Preparativos militares rusos alrededor de Ucrania: ¿Etapa anterior a la invasión?

Publicado: 2022-02-05   Clicks: 493

     Inminente agresión rusa contra Ucrania

      Geopolìtica de Rusia 

      Tras la calculada reunión de los mandatarios Vladimir Putin de Rusia y Xi Jing Pin de China en Pekín, el 4 de febrero de 2022, en la que mediante un comunicado conjunto escrito con filigrana para aparentar una sólida unión de intereses mutuos militares y de seguridad geopolítica periférica de sus estados, los dos autócratas reafirmaron la manipulada pero no oculta intención del Kremlin para apoderarse de Ucrania y seguir la extensión de su insaciable apetito geoestratégico.

      Aunque a la luz pública y en las intervenciones en medios de comunicación por parte de funcionarios rusos,  no están claras, las intenciones político-estratégicas del Kremlin, los dirigentes políticos ucranianos, están nuevamente preocupados por la dinámica operacional militar que se gesta en la península de Crimea, donde los informes de inteligencia técnica, confirman que Rusia ha desplegado otros 10.000 soldados entre ellos comandos con altos niveles de entrenamiento, que se suman a los que se han ubicado en posiciones estratégicas durante las últimas semanas alrededor de Ucrania.

       Según la evaluación de los militares ucranianos, debido al invierno, que dificulta la seguridad de las líneas de comunicación terrestre para conservar el flujo de abastecimientos,  y así concretar una invasión total de Ucrania, algunas unidades han completado la fuerza de combate orgánica de combate, apoyo de combate, logística con apoyo de Fuerza Aérea, apropiadas para lanzar la ofensiva aeroterrestre, en caso de que el Kremlin lo ordene.

       Según la evaluación de la capacidad de más probable adopción de los rusos, sumados a recientes esfuerzos estratégicos del Kremlin para fortalecer las fuerzas operacionales cerca de dos enclaves separatistas instigados por el Kremlin en Ucrania, dichos despliegues indicarían que en breve Rusia estaría lista para iniciar operaciones militares a lo largo de 800 millas de las fronteras oriental y sur de Ucrania, en consonancia con lo que se observa en imágenes satelitales recientemente publicadas, las cuales dan cuenta de ingente acumulación militar en Crimea durante las últimas semanas.

       Pero desafortunadamente, no se trata sólo de Crimea. A lo largo de gran parte de la frontera de Ucrania, se evidencia el paso a paso de un ejército moderno que realiza preparativos finales para la guerra.

       Así lo corroboran la llegada de infraestructura logística como hospitales y unidades de comunicaciones, elementos de guerra electrónica destinados a interrumpir las comunicaciones enemigas, flotas aéreas y tropas adicionales para tripular el equipo de combate que se desplegó con anterioridad.

      Según los informes de inteligencia Rusia tiene entre 130.000 y 175.000 soldados concentrados cerca de la frontera con Ucrania. No obstante, los voceros del Kremlin han dicho repetidamente que Rusia no tiene planes de atacar.

      Y para complicar más las cosas la evaluación estratégica de la situación y probables cursos de acción rusos, hecha por el ejército ucraniano difiere de la que proporcionó el Pentágono a comienzos de febrero de 2022, que decía que Moscú había desplegado suficientes tropas y equipo militar para ir mucho más allá de una incursión limitada solo en las regiones fronterizas.

       Pero, acercó al liderazgo militar de Ucrania a la posición estadounidense, en particular con el traslado de fuerzas de maniobra a Bielorrusia en la frontera norte de Ucrania.

     Además de las decenas de miles de tropas concentradas en Crimea, Rusia ha desplegado recientemente fuerzas listas para la batalla de hasta 1.000 tropas más tanques, carros blindados, artillería divisionaria, tropas aerotransportadas a 10 trenes de campaña completos.

     Adicionalmente, se tiene información de que hay otras fuerzas en camino, incluida una unidad de tropas de la guardia nacional, que podrían desplegarse para mantener el territorio en caso de una invasión.

    Además, hay varias unidades desplegadas en Crimea, incluidas las fuerzas navales estacionadas cerca del Estrecho de Kerch, que separa a Rusia continental de Crimea, y en la sede de la Flota del Mar Negro de Rusia en Sebastopol y el Mar de Azov, un cuerpo de agua de alto valor estratégico por el que las fuerzas ucranianas y rusas se han enfrentado repetidamente en los últimos años. Inclusive, en abril de 2021, Rusia envió su Flotilla naval del Mar Caspio a las aguas alrededor de Ucrania, con el fin de ejecutar maniobras tácticas.

      A lo anterior se agregan seis naves de desembarco en costas, con capacidad para desplegar tanques y miles de tropas provenientes de los mares del Báltico y del Norte, para adelantar maniobras tácticas en el Mediterráneo con base en Tartus (Siria), a la espera de cualquier señal de guerra que les permita continuar hacia el Mar Negro, pero Ucrania carece de suficientes capacidades en el mar para responder adecuadamente a tal despliegue ruso.

      Por lo tanto, más allá de Crimea, puede ser solo cuestión de semanas antes de que el sólido dispositivo de tropas desplegadas rusas a lo largo de la frontera norte, oriente y sur de Ucrania esté listo para lanzar el ataque.

      De las filas de tanques en las carreteras colocados como para tomar fotografías basadas en despliegues mediáticos de fuerzas, la situación ha comenzado a cambiar en los puntos de concentración masiva de unidades, con la llegada de los misiles de crucero, aviones de combate y helicópteros Iskandar-M.

       Otras imágenes satelitales, indican que en algunas áreas donde Rusia todavía no tiene suficiente personal para operar equipos especializados, llegan más tropas diariamente, pero queda la duda si el ejército ruso ha reunido suficientes fuerzas de reserva, para comprometerse en una campaña militar prolongada.

Producto de las tensiones políticas, las tensiones geopolíticas y el ambiente operacional in situ, en este momento es objeto de análisis, el perfil que podría tener una operación militar rusa y el tipo de ofensiva que utilizaría.

A fines de enero de 2022, en rueda de prensa conjunta, el secretario de Defensa, Lloyd J. Austin III, y el general Mark A. Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto, dijeron que Rusia había desplegado suficientes fuerzas para invadir a toda Ucrania y agregaron que los combates podrían extenderse a las calles de Kiev, debido al avance ruso por varios ejes de marcha táctica.

      Según la evaluación de Ucrania, por sobreextensión del frente de combate y alargamiento de las líneas de comunicación, desde los puntos lógicos de refuerzo hasta los puntos de distribución,  Rusia no podría sostener una invasión en diferentes puntos de ataque durante más de una semana debido a la limitación de suministros, tales como municiones, alimentos y combustible, para abastecer a las tropas desplegadas en primera línea, sin que tampoco se tengan suficientes fuerzas de reserva.

      Lo evaluado hasta ahora sugiere que en la mayor parte de las áreas, hay suficientes fuerzas disponibles para ataques más pequeños y focalizados, que podrían usarse como maniobra de distracción para enmascarar un ataque principal proveniente del oriente o del sur, donde las fuerzas agresoras son más fuertes.

      En síntesis, la incertidumbre se ha alineado como un factor con peso específico para el poder relativo de combate ruso. La amenaza latente del eventual uso de la fuerza, el chantaje, la desinformación y las maniobras provocadoras, suman un coctel explosivo con intenciones evidentes, que apuntarían a configurar el lamentable escenario de la invasión rusa, si Estados Unidos y la OTAN no ceden a sus exigencias.

      Lo complicado del asunto, es que si los aliados occidentales dicen que no aceptan las imposiciones, pierden porque Rusia invade a Ucrania. Y si aceptan esas imposiciones, Rusia también invade a Ucrania, coloca armas de guerra en la frontera oriental de la OTAN y continua el desarrollo del plan estratégico geopolítico de Putin para reconstruir la vieja Unión Soviética

      Ante esa disyuntiva, no queda otra opción que la dilatación diplomática, mientras la OTAN se estructura y arma para contener militarmente la agresión, iniciando por la necesaria disuasión antes de actuar en el campo de batalla.

      Todo está por verse.

      Teniente coronel Luis Alberto Villamarin Pulido

      Autor de 40 libros sobre geopolítica, estrategia y defensa nacional

       www.luisvillamarin.com

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