Publicado en el Diario El Tiempo de Bogotá en diciembre de 2009
Por enésima vez, el terrorismo comunista apuñala la ilusión de paz del pueblo colombiano. El audaz secuestro y macabro asesinato de Luis Francisco Cuéllar Carvajal, Gobernador del Caquetá, corrobora que los terroristas de las Farc y sus secuaces Lula, Chávez, Correa, Evo, Lugo, Ortega y la dictadura cubana, así como los miembros del Partido Comunista Clandestino incrustados en los mal llamados "Colombianos por la Paz", están interesados en esclavizar a Colombia y no en la auténtica paz.
Prueba de ello es que los mandatarios comunistas, se hacen los de la vista gorda, siguen alojando bandidos en sus países, evitan la obligación política y moral de declarar terroristas a las Farc. En contravía, siguen o con los "buenos oficios de Lula" o con la grotesca patanería del pelafustán de Caracas, o la marrulla siniestra de Correa. Entretanto, los mal llamados colombianos por la paz recurren o al estupidez funcional de Daniel Samper elogiando a Piedad Córdoba y criticando al gobierno nacional por comprar armas para combatir a los terroristas, y, de paso pidiéndole a Chávez que no eclipse con su guasonería, la para los anti reeleccionistas, rutilante estrella política de la candidata presidencial de las Farc y del gobierno pro terrorista venezolano.
De remate, los ineptos ex presidentes César Gaviria, Ernesto Samper y Andrés Pastrana, desvergonzados y cínicos, tienen la cachaza de salir a los medios de comunicación a criticar a quien ha hecho todo lo que ellos fueron incapaces de hacer.
A ese coro se unen columnistas de opinión idiotizados por la miopía característica de las camarillas politiqueras que tienen a Colombia sumida en el limbo socio-político y quién lo creyera, muchos de los magistrados de las altas cortes, olvidados de sus funciones constitucionales y del trabajo por el que reciben la paga con los impuestos que aportamos los demás colombianos, se convirtieron en partidos de oposición y voceros de los ineptos ex presidentes enunciados.
El país y los colombianos decentes que somos la mayoría, esperaríamos que estos personajes nacionales e internacionales, se pronunciaran con vehemencia frente a un crimen tan atroz, como el secuestro y posterior asesinato del Gobernador del Caquetá, quien murió degollado a manos de sus captores.
Pero, no sucede nada al respecto. Lula y su combo de cómplices farianos se hacen los desentendidos. Danielito el travieso y su combo de estultos al servicio de los intereses siniestros del Partido Comunista Clandestino de las Farc, se hacen los socarrones y callan con complicidad absoluta frente a esta atrocidad.
Los tres ex presidentes aludidos, ni rajan ni prestan el hacha. Los columnistas de opinión anti uribistas, callan con aberrante frialdad. Y los magistrados enemigos del actual mandatario, siguen más interesados en torpedear al presidente Uribe, que en buscar que los asesinatos cometidos por las Farc sean calificados como crímenes de lesa humanidad para que no prescriban.
Mientras tanto, la sociedad colombiana observa atónita tanta desvergüenza y tanta corruptela e ineptitud de quienes deberían ayudar a defenderla.
Es hora que el Partido Comunista Colombiano y su brazo armado que son las Farc, sean denunciados penalmente ante las cortes internacionales, por estos crímenes.
Es oportuno que la Cancillería salga del letargo y actúe en consecuencia. Que las Ong´s tan preocupadas por "empapelar" militares o policías por supuestas violaciones a los derechos humanos, se pronuncien y apoyen esta cruzada por el bien de Colombia y la necesidad de enjuiciar a quienes secuestran y asesinan seres humanos.
Recuérdese que estos terroristas son los mismos responsables del secuestro y posterior asesinato de los tres indigenistas norteamericanos; del secuestro y la cobarde masacre de los diputados del Valle; del secuestro y asesinato a sangre fría del gobernador de Antioquia el ex minsitro de Defensa Echeverry Mejía, sumados a los asesinatos en cautiverio del mayor Julián Guevara y del cabo Peña y muchos otras víctimas, situación a la que por desgracia se adhiere el terrorismo interno descrito por desertores de las Farc en diversos escenarios nacionales e internacionales.
Es el momento propicio para que los despistados miembros de la bancada demócrata estadounidense encabezados por Nancy Pelosy y la señora Clinton, se bajen de la nube en que están subidos. Que dejen de creer los cuentos chinos de los mamertos que viajan a Washington a despotricar del gobierno nacional mientras aquí conspiran con las Farc para meter a Colombia en el redil de Lula, Chávez y los demás bandidos comunistas.
Sea propicia la ocasión para renovar la actividad iniciada por los organizadores de la marcha del 4 de febrero de 2008, en al que Colombia manifestó el abierto rechazo a todas las prácticas terroristas de las Farc. Es el momento adecuado para que los profesores universitarios orienten a los jóvenes por el sendero de la lógica y la sensatez.
Y es hora que como le preguntó Claudia Gurisatti al terrorista dominicano Narciso Isa Conde, que los mal llamados colombianos por al paz y los politiqueros anti uribistas, a quienes se les llena la boca invocando a "mi comandante" Chávez, digan con claridad si hablan a nombre de ellos o a nombre de las Farc.
No solo Colombia, sino el mundo entero espera que los gobiernos comunistas de la región, los supuestos colombianos por la paz, y los ineptos ex mandatarios colombianos, so solo se manifiesten al respecto, sino que actúen con hechos que coadyuven a la judicialización internacional de los terroristas. Es el futuro de Colombia el que está de por medio. No solo los mediocres intereses personales de estos secuaces directos e indirectos de las Farc.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
www.luisvillamarin.com
Analista de asuntos estratégicos