Análisis del conflicto colombiano
La consuetudinaria desvergüenza y reiterativa ausencia de patriotismo del expresidente Ernesto Samper parecerían no tener límites. A sus acostumbrados desatinos y faltas de respeto con la institucionalidad colombiana, Samper agrego uno nuevo:
Que por medio de una leguleyada barata, el gobierno nacional de gusto a las Farc, a los padrinos políticos de los terroristas y a los alebrestados indígenas de retirar las tropas de las zonas donde habitan etnias descendientes de aborígenes mezclados con muchos mestizos que por conveniencias mutuas se hacen pasar por aborígenes.
La folclórica e irresponsable propuesta de Samper, de quien por el inmerecido honor de ser expresidente, se debería esperar algo más serio y sensato, articula elementos de estulticia funcional, cinismo, politiquería, demagogia y connivencia, no se sabe si consciente o inconsciente, con los planteamientos y proyectos del plan estratégico de las Farc.
Las agresivas y sediciosas actuaciones de algunos indígenas en el Cauca contra el Ejercito Nacional, no son hechos aislados o circunstanciales. Son el producto de una estrategia integral correlacionada con el proyecto bolivariano de las Farc, encaminado a establecer una zona liberada en el suroccidente del Pacífico colombiano alrededor de Cali.
No es una simple protesta de indígenas maltratados por siglos. Sin duda los indígenas no llegaron solos ni de manera espontanea, para agredir a las tropas, imponer su propia autoridad de hecho, desconocer las leyes colombianas en lo que favorezca su intención geoestratégica y geopolítica a largo plazo, pero en contraste utilizar esas mismas leyes para sacar partido.
Esto es el resultado de cinco decadas de calculada infiltracion y metódico adiestramiento de metodologia de lucha de clases y revolucion marxista leninista, conducida por Tirofijo, el sargento Pascuas y luego por Pablo Catatumbo dentro de estas comunidades.
Esa actuación amañada y de doble faz, orquestada por los cabecillas de las Farc y sus cómplices con el dócil acatamiento de líderes indígenas proclives -o de pronto aunque improbablemente engañados- y masas de aborígenes manipulados, explicaría la actividad belicosa de las Farc en el departamento del Cauca, las destempladas declaraciones del monseñor despistado de Cali que consideró a Cano un "pobre viejecito sin nadita que comer", la evidente presencia del brazo político de las Farc alebrestando retomas de tierras y cambios de facto en la constitución, así como el calculado traslado de Alfonso Cano al norte del Cauca donde fue abatido.
La propuesta de Samper además de folclórica es peligrosa en grado sumo para la integridad territorial, la soberanía nacional y la continuidad del Estado. No por el reconocido cinismo de su gestor, sino por los alcances de la misma y por la desafortunada coincidencia, con la intención estratégica de las Farc, de liberar zonas, vincular grandes masas poblacionales a la revolución comunista armada derivada del papel dado por Jacobo Arenas a las guerrillas como estimulo a la subversión e insurrección final.
Mientras mediante un acto demagógico y desmedido de protagonismo populachero, el cuestionado expresidente pretende tapar con maniobras publicitarias su desprestigiado pasado político, las Farc serian las ganadoras, pues la falacia que al retirar las tropas de los de los resguardos los indígenas sacarían también a las Farc, es un cuento de hadas que no lo cree nadie, y es una sugerencia tramposa que no merece ni siquiera ser mencionada.
Máxime que los hechos coetáneos con estas acciones agresivas de los indígenas, corroboran la intencionalidad estratégica preplaneada por parte de los comunistas armados y desarmados alrededor del asunto, tales como:
Mesa de negociaciones para pedir a toda costa que no sean judicializados los indígenas que perpetraron la violenta asonada contra los soldados en una base comunicaciones del Ejercito, proyecto de la marcha indígena sobre Bogotá con el obvio contubernio de Petro, desaforada propaganda en diversos países por parte del Frente Internacional de las Farc, declaraciones de solidaridad publicitarias de ¨lideres” de movimientos sociales de no muy clara tendencia, etc.
Es propicio el momento para que alguien recuerde al país y al señor Samper, que las Farc tienen un plan estratégico trazado por el partido comunista y los cabecillas del secretariado a lo largo de varias décadas; que lo están cumpliendo, y que el débil e ineficiente mandato presidencial 1994-1998, hace parte de la cadena de errores políticos y estratégicos que llevaron a Colombia y al Cauca a la actual crisis.
Por ende la solución no es ceder a las intenciones de los terroristas, que con argucias manipulan los intereses de los indígenas, sino aplicar la constitución y las leyes colombianas en todo el territorio nacional, incluidos los resguardos indígenas. No vulnerarlas.
Pero hay algo más: Se trata de una Constitución y unas leyes que a juzgar por los hechos históricos, al parecer tampoco fueron cumplidas por el señor Samper durante su mandato, porque todo fue a sus espaldas.
Coronel Luis Alberto Villamarin Pulido
Analista de asuntos estratégicos
www.luisvillamarin.com
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