Reflexiones geopolíticas y político-estratégicas de la elección de Iván Duque

Publicado: 2018-06-17   Clicks: 5323

     Análisis conflicto colombiano

     Tras una agitada campaña presidencial, el candidato Iván Duque resultó electo con más de diez millones de votos. Esta elección, como consecuencia lógica del temor de un amplio sector de los colombianos, que el país caiga en el populismo y el equívoco rumbo castrochavista, que desde hace más de una década ha proferido a los cuatro vientos, Gustavo Petro terrorista del desmovilizado M-19, máxime que se calcula que solamente en Colombia hay cerca de un millón de venezolanos, desplazados por la miseria y el desgobierno del régimen de Nicolás Maduro.

    Sin embargo, que Gustavo Petro haya obtenido ocho millones de votos, debe ser asunto de profundo análisis por parte del equipo de gobierno que escogerá Iván Duque, para tomar acciones estratégicas que corrijan el rumbo del país, pues la amenaza castrochavista, no dejó de ser una realidad con esta derrota electoral de la izquierda, sino que demostró como por medio de la mentira y el populismo, los comunistas armados y desarmados, siguen articulando su plan estratégico para la toma del poder.

     En primera medida, urge que el gobierno Duque recupere la cátedra de historia en los tres niveles de la educación del país, pero no la historia contada por los comunistas que resumen el trasiego histórico del país en una permanente lucha de clases, y en el manipulado argumento que "las Farc, el M-19, el Eln, el Epl, son una respuesta a la violencia oficial y de la oligarquía contra el pueblo".

     No.  Esa historia manipulada por los comunistas para sus propios intereses, no la necesita en Colombia. Los niños y los jóvenes necesitan una educación sólida en memoria histórica para poner cada cosa en su lugar. Para que las nuevas generaciones no vuelvan a caer en el error de votar por una persona que portó las armas ilegales del terrorismo y que cometió muchos delitos, pero por gracia de la mentira y la publicidad, terminó siendo el abanderado de la “moral”. Urge pues educar a los colombianos en lo que es la verdadera historia del país, y quienes son las personas y colectividades políticas legales e ilegales que han hecho tanto daño a Colombia.

     En segundo lugar, es importante que el trabajo para la proyección geopolítica del país se concentre en las zonas donde Petro obtuvo mayorías, máxime que por ejemplo en el litoral pacífico donde las Farc,  han tejido su plan estratégico mediante el control del narcotráfico, el “conflicto social” sigue latente. De contera, esas son las áreas donde las guerrillas comunistas se han posicionado por años.

     En tercer lugar, urge que el nuevo gobierno tome medidas concretas frente al pacto Farc Santos, pues como están escritas las imposiciones de los terroristas al equipo de De la Calle en Cuba, se está legitimando el narcotráfico, se entró a un sendero de impunidad con la JEP, se entregó el control geopolítico a las Farc de importantes zonas, voluntariamente el Estado renunció a ejercer el desarrollo social de la periferia geopolítica del país, se concedieron peligrosas gabelas en las fronteras al plan estratégico del socialismo del siglo XXI, y lo que es peor se polarizó más al país.

     En cuarto lugar, debe tomar cartas en el futuro político de los cabecillas de las Farc, pues una cosa es la tolerancia para que hagan política legal, pero otra es que se les perdone impunemente todas las atrocidades y que fuera de eso el país salga a deberles. La extradición de Santrich es una decisión fundamental en lo que viene para Duque. Igualmente la erradicación de la coca, y el rompimiento del nexo entre las supuestas disidencias de las Farc con los cocaleros.

     En quinto lugar, el país necesita que se suspenda el prolongado show publicitario del Eln en Quito y ahora en Cuba, mientras sus cabecillas se pavonean con la sombra protectora del gobierno Maduro en Venezuela. Asimismo, tendrá que lidiar con la poca claridad del marxista ecuatoriano Lenín Moreno, puesto, quien aunque está de pelea personal con el cómplice de las Farc Rafael Correa, también es cierto que Lenín Moreno no  ha renunciado a su ideario marxista y al “reconocimiento político a la insurgencia colombiana”.

     En sexto lugar, la situación obliga al gobierno Duque a que el Estado colombiano llegue a ejercer control institucional en las zonas donde el gobierno Santos entregó la soberanía parcial a las Farc mediante la autorización de las cooperativas Ecomun, preconcebidas por los terroristas para construir mini estados independientes, que en sumatoria avanzan hacia la construcción del socialismo del siglo XXI, desde la periferia hacia el corazón geopolítico del país.

    Una cosa es el libre derecho de los colombianos a asociarse dentro de las leyes y el orden constitucional y otra muy diferente es la organización clandestina de redes político-organizativas del marxismo leninismo contra Colombia, con la circunstancia agravante que muchas de las regionales de Ecomún, coinciden con las áreas donde sigue vivo el narcotráfico, donde subsisten las supuestas disidencias y donde están las bases políticas históricas del partido comunista rural que ha apoyado a las Farc desde su nacimiento.

Pacto Farc-Santos En séptimo lugar, dentro de la revisión del pacto Farc Santos, es imperioso que los terroristas digan quienes son los miembros del Partido Comunista Clandestino, del Movimiento Bolivariano clandestino y de las milicias bolivarianas, pues en esos tres grupos delictivos clandestinos radicó por años la complicidad de redes civiles con las Farc, por lo tanto son corresponsables de los crímenes de las cuadrillas. Y eso nunca quedó claro en las conversaciones en Cuba.

      En octavo lugar, es importante que el gobierno Duque y la mal llamada derecha colombiana conciten desarrollo integral para aclarar ideas a los ilusos que engatusados con el populismo, cayeron en el error de votar masivamente por un candidato con ideas y procedimientos similares a los comunistas que han estancado el desarrollo integral del continente .

      En noveno lugar, obliga al nuevo presidente Iván Duque hacer una remezón estructural de los altos mandos militares. El Ejército como patrimonio de la nación, no puede seguir siendo lo que fue durante ocho años de santismo, en un comodin de la autopublicidad de un demagogo mandatario que hasta disfrazó un hijo de soldado para conseguir un premio Nobel de paz, con la venia silenciosa de sucesivos generales y almirantes, de quienes algunos siguen en servicio activo. Y obviamente Duque tiene que respetar a las tropas, para que nunca más se vuelva a escuchar la estulta frase que la lealtad de las tropas es con el mandatario de turno y no con el pueblo colombiano.

     En décimo lugar, Duque debe nombrar en el ministerio de Relaciones Exteriores a un canciller con cerebro, patriotismo y carácter, no a una secretaria personal de autopublicidad, a quien como contraprestación a su ineptitud se le mantiene en el cargo, para que se pensione con una jugosa mesada, sin importar su mediocridad personal y profesional frente a las agresiones de Venezuela, el intento de despojo nicaragüense al mar territorial colombiano, el irrespeto de sucesivos gobernantes ecuatorianos socios de los terroristas, y la ausencia total de políticas de fronteras.

      Además de las decisiones económicas y el rol normal del Estado, el anterior listado de diez puntos, resume los asuntos concretos de temas relacionados con la geopolítica, la defensa nacional, la paz con justicia y la proyección del país, para inducir a las juventudes a que miren hacia adelante y no hacia la paquidérmica y anacrónica concepción de los comunistas, que siguen pensando en retroceder al nefasto estatismo.

     Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

     www.luisvillamarin.com

       Especialista en geopolítica, estrategia y defensa nacional.

Reciba gratis noticias, articulos y entrevistas

* indicates required

Maintained and Created by: { lv10 }

LuisVillamarin.com, 2015©