Pedregal y la salida de las farc

Publicado: 1998-08-18   Clicks: 1908

 

PEDREGAL SE REBELÓ CONTRA LA GUERRILLA

     Publicado en el Diario El Tiempo de Bogotá Colombia el 18 de agosto de 1998, Sección Nación

     Por Adriana palacio garces, Enviada Especial.    

    Neiva Huila. Los 35 años que estuvieron bajo el acoso de los guerrilleros de las Farc, que durante ese tiempo rondaron las poblaciones del sur del Cauca, despertaron la conciencia de los campesinos.

Hoy, cansados de ese conflicto en el que se vieron involucrados, los campesinos de Pedregal, una inspección de Inzá (Cauca) enclavada en las montañas, están decididos a labrarse un futuro en paz.

     No queremos ser un pueblo de desplazados y engrosar los cinturones de miseria de las grandes urbes y convertirnos en un problema más para el país , comentó Narciso, un campesino que explicó por qué para ellos es tan importante el trabajo comunitario que vienen desarrollando, al que le dio un empujón la presencia del Ejército en la zona.

   Como él, otros 10.000 habitantes del corregimiento sufrieron en carne propia los rigores de la presencia de los frentes guerrilleros.

     Las Farc, el Quintín Lame y el M-19 se pasearon tranquilos durante siete lustros por la región.

    Y aunque Narciso no reconoce abiertamente que sus antepasados, la mayoría indígenas paeces, engrosaron las filas de la guerrilla esperanzados en que dentro del grupo lograrían hacer respetar sus tradiciones, su territorio y su cultura, está seguro de que lo único que no quiere su comunidad es vivir de nuevo bajo el yugo guerrillero.

    Hace dos años, cuando los militares se establecieron en el alto de La Topa, para cuidar las antenas de comunicación de la institución, los pobladores vieron la oportunidad de comenzar un proceso de transformación que los librara de la zozobra subversiva.

    Hoy, aseguran habitantes y Ejército, los guerrilleros se han ido relegando.

   Los indígenas se cansaron de los malos tratos y de la muerte de sus compatriotas luego de los consejos de guerra. Finalmente la ideología de unos y otros chocaron hasta el punto de que ya no quieren saber más de ellos , asegura el teniente coronel Luis Alberto Villamarín, oficial del B-5 de la Novena Brigada.

    Además, agrega, la pluralidad ideológica al pertenecer a tres fuerzas guerrilleras distintas los estaba fraccionando.

    Años difíciles Narciso, al igual que muchos de los campesinos e indígenas de la región fueron testigos de los excesos contra la población. Recuerda que fueron años difíciles.

    La actividad agrícola, especialmente la cafetera, que aún permanece, estaba siendo minada por las continuas vacunas que guerrilleros de las Farc cobraban para financiar su lucha.

   Además, los campesinos e indígenas, que conforman el 60 por ciento de la población del municipio y 24 veredas adyacentes, vivían temerosos ante las amenazas porque sabían que esa era la ley: el que no pagaba se moría.

    Sabían también que debían acudir a las convocatorias semanales no obligatorias que hacía la guerrilla. Les decían que eran para instruirlos en la avanzada izquierdista.

    A estas reuniones, replica doña Ernestina, todos acudíamos, porque sabíamos que las consecuencias podrían ser funestas .

   Estas presiones generaron para la población una disminución de sus ingresos provenientes de la agricultura. Las relaciones comerciales con sus vecinos se deterioraron y el pueblo era cada día más pobre.

    En medio de este panorama, el Ejército llegó a la zona el 17 de agosto de 1996. Y aunque su misión no era cuidar a la población civil sino salvaguardar las torres de comunicación, los habitantes de Pedregal vieron en la instalación de la base la oportunidad de rebelarse contra la guerrilla.

   Y les dio resultado. Las vacunas y las reuniones no obligatorias se acabaron. Ahora, cada vez que hay un cambio de comandante o de Ministro de Defensa, envían cartas para que no les en las que piden que no sea desmontada la Base.

    Nos sentimos seguros y protegidos, porque la guerrilla ya no nos vacuna, ya no tenemos que escuchar sus argumentos de guerra y, lo mejor, ahora sí se ve el progreso en nuestra región , indica Fernando, otro lugareño.

   Para ellos, este progreso se ve reflejado en la construcción de viviendas, carreteras veredales y escuelas que ha hecho el Ejército, así como en la realización de continuas brigadas cívico-militares.

    Sin embargo, Pedregal sigue siendo un municipio pobre. Según sus habitantes, ha faltado voluntad política, a pesar que la mano del campesino mueve importantes recursos y más ahora, como dijo Fabio, que no tenemos ni queremos guerrilla .

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