivel de la embajada, porque era una cuestión académica, en al cual no podría aparecer en público ante cientos de personas como es de su agrado.

     Por esas y muchas razones mas, la indiferencia ha coadyuvado a que el conflicto sea crónico y a que no haya claridad ni interna ni externa al respecto, mientras que las Farc están empeñadas en un proceso de diplomacia paralela, el cual les ha traido importantes réditos a su favor.

 

 

 

 

Reciba gratis noticias, articulos y entrevistas

* indicates required

Maintained and Created by: { lv10 }

LuisVillamarin.com, 2015©