Editorial N° 43
El general Luis Mauricio Ospina Gutiérrez, comandante del Ejército Nacional, puso puntos sobre las íes, aclaró dudas, explicó al país lo que están haciendo nuestros soldados en pos de la paz, la seguridad y la institucionalidad, y, recordó el infatigable, pero a veces poco reconocido sacrificio de las tropas en defensa de la nación. Puntualizó entre otras cosas:
Gran escollo para avanzar hacia la paz con los grupos terroristas, es que siguen atados a economías ilegales. Ambición irrefrenable por controlar negocios de coca y marihuana creppy. Mientras las cuadrillas de Iván Mordisco persistan en el narcotráfico, es casi imposible que se comprometan con un proceso de paz.
Buscando ventajas para fortalecerse. Aunque Petro dispuso captura de Iván Mordisco, si el terrorista ofrece resistencia armada o ataca a las tropas, recibirá respuesta militar contundente. Eln sigue empecinado en secuestros extorsivos. Se han realizado exitosas operaciones militares que les han impedido lograr el criminal objetivo.
No obstante, continúan varias personas secuestradas. Cese al fuego con terroristas encabezados por Iván Mordisco, es polémico porque han cometido 600 infracciones a lo pactado. Siguen agrediendo a la población civil con minas antipersona y trampas explosivas, argumentando intención para detener avance del Ejército.
Entretanto, el Eln utiliza a pobladores civiles para instalar trampas similares, lo cual ocasiona graves afectaciones a quienes manipulan mal los explosivos y se les activan con letalidad incluida. Igual que en otras conversaciones de paz, los grupos armados recurren a propaganda terrorista para buscar ganancias estratégicas y políticas, presionando para que el Estado ceda ante sus pretensiones.
Los cabecillas de la Segunda Marquetalia, aducen estar interesados en la paz total, pero en las últimas operaciones de las Fuerzas Militares evidencia lo contrario.
Conservan mentalidad delictiva. Pese a su longitud y porosidad, El Ejército Nacional apoya todos los esfuerzos oficiales y diplomáticos de Colombia, para garantizar la seguridad binacional en la frontera con Venezuela.
Igualmente sucede en la frontera binacional con Ecuador, pues el problema del narcotráfico y grupos armados ilegales es notorio en ambos países. La expansiva intención estratégica del clan del Golfo es llegar inclusive a las áreas donde delinquen las Farc y el Eln, para disputárselas y quedarse con el negocio del narcotráfico.
Sin excepción, todos los grupos narcoterroristas continúan reclutando menores para sus estructuras armadas. El Ejército ha recuperado a varios de ellos y los ha entregado al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Asonadas de pobladores civiles contra soldados que van a erradicar cultivos ilícitos o a capturar delincuentes en zonas donde se cultiva coca o marihuana, son urdidas por grupos narcoterroristas.
Campesinos e indígenas que osan de revoltosos en esos eventos, son instrumentalizados.
El Ejército cumple la misión constitucional y los resultados operacionales así lo demuestran a lo largo y ancho de la geografía nacional. Síntesis: Claras, precisas, respetuosas y profesionales declaraciones del general Ospina, recuerdan a los colombianos, que nuestro Ejército ha sido, es y será siempre, patrimonio moral de la nación, garantía de seguridad, referente de tranquilidad y que, como tal, requiere del respaldo total de la nación, porque los gobernantes pasan, pero la Fuerza Militar Terrestre continúa al servicio de la Patria.
Les hablo Luis Alberto Villamarín Pulido