¿Qué hay para las Farc, detrás de la curul de Santrich?

Publicado: 2019-06-01   Clicks: 4986

      A veces los árboles no dejan ver el bosque. Tal parecería ser el caso con la posesión de alias Jesús Santrich como congresista de la república, en medio de un novelón de imprecisiones jurídicas, que los demagogos y corruptos disimulan, con el argumento que esas contradicciones ocurren, porque está funcionando la institucionalidad en el país. 

     Como resultado de tantas opiniones -muchas de ellas oportunistas y siempre incoherentes- a los medios de comunicación, a los "analistas del conflicto", a los sesudos comentaristas políticos, a la academia y a los conocedores de oficio que pululan en las redes sociales, se les ha pasado por alto, que para las Farc, la posesión de Santrich es una victoria política más, que se adiciona a las que vienen acumulando desde que Santos decidió entregarles el país, y apenas otro paso más,del desarrollo de su plan estratégico para la toma del poder por medio de la combinación de las formas de lucha, sin importar el tiempo que tal proyecto demande.

      De manera increible hay "conocedores de la política colombiana" que puntualizan como verdad irrefutable, que las Farc se demovilizaron y que con connotaciones de tragicomedia, Iván Márquez y Timochenko, están peleados. Por extensión, las supuestas disidencias de las Farc ahora llamadas Gaos gracias  la genialidad estratégica de Juan Manuel Santos, Juan Carlos Pinzón y el general Alberto Mejía Ferrero; los supuestos disidentes, son unos pocos terroristas  díscolos, que no quisieron acogerse a la bondad santista. Y como si esto no les bastara tan pobre argumento demagógico, toda persona que cuestione esa errada visión, es calificada como guerrerista, uribista, paramilitar, enemigo de la paz, y quedado del tren del nuevo país de bondandes, ríos de miel y abundancia de maná, que nos dejaron De la Calle, Mora,Naranjo y los demás convidados de piedra en La Habana.

     Así, las Farc han encontrado el entorno geohumano adecuado para seguir metiendo su caballo de Troya, en un escenario donde los árboles no permiten ver el bosque. En este panorama confluyen sabihondos columnistas de opinión aún impregnados de la mermelada santista o poseidos de la ceguera pacifista al precio que sea. Inclusive dentro de estos sapientes generadores de opinión hay militantes farianos enmascarados en la democracia y la libertad de prensa. Y para completar el drama, algunos de esos forjadores de "visión democrática" hay algunos que reconocen ser drogadictos cuya credibilidad es nefasta. Al final, unos y otros pretenden como el avestruz meter la cabeza en un hueco alejados de la realidad exterior.

      Para colmo de males, las Farc cuentan con el favor de demagogos y corruptos que les sirven de cómplices en el congreso de la república,  con "doctísimos jurisprudentes y sabios jurisconsultos" en las altas cortes que al parecer están permeadas por la corrupción y la ineptitud, y con un amplio sector de ignorantes funcionales dentro de la población, que no entienden nada acerca de quienes son y que quieren los comunistas con armas y sin ellas.

      En ese orden de ideas, la posesión de Santrich no puede limitarse a los discursos oportunistas y las sátiras politiqueras. Desde 2011 cuando Enrique Santos asistió a nombre de su hermano a entregar a las Farc la primera cuota de progresivo arrodillamiento del Estado colombiano ante los bandidos, hasta la fecha, todo ha sido ganancia para el plan estratégico del grupo narcotraficante y terrorista. 

      Las Farc van por más y quieren el premio mayor de la lotería. Como experimentados artífices de la guerra revolucionaria marxista-leninista, saben que el Ejército colombiano es la piedra en el zapato que les impide concretar los objetivos de sus planes. Pero como es imposible derrotarlo militarmente, lo mejor era negociar un astuto acuerdo de terminación del conflicto ( no de paz), en el que mediante habilidosas estratagemas impusieron una especie de armisticio disimulado, diseñaron la justicia a su medida y ganaron posicionamiento político en el Congreso como hizo Juan de la Cruz Varela en la década de 1960 siendo congresista y teniendo a disposición, sus propias guerrillas comunistas en el Sumapaz, el Oriente del Tolima, El Pato, El Guayabero, el Ariari, Urabá, el Opón, Viotá, Yacopí y Marquetalia. El valor agregado de hoy para el mismo proyecto revolucionario comunista, es que las Farc siguen siendo las dueñas de muchas de las rutas del narcotráfico y gran parte de la minería ilegal. Mejor negocio no podían hacer.

      Dentro de ese esquema, seguirán reclamando las 16 circunscripciones de paz integradas por los lideres sociales farianos integrantes del Partido Comunista Clandestino, que nunca se desmovilizaron, y que nunca reconocieron ser terroristas. 

      ¿Para qué piden esas curules? Respuesta sencilla: Con esos votos de los elegidos a dedo por las circunscripicones de paz, sumados a los de sus aliados naturales defensores de la paz al estilo comunista, no la paz que quiere Colombia, y los de los corruptos camaleones que solo ven el signo pesos en cada actuación en el parlamento; acumular los votos suficientes para desarticular el Ejército, disminuir su capacidad operacional, desmotivar a sus integrantes, con el cuento chino que si ya el principal grupo terrorista se desmovilizó y firmó la paz, los recursos de la guerra deben ir a la cartera de educación. Por las deudas con la justicia no se preocupan, pues dan por descontado, cuales serán siempre los fallos de la JEP a su favor, y cual será la docta jurisprudencia de las altas cortes en contra del interés general de los colombianos.

      Al poco alentador cuadro de realidades estratégicas acerca de las verdaderas intenciones de las Farc, se suma la intención geopolítica del régimen de Maduro y su jefe la dictadura cubana, para multiplicar el comunismo en el continente. Iván Márquez está en Venezuela dedicado a reorganizar las Farc y coadyuvar en la estructuración de la defensa del socialismo del siglo XXI en la región. Por lo tanto, la ida de Santrich a los puntos de concetración de terroristas en la Guajira y el Cesar, tenía como principal objetivo, coordinar con Iván Márquez tal vez por medio de correos humanos para evitar interceptaciones electrónicas, los pasos a seguir dentro del plan estratégico. 

      Santrich no viajó a la frontera binacional a rezar, ni a arrepentirse de sus crímenes, ni a hablar de paz con los bandidos allí concentrados, ni a desestresarse de los días que estuvo en prisión. Viajó allá a hacer coordinaciones del plan estratégico de las Farc con Márquez, el paisa y Romaña en concordancia con el narcogbierno de Maduro, máxime que se aproximan elecciones regionales, en las que se presume que circulará mucho dinero del narcotráfico, para posicionar a los cuadros políticos del partido comunista clandestino.

     Eso y mucho más tejen los comunistas armados y desarmados contra Colombia, frente a la miopía estratégica y la apatía de la mayor parte de los colombianos, quizás porque los árboles no dejan ver el bosque.

Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

www.luisvillamarin.com

Especialista en geopolítica, estrategia, defensa nacional. Autor de 35 obras sobre estos temas

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