En entrevista con el programa Noticias para Ejecutivos de la Cadena Melodía de Colombia, el 16 de enero de 2015, coronel Luis Alberto Villamarín Pulido analizó la estratagema de las Farc en referencia al tema de la "dejación de armas" y no la entrega de armas, desmovilización de las estructuras terroristas y sometimiento a la justicia como espera el pueblo colombiano, que sea el término de la agresión del narcoterrorismo comunista contra el país.
En sus respuestas el coronel Villamarín puntualizó:
1. Dejación de armas equivale a una calculada manipulación semántica de las Farc para engañar una vez más, la buena fe de los colombianos. Ni en las leyes de la guerra, ni en la historia de la humanidad ha existido la figura en que un grupo terrorista conserve en su poder las armas para hacer política, amedrentar la sociedad civil inerme e imponer su ideología que en este caso es marxista-leninista.
2. El término adecuado es entrega de armas, y eso implica sometimiento a la justicia, pago de condenas ejemplares y resarcimiento a las víctimas.
3. Las Farc gravitan alrededor de su plan estratégico. El gobierno actúa sin previsión estratégica y afanado por las proximas elecciones donde espera convencer al pueblo colombiano que refrende, no los acuerdos de paz, que hasta el momento son muy etéreos sino que legitime a las Farc con el manido argumento de la paz. Es obvio, que si a cualquier colombiano le pregunten si quiere la paz, responderá que si. Y en este caso tan etéreo, el primer problema es a ¿que precio?, y ¿cuáles son las condiciones legales y constitucionales que se deben imponer a las Farc por el prolongado baño de sangre que han perpetrado contra el pueblo colombiano?.
4. No se puede comparar la situación de las Farc con Ira de Irlanda del Norte, pues en ese país hay un problema religioso histórico, una disputa de territorialidad y la pertenencia al Reino Unido. Además Ira no es comunista, ni es el brazo armado del partido comunista irlandés, ni esta aliado con países vecinos como sucede con las farc y los gobiernos proterroristas de Ecuador, Venezuela, Nicaragua, Cuba, Argentina, Brasil, Bolivia y Uruguay, interesados en meter a Colombia en el redil de los súbditos de la dictadura cubana.
5. Mientras la Farc sigan con las armas en sus manos, y sin desenmasacarar sus estructuras de milicias bolivarianas, Partido Comunista Clandestino y Movimiento bolivariano clandestino, será imposible concretar un acuerdo de paz. Además, si los terroristas de las Farc conservan las armas y pretenden controlar las zonas de reserva campesina o tierras expropiadas a terratenientes, invariablemente resurgirán los grupos de justicia privada mal llamados paramilitares, pues los dueños de extensas propiedades no van a ceder de buenas a primeras.
6. El Eln hace parte de esta tramposa manipulación semántica y también ha propuestio "dejar" las armas, a cambio de que el gobierno colombiano acepte sus imposiciones en una mesa paralela de conversaciones similar a la de La Habana. Obviamente con toda la posibilidad de retormarlas cuando sus proyectos no sean acatados por el Estado o el pueblo colombiano.