Análisis del conflicto colombiano
Al mismo tiempo que el presidente Juan Manuel Santos exteriorizó jolgorio por los logros electorales de los partidos de la coalición que apoya su gobierno durante las elecciones del 25 de octubre de 2015, en Güicán-Boyacá, fueron asesinados 11 soldados y un agente de policía, encargados de la seguridad del transporte del material electoral, en un hecho apresuradamente atribuido al Eln.
En entrevista radial para el programa Últimas Noticias para ejecutivos de la Cadena Radial Melodía de Colombia, transmitido el 27 de octubre de 2015, el coronel de la reserva activa del ejército colombiano Luis Alberto Villamarín Pulido, evaluó la presumible participación de las Farc en el mencionado acto terrorista, de acuerdo con los siguientes argumentos:
1. Debido a que el Eln es un grupo terrorista diezmado, y sin suficiente fortaleza militar, es improbable que sea el único autor de esa masacre, pues por lo que ha demostrado durante los últimos años, sus estructuras armadas no tienen la capacidad para realizar una emboscada de aniquilamiento de esa magnitud, lo cual es característico de las Farc.
2. Es improbable que el Eln pudiera cometer esta masacre sin el visto bueno de las Farc, debido a que el ataque fue perpetrado en el área de influencia geográfica, política y armada del Bloque Oriental de las Farc, a sabiendas que después de la emboscada sobrevendrían operaciones militares de gran magnitud en la zona, que obligarían a las Farc a combatir y desde luego, a romper la tregua unilateral, que les viene dando réditos propagandísticos para ganar reconocimiento político. Entonces, todo esto fue coordinado entre los dos grupos terroristas.
3. En el área donde ocurrió la emboscada hacen presencia estructuras armadas de las Farc, pertenecientes a las cuadrillas 10, 28 y 56 del Bloque Oriental, además de los rombos de milicias bolivarianas, encargadas de construir los corredores de movilidad, redes logísticas y redes de inteligencia de las Farc en el triángulo ABC, integrado por los departamentos de Arauca, Boyacá y Casanare.
4. El principal cabecilla del Bloque Oriental es alias el médico Mauricio Jaramillo, quien vive en Venezuela cobijado por el gobierno chavista. Dadas las condiciones del terreno y la intención de las Farc este golpe fue planeado y coordinado desde territorio venezolano, hecho a nombre del Eln para no comprometer a las Farc, y con los propósitos específicos de retaliar por el golpe de la semana anterior contra el Eln en el sur de Bolívar; presionar la apertura de diálogos con el Eln a partir del cese bilateral de hostilidades, que también es exigido por las Farc al gobierno colombiano e impuesto por las Farc al Eln, como condición para acompañar la idea de los elenos para ingresar a las conversaciones de tu a tu, con el gobierno colombiano.
5. A comienzos de 2015, se efectuó en Cuba un pleno ampliado o una conferencia guerrillera de las Farc. Al mismo tiempo con la venia del gobierno Santos y la complicidad de Maduro, Timochenko principal cabecilla de las Farc y Gabino del Eln, acordaron la activación de una nueva Coordinadora Guerrillera, hecho que ha sido reiterado por la página web Colombia Informa, coincidente con los planteamientos políticos de los grupos terroristas colombianos.
6. Desde hace más de un año, las Farc y el Eln actúan de manera mancomunada en el sur de Bolívar, el Catatumbo y recientemente en Arauca. Por razones obvias el golpe de la semana anterior contra una guarida del Eln en el Sur de Bolívar, afectó el desarrollo del Plan Estratégico de las Farc en esa región, y también por razones obvias, era de elemental lógica esperar una retaliación equivalente por parte de los dos grupos terroristas.
7. Para seguir simulando la intención pacifista del cese unilateral, evitar rechazos masivos como el de la masacre de los soldados en el Cauca hace casi seis meses, las Farc recurrieron a sus conocidas estratagemas. Para el efecto utilizaron al Eln como responsable del crimen, pero es evidente, que el grueso de los atacantes pudieron ser terroristas de las Farc. Así, las Farc tienen una disculpa calculada para activar las acciones armadas en la zona, con el argumento que se defienden del Ejército que entró a perseguir al Eln y terminó atacándolos a ellos, por ende la única solución es el cese bilateral, como sospechosamente lo pregonan los cómplices de las Farc y como lo aseguró hoy Santos al afirmar que se debe concretar a partir del 1 de enero, sin importar al sangre y el drama de los soldados que lo sostienen en el cargo.
8. En esta acción criminal, las Farc y el Eln recurrieron a la estratagema promulgada por Tirofijo: Si el gobierno nacional dice que no a la continuidad del proceso de paz en condiciones humillantes, pierde. Pero si dice que sí, también pierde debido a la debilidad de carácter gubernamental y falta de plan estratégico para combatir el terrorismo.
9. Esta acción terrorista, fue un ataque de connotaciones político-estratégicas contra el gobierno colombiano, en una fecha clave para las pretensiones publicitarias, propagandísticas y políticas del triunfalista gobierno Santos. Y por tratarse de un golpe estratégico, debía contar con el visto bueno de los cabecillas en Cuba o por lo menos de Timochenko en Venezuela y con la autorización directa al médico Mauricio Jaramillo para que lo ejecutara con las "unidades guerrilleras bajo su mando".
10. No fue un golpe aislado del terrorismo, ni una acción azarosa del Eln para presionar la iniciación de diálogos como pretende hacerlo creer el Presidente Santos mediante un discurso de lavada de manos, sin importar la sangre de los muertos en su defensa. En síntesis fue una audaz acción terrorista, planeada en detalle en La Habana y Venezuela, ejecutada por las Farc con apoyo de algunos integrantes del Eln pero atribuida al Eln para justificar iniciación de diálogos con ese grupo, necesidad del cese bilateral, desmoralización de las tropas oficiales, confusión a la población civil y presión a los silenciosos negociadores del gobierno colombiano, para que sigan cediendo y aceptando imposiciones unilaterales en la mesa de conversaciones.
11. Una situación similar ya había ocurrido en límites de los departamentos de Arauca y Norte de Santander, hace más de dos años, cuando el Eln anunció la intención de negociar la paz con el gobierno colombiano, entonces fue emboscada una patrulla del Ejército, hecho en el que murieron seis soldados y fueron secuestrados otros dos.
12. En conclusión, la masacre de 11 soldados y un agente de policía en Güicán es un suceso aún más grave que la masacre de 11 militares en el Cauca perpetrada por las Farc, hecho que tanto indignó a los colombianos, pero que de manera audaz fue simulado por los autores intelectuales y materiales, al trasladar la responsabilidad al Eln y potenciar a este grupo terrorista en la mesa próxima a instalarse, sin que el país político, la academia y el desinformado pueblo colombiano, deduzcan con claridad lo que realmente sucede y la verdadera intención político-estratégica de las Farc, que en esta oportunidad, sacan la brasa con mano ajena y siguen el desarrollo favorable de su plan estratégico, sin hallar respuestas contundentes del gobierno Santos.
13. Por lo visto el gobierno nacional, ignora los antecedentes negociadores del Eln, en especial la posición negociadora durante las conversaciones de Caracas y Tlaxcala 1991-1992, pese a que la agenda y la metodología impuesta por ese grupo terrorista es similar en ambos casos. Desconocer la estrategia del adversario, es el más grave de los errores en todas las guerras, máxime que de mil maneras y en mil escenarios, las Farc y el Eln han dicho y lo reiteran cada vez que sus voceros hablan ante los medios de comunicación: Negocian como parte de la guerra, no como un fin de la misma, porque no han renunciado a los objetivos políticos a largo plazo.
La alerta sigue vigente.
El coronel Luis Alberto Villamarín Pulido es analista de asuntos estratégicos, en temas de geopolítica, estrategia, contraterrorismo e historia, sobre los cuales ha escrito y publicado 16 libros y mas de 900 artículos, que se pueden leer aquí.
Haga click sobre cada portada para leer algunos los libros escritos por el coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
