Análisis del conflicto colombiano
El retiro por razones médicas de Timochenko como candidato presidencial de las Farc, no altera las intenciones del grupo terrorista para conseguir el gobierno de transición hacia el socialismo, pues su propósito gravita alrededor del dinero del narcotráfico y la minería ilegal, para aumentar el número de las curules entregadas en Cuba por el gobierno colombiano, lograr las 16 curules de integrantes de los “movimientos sociales” adscritos a las Farc como supuestas víctimas del conflicto que no fueron aprobadas en el Congreso colombiano y fortalecer las estructuras políticas de la marcha patriótica donde militan los cuadros izquierdistas afines al ideario marxista-leninista de las Farc, para cooptar una alta votación, apoyar al candidato de izquierda que obtenga mayorías y buscar allí el gobierno de transición, puntualizó el coronel de la reserva activa del Ejército de Colombia, en entrevista vía Skype con la periodista Alejandra Orá del programa matinal Café CNN en español, el 8 de marzo de 2018.
Asimismo, el entrevistado aseguró que:
1. La candidatura presidencial de Timochenco era una actividad simbólica pues las Farc son conscientes del ingente repudio del que son blanco. Tarde o temprano, por una razón o por otra, las Farc renunciarían a tener este candidato presidencial para dejar a sus bases políticas la oportunidad de votar por su verdadera candidata cercana a la marcha patriótica.
2. Uno de los tantos errores de los negociadores del gobierno con las Farc en Cuba, fue no haber exigido la identificación plena de los integrantes del Movimiento Bolivariano Clandestino y del Partido Comunista Clandestino, incrustados en las llamadas “organizaciones sociales” y que ahora hacen política abierta sin haber respondido por los delitos que cometieron al ser cómplices de las Farc en las zonas de influencia del grupo ilegal.
3. Despúes de la firma del pacto Farc Santos, se ha evidenciado que las supuestas disidencias de las Farc están coaccionando a los campesinos cocaleros del Putumayo, Caquetá, Nariño, Cauca, Valle Chocó, Catatumbo, Urabá, Bajo Cauca, Arauca, etc, para exigir la erradicación manual de la coca, y de contera allí están las bases políticas de los votantes por las Farc y sus grupos de fachada en los próximos comicios electorales.
4. A los cabecillas de las farc convertidos ahora en dirigentes políticos no les importa el repudio y el rechazo que el pueblo colombiano profesa por ellos, pues ese sentimiento es tan antiguo como la existencia de las Farc. Son como Isis, Al Qaeda, o los talibán. Les interesa ganar espacio geopolítico y conseguir legitimación del establecimiento, no del pueblo, para posicionarse en cargos desde los cuales puedan seguir construyendo el socialismo del siglo XXI.
5. Es importante poner atención a las llamadas cooperativas Ecomún. Además de un evidente espacio para lavar dinero derivado de diversos delitos, las farc logaron que el gobierno les aprobara una cooperativa múltiple a nivel nacional, mediante la cual no solo lavan activos sino que incorporan a muchos campesinos para voten por sus candidatos en los comicios.
6. Por ahora el afán de las Farc no es conseguir la silla presidencial, sino posicionarse fuerte en el congreso para buscar leyes que fortalezcan su pacto particular con Santos, propender por la desarticulación de las Fuerzas Militares y seguir desarrollando de manera sistemática y progresiva la revolución socialista en Colombia. Desde la periferia hacia el núcleo del poder central en la capital del país.
7. En consecuencia, lo más obvio es que será Piedad Córdoba quien recogerá las banderas electorales de las Farc, pues para nadie es secreto que su base política está en la marcha patriótica. Su objetivo no es ganar las elecciones presidenciales sino acumular un alto índice electoral para negociar cargos sensibles con el presidente electo en mayo, y si es de izquierda mejor para sus planes, porque le apuntarán al gobierno de transición. Ese es el bosquejo del plan. Que lo logren o no, depende del electorado colombiano y de la transparencia de los órganos de control electoral.
El coronel Luis Alberto Villamarín es autor de 33 libros relacionados con Geopolítica, Estrategia y Defensa nacional, entre los que se encuentra Pacto Farc Santos, en el cual analiza desde los puntos de vista geopolítico, geoestratégico, de objetivos nacionales y de técnicas de negociación las consecuencias negativas que vinieron para Colombia con la aceptación de las imposiciones del grupo terrorista a los delegados del gobierno nacional en La Habana.