Analisis de los Simulacros de Guerra Contra el Narcoterrorismo en Colombia

Publicado: 2003-08-01   Clicks: 2659

Por Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

Escritor estratega

Publicado en la Revista Military Review del Ejército de  Edición Hispanoamericana el 01 de julio de 2003

Centro de Armas Combinadas, Forth Leavenworth Kansas USA

 

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  EN LA MEDIDA que las organizaciones armadas irregulares incrementan el poder relativo de combate, el Ejército colombiano se ha visto abocado a perfeccionar técnicas procedimentales para el empleo de los estados mayores y planas mayores en operaciones irregulares, antes denominados puestos de mando y ahora juegos de guerra, los cuales pueden desarrollarse en forma de ejercicio académico con los alumnos de los cursos de ascenso, o como mecanismo de planeación en las unidades operativas menores.

      La inmersión de las guerrillas comunistas y las autodefensas ilegales en los laberintos del narcotráfico, imprimió una dinámica novedosa a la preparación y ejecución de las operaciones irregulares e inclusive a la doctrina del Ejército en campaña, pues se juntaron una serie de factores que en determinados momentos confunden el accionar de la delincuencia común con los actores armados del prolongado conflicto, sumados a la permanente presencia de la población civil en las zonas de operaciones.

      A manera de examen genérico este escrito pretende evaluar la incidencia de la evolución del conflicto en las diferentes áreas del régimen, administración, instrucción, mando y operaciones militares, con el fin de aportar luces a los lectores acerca de la aplicación en el ámbito potencial del fenómeno, en ambientes socio-políticos permeables a las ideas subversivas o la incidencia del narcotráfico, como es el entorno geopolítico y geohumano de buena parte de los países latinoamericanos.

 

     Manejo de Personal

      Pese a la prolongada persistencia de la guerra antisubversiva mezclada con la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, no ha sido tarea fácil para la academia militar colombiana, establecer patrones fijos para determinar los cálculos de bajas propias o adversarias. Los estimativos que se manejan en los ejercicios con la computadora, corresponden a promedios ponderados de los últimos resultados operacionales, o a la sumatoria de exitosas acciones masivas verbigracia la Operación Berlín o los contraataques por escaladas terroristas de las guerrillas o ante sangrientas incursiones de las autodefensas contra blancos civiles.

      El cálculo de las bajas propias para determinar el número de reemplazos, se fundamenta en los guarismos resultantes de los combates de encuentro o de emboscadas de complemento al asalto de municipios. No obstante no se puede cuantificar la fuerza adversaria que los ejecuta, pues un solo hombre vestido de campesino está en capacidad de operar con resultados letales un campo minado irregular, sembrado sobre las vías de aproximación o en las zonas escogidas para probables aterrizajes de helicópteros.

      En ese orden de ideas ni el nivel táctico ni el nivel estratégico operativo, aciertan en más del 80% de los cálculos de bajas, mientras que en los demás campos del manejo de personal los estimativos son más exactos,  sumado a que la presión de la guerra virtual, no impideque el oficial de personal sea siempre eficiente en eldesarrollo de las demás funciones propias de su cargodurante los exigentes ejercicios de guerra sobre los mapasy frente a la tecnología de punta.

     Inteligencia y Contrainteligencia

     Para determinar la capacidad de más probable adopción por parte del adversario específico, el oficial de inteligencia debe examinar la intención estratégica y los planes generales del adversario, pues es bien sabido que las escaladas terroristas se planean y ejecutan a escala nacional y no regional o local, pues esa fase ya fue superada por los agentes armados del conflicto. En ese sentido es fundamental tener en cuenta documentos básicos como los resúmenes de la más reciente conferencia guerrillera, el plan político-militar del bloque al que pertenecen los frentes guerrilleros que actúan en la jurisdicción propia, la cantidad y calidad de grupos de autodefensas ilegales existentes en la zona, los centros urbanizados, las vías de comunicación y de contacto con las principales ciudades, el modus operandi, la producción de hoja de coca, marihuana o látex de amapola, cantidad de particulares secuestrados actuales y potenciales, informes de inteligencia disponibles acerca de ingresos de armas, explosivos y municiones; documentos incautados, historia de cada cuadrilla en particular y desde luego los informes de entrevistas a desertores o capturados.

      El acumulado de la investigación demuestra que el oficial de inteligencia debe sugerir al comandante dos capacidades de más probable adopción, una relacionada con la línea armada de acciones combativas y la otra relacionada con el trabajo político de los irregulares dentro de la masa civil que en la actualidad realiza el partido comunista clandestino o movimiento bolivariano. De esa manera el oficial de operaciones recibe de la inteligencia militar suficientes herramientas para diseñar cursos de acción flexibles y plantear prioridades.

 

    Organización y Operaciones

     Los actuales juegos de guerra capacitan oficiales de grado mayor para desempeñar el cargo de comandante de batallón de contraguerrillas, tenientes coroneles comandantes de unidades tácticas o técnicas, oficiales de operaciones para brigadas y divisiones, al igual que comandantes de unidad operativa menor; en el planeamiento, ejecución y seguimiento de operaciones sostenidas de contraguerrillas, contra insurgencia o especiales de comandos terrestres, en ambientes matizados por la presencia de autodefensas ilegales, grupos de delincuentes comunes, narcotráfico y escasa acción gubernamental para paliar sentidas necesidades sociales de comunidades expuestas al reclutamiento engañoso de los actores

armados del complejo conflicto.

      Es más práctico redactar los cursos de acción con base en la variable donde, pues en la medida que la situación se desarrolla y actúa la inteligencia militar, el comandante de las tropas se ve forzado a flexibilizar el dispositivo, en ocasiones a fraccionar las unidades dentro del área de responsabilidad, correr riesgos calculados, revaluar misiones a unidades subordinadas, cambiar el centro de gravedad de las operaciones, volver a orientar el esfuerzo de búsqueda, enviar patrullas de inteligencia a verificar informaciones, efectuar relevos de posiciones, conducir maniobras de engaño y realizar incursiones sorpresivas terrestres sobre objetivos rentables, las más de las veces para despejar dudas y orientar el esfuerzo de búsqueda.

      La labor del oficial de operaciones en la computadora durante los juegos de guerra es la misma sin mayores cambios en los puestos de mando de áreas de combate. Siempre estará enfocado a cotejar informaciones con el oficial de inteligencia, valorar los impactos sicológicos de la estrategia adversaria, planear campañas coordinadas de acción cívico-militar, revaluar el dispositivo y por ende reestructurar los cursos de acción.

     Logística

      El apoyo logístico en ambientes operacionales de guerra irregular se complica debido al permanente riesgo que tienen los abastecedores de caer en trampas o emboscadas o lo que es peor de delatar la presencia de las tropas y por ende sacrificar el secreto de la operación. El juego de guerra en la computadora obliga a los planeadores a recurrir a ingeniosos métodos de flujo logístico, que en lo posible se confundan con la vida normal de la población civil residente en el área de operaciones, para no despertar sospechas y además para familiarizar todo el componente militar con los principios fundamentales de la guerra como son la seguridad, el secreto y la sencillez.

  

      Guerra Sicológica y Acción Cívico-Militar

       Pese a la longevidad del conflicto colombiano, ni la acción cívico-militar ni mucho menos la guerra sicológica han tenido aplicación integral a las operaciones ofensivas de contraguerrillas. Las razones son muchas, comenzando por la prevención de algún sector de la dirigencia política para comprometerse de lleno en la solución al conflicto o al temor infundado en la década de los sesenta que permitir el protagonismo del Ejército equivalía a perder caudal político.

       Día a día es más necesario incluir intensos ejercicios de guerra sicológica en los juegos de guerra, pues en este campo los agentes generadores de violencia, desarrollan a toda hora intensas campañas de desprestigio, guerra jurídica, propaganda armada y verbal, tienen emisoras clandestinas, hacen pequeñas reuniones con los campesinos, reclutan labriegos, involucran los miembros del partido comunista clandestino en las redes de milicias bolivarianas y populares y con esa población civil cooptada, organizan corredores estratégicos así como estructuradas redes de inteligencia y contrainteligencia.

       El punto crucial del respeto de los derechos humanos de prisioneros y pobladores civiles, es algo que se trabaja con cierta intensidad en los juegos de guerra, pero que demanda mayor actividad, pues es por medio de la propaganda y la estrategia integral de acciones políticas a escala nacional e internacional, que las guerrillas ganan espacio político y de agresores se convierten en víctimas.

     Conclusiones

      La guerra irregular contra el narcoterrorismo es impredecible. Solamente la preparación concienzuda en el concepton estratégico, la maniobra táctica y el dominio de los aspectos propios de la guerra sicológica facilitan al oficial comandante de tropas o miembro de planas y estados mayores en operaciones, tener una visión más clara de lo que debe hacer desde su área de responsabilidad para la conducción acertada de las operaciones ofensivas contra los diferentes actores armados del conflicto.

     Es necesario eliminar las redes del narcotráfico para  así derrotar la guerrilla y las autodefensas. Inclusive es necesario estimular la policía local para que aumente los controles y acciones proactivas en la lucha contra la delincuencia organizada que también oxigena los actores armados del conflicto.

     Cada ambiente operacional es diferente en Colombia. Las operaciones deben conducirse de diferentes maneras de acuerdo con la configuración geográfica del terreno, la importancia geopolítica de la zona, las relaciones geohumanas y las riquezas específicas de cada región.

     Es diferente operar en los paramos a más de 4000 metros de altura, que en las llanuras o las selvas ubicadas sobre el nivel del mar. En ese sentido los juegos de guerra deben tener en cuenta esas consideraciones y experiencia acumulada en el pasado.

      Todas las actividades operacionales y administrativas tiene el sello de operaciones militares de alto riesgo. La irregularidad del adversario hace que este se confunda con la población civil y que tenga la capacidad permanente de observar y espiar sin ser visto o detectado.

      El conocimiento preciso del enemigo no es obligación exclusiva del oficial de inteligencia sino un hecho mandatario para todos los oficiales del estado mayor, al igual que para los comandantes de batallón y compañía.

      La guerra de guerrillas es variante y de nivel táctico, pero está entrelazada de manera muy sólida con la dirección e intencionalidad estratégica del partido político y los cabecillas que la dirigen.

    Puntos de Enseñanza

     La flexibilidad de los dispositivos en los teatros de operaciones o zonas de combate, demanda excelente coordinación del componente C4. Comando para dirigir

con cautela y precisión. Control para sincronizar ajustes del dispositivo y actividades administrativas o logísticas.

     Comunicaciones para articular el movimiento y las misiones. Computadoras para sintetizar la información y

transmitir órdenes e instrucciones permanentes.

     Como no se puede separar la estrategia integral del adversario con lo que sucede en cada teatro de operaciones

específico, es imperioso que los oficiales desde comandantes de compañía hasta comandantes de brigada, tengan claros la capacidad de más probable adopción del enemigo en la respectiva jurisdicción y trabajen a partir de ese criterio tanto en los juegos de guerra como en las operaciones sobre la carta y en el terreno. La literatura existente acerca de las simulaciones para operaciones de guerra irregular es aun insuficiente en Colombia y por lo tanto sujeta a mejoría permanente.

      Los esbozos que aporta este escrito son apenas una aproximación teórica para definir procesos que tarde o temprano deben ser dominio profesional por otros ejércitos del hemisferio. La guerra sicológica es un arma poderosa para quien mejor la maneje en escenarios de guerra revolucionaria más aun cuando esta es matizada con narcoterrorismo. Ello implica mucha práctica de la misma en los juegos

de guerra. Lo aprendido en el campo de batalla se complementa con los ejercicios en la sala de guerra, e indican a los ejércitos latinoamericanos que la ayuda del gobierno de los Estados Unidos es una parte pero que el esfuerzo principal corresponde a cada país.

       Aunque se debe mirar con perspectiva de la intencionalidad estratégica, la solución está en al ejecución de operaciones exitosas en el orden táctico es decir en cada área de responsabilidad. Por lo tanto los juegos de guerra deben planearse en los dos niveles y ejecutarse sincronizadamente.

      La evolución del conflicto colombiano vincula cada día más a las Fuerzas Militares en su conjunto. Durante los últimos cinco años la Fuerza Aérea ha alcanzado especial preponderancia en el apoyo a operaciones de superficie.

      Igual sucede con la Infantería de Marina y las operaciones de interdicción en altamar de la Armada Nacional. En aquellas jurisdicciones donde coincide la presencia de las tres fuerzas militares es imperioso realizar operaciones conjuntas tanto en el tablero como en el terreno, decantarlas, mejorarlas y someter los estados mayores integrados a resolver situaciones imprevistas pero eventuales en un tipo de guerra donde siempre prima el factor sorpresa.

      El oficial de inteligencia debe evaluar y sugerir dos capacidades de más probable adopción por parte del adversario. En ese orden de ideas el oficial de operaciones debe formular cursos de acción flexibles susceptibles a combinar las variables cómo y dónde.MR

 

        El coronel (Retirado) Luis Alberto Villamarín Pulido, oficial del arma de ingenieros del Ejército Colombiano, con más de 25 años de experiencia acumulada en conducción de operaciones de contraguerrillas. Es autor de 10 libros relacionados con la violencia en Colombia. Miembro de la Academia de Historia del Huila, estudios de ciencias políticas en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, columnista invitado de diversos medios de comunicación, analista estratégico para Impacto Latino en Londres y Radio Internacional en Nueva York, recientemente galardonado con el 2003 Latino Literary Awards por el Hall of Fame of Latinobooks Festivals con el premio The Best History Book por la obra “La Silla Vacía”, que analiza el fracasado

proceso de paz del presidente Andrés Pastrana con las FARC.

 

 

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