Narcotráfico, reelección y orden público

Publicado: 2005-11-15   Clicks: 2624

      Publicado la página 17 del Periódico Acore el 25 de Octubre de 2005

      Narcotráfico, reelección y orden público

     El reciente pronunciaminto de la Corte Constitucional para avalar la reelección presidencial, la publicación de las denuncias de alias "popeye" y del periodista Alberto Giraldo, y el resurgimiento armado de la guerrilla contra unidades militares, marcaron la pauta de los acontecimientos políticos de los últimos días.

     La posibilidad de que el país reelija al carismático mandatario antioqueño, es un deseo compartido por la diáspora colombiana que también  espera de él, acciones concretas frente a los gobiernos de Estados Unidos, España y Francia para regularizar la situación de millones de compatriotas, sometidos a duros trabajos por no estar documentados.

     El fenómeno Uribe ya hace parte de la historia colombiana. Lo que no entienden sus detractores es que entre mas ataques, mayor será la aceptación popular de un hombre que por paradoja constituyó la escuela de la política participativa del constituyente primario, en contravía con su espírtitu autoritario, estilo parroquial e incansable voluntad de trabajo.

      Ni el cerebro del sangriento ataque terrorista contra el Palacio de Justicia, ni el eterno candidato del liberalismo oficialista, ni los veleidosos politiqueros que pretenden ocupar el solio de Bolívar, tienen el talante y el talento de Uribe Vélez. La colonia colombiana residente en Estados Unidos es 100% uribista. En España ocure algo similar.

      En este sentido el anuncio de la coalición de los contradictores de Uribe, es interpretada como una puñlada contra Colombia, pues de una u otra forma de gobierno 2002-2006, ha vendido la idea de que trabaja por reconstruir el tejido social colombiano. Entonces, quien torpedee ese proyecto está en contra de los intereses nacionales.

      A esa situación le cayeron como anillo al dedo las casi simultáneas publicaciones de los libros de "Popeye" y de Giraldo. En ambos casos el narcotráfico, actual gestor de la burbuja de la construcción urbana en Colombia, toca vacas sagradas y desenmascara verades que los colombianos conocíamos a medias.

      La descalificación de las denuncias del guardaespaldas de Escobar por algunos de los afectados, solo ha servido para corroborar que Alfonso López, el ilustre colombiano ensalzado hasta la saciedad por propagandistas de oficio, es el personaje mas nefasto que ha tenido la historia colombiana desde los años cuarenta hasta nuestros días.

      Por otro lado ha quedado en claro la incidencia del narcotráfico en la política, la debilidad de carácter e ingobernabilidad de las administraciones Betancur, Barco, Gaviria, Samper, Pastrana y la manipulación que los traquetos han dado al manejo de las leyes, por medio de la coacción o el soborno.

      Tantas realidades corroboran que Colombia cruza un difícil periodo histórico, cuyas consecuencias aún están por determinarse. Pese al Plan Colombia y a los ingentes esfuerzos humanos y monetarios, la verdad es que el narcotráfico está vivo y coleando. Detrás de él están los señores de la guerra: El narcotráfico y las Farc.

      Y con ellos están los "lavaperros", los testaferros, las oficinas de cobro, los distribuidores y demás delincuentes que se mueven con habilidad y connivencia en diferentes puntos del globo terráqueo. La industria del narcotráfico, principal responsable de la persistente caida del precio del dolar en Colombia, así digan lo contrario el gobierno y los sesudos economistas, especialistas en decir lo que se bebería haber hecho y no lo que debieron hacer antes que ocurrieron los sucesos negativos.

       En tercera instancia, las Farc han manejado con calma la situación para responder a la ofensiva gubernamental. Con los cabecillas alojados en las selvas venezolanas, panameñas, peruanas, ecuatorianas y brasileñas; dotados con ingentes ingresos derivados del narcotráfico y apadrinados políticamente por gobiernos de izquierda interesados en torpedear a Estados Unidos; los terroristas han eludido el combate frontal, para golpear unidades descoordinadas.

       La guerra es la guerra y no puede conceder ninguna ventaja al adversario. Quien la concede pierde terreno.

      Las acciones armadas contra las tropas en Chocó y Risaralda, recordaron por momentos la laxitud de al administración Pastrana. Aunque la guerra es inpredecible por las condiciones intrínsecas, la opinión pública se formado muchas expectativas acerca de la efectividad de la estrategia de Uribe.

      Pero mientras no se combata el narcotráfico a fondo, seguirá el flujo de dinero subrepticio, el precio del dólar en picada, la burbuja de la construcción henchida y decrecerá la credibilidad del presidente de los colombianos.

     De aprobarse la ley de garantías con favorabilidad a la reelección de Uribe, es indudable que él será el seguro ganador, pues así como el actual Presidente de los colombianos aparece como un director de orquesta con demasiado talento frente a sus músicos, también es cierto que no hay entre los candidatos, y menos entre los contradictores, quien de la talla.

     Ni el responsable del asalto al Palacio de Justicia, ni los siempre resentidos izquierdistas, ni el eterno candidato del partido liberal están a la altura de las circunstancias.

     Pero lo importante de todo es que con Uribe reelecto o no, quien ocupe la primera magistratura de la Nación, está llamado a gobernar, gobernar y gobernar, para reencauzar el sendero de los colombianos.

Obras del coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

     

Reciba gratis noticias, articulos y entrevistas

* indicates required

Maintained and Created by: { lv10 }

LuisVillamarin.com, 2015©