Plan estrategico de las Farc (II)

Publicado: 2007-07-05   Clicks: 2451

 

 

Por coronel Luis Alberto Villamarin Pulido

Publicado el 5 de Julio 2007 9:28 PM

http://www.eltiempo.com/blogs/analisis_del_conflicto_colombiano/2007/07/plan-estrategico-de-las-Farc-I.php

     A partir del criterio doctrinario de la combinación de todas las formas de lucha, el plan estratégico de las Farc abarca tres componentes definidos, concatenados e interdependientes, que en su conjunto apuntan a la construcción y fortalecimiento de una fuerza armada irregular, cuyo objetivo final es la toma violenta del poder para instaurar en Colombia una dictadura totalitaria y luego irradiar la revolución socialista hacia los países del entorno, o en el caso específico articular los procesos socialistas iniciados por Chávez y Correa en Venezuela y Ecuador.

     El primer eslabón del plan general de las Farc es la estrategia armada. Es un meticuloso programa de desarrollo de las estructuras armadas clandestinas, proyectado a instalar una fuerza irregular capacitada para rodear la capital de la república y otras 29 ciudades, con el fin de estimular una insurrección generalizada que conduzca al partido comunista clandestino a la silla presidencial y ubique a los guerrilleros y las milicias bolivarianas en los cuarteles y puestos militares, como la nueva fuerza armada colombiana.

    El segundo eslabón es la estrategia financiera, enfocada en la obtención de dineros derivados del narcotráfico, el secuestro, las extorsiones, el lavado de activos y los réditos producidos por las inversiones realizadas por sus testaferros en la economía legal.

    El tercer componente es la estrategia política, subdividida en los frentes interno y externo. Dentro del territorio colombiano las Farc cuentan con la multiplicación propagandística de su accionar, apadrinado por el Partido Comunista clandestino y en el exterior, con el apoyo de los partidos comunistas o de organizaciones no gubernamentales encargadas de diseminar la propaganda, mediante información sesgada o tendenciosa.

    El trabajo político es la actividad mas importante dentro del plan estratégico de las Farc, pues se ejecuta a partir de la guerra política, subdividida en jurídica, económica, sicológica y de organizaciones.

    Es un incansable trabajo sistemático de desprestigio a las Fuerzas Militares que les han impedido la toma del poder, y una manipulada denuncia a los gobiernos de turno, con la venia de los idiotas útiles que ansiosos de protagonismo les hacen el juego, o se prestan para despropósitos verbigracia, las manipuladas denuncias del carente de autoridad moral senador Gustavo Petro en Washington o las amañadas peticiones de Piedad Córdoba en México.

     Un examen detallado a las tres etapas de desarrollo organizacional de las Farc, es decir el bandolerismo crónico, la politización izquierdista y el narcoterrorismo, pone de manifiesto varias realidades puntuales. 1. Terminado el luctuoso periodo de la estéril violencia liberal-conservadora, el partido comunista colombiano encontró el terreno abonado para iniciar el proceso subversivo actual. La disculpa era perfecta y sigue siendo la misma: La supuesta lucha a favor de las clases menos favorecidas y las desigualdades sociales.

     Pero, del dicho al hecho hay mucho trecho. Ni a los terratenientes, ni a las Farc les interesa una verdadera reforma agraria de fondo. A los primeros porque perderían su avariento poderío económico y la tradicional influencia política de los gamonales. Y a los comunistas, por que se les acabaría la razón con que justifican el terrorismo y la violencia subversiva. Entonces Colombia lleva la peor parte, porque sigue sumida en el atraso, el subdesarrollo, la falta de oportunidades y empeñada en combatir una guerrilla terrorista que no deja desembotellar zonas de alta potencialidad económica.

     2. No obstante que la agresión es contra Colombia en su conjunto, ni la dirigencia política, ni los gremios económicos, ni la academia, ni los medios de comunicación, ni la iglesia católica, ni el grueso de la población civil afectada, han entendido la magnitud del problema. Cada quien lo ha visto desde su óptica, pero lo que es peor, como quiere verlo y no como es. Aunque el Ejército es la institución que tiene mas claro, cual es la dimensión del problema y los eventuales alcances de la metodología subversiva para erosionar el estado, no todos sus miembros conocen a fondo el tema. En ese orden de ideas, el conflicto se ha tornado crónico y se ha visto como un problema entre militares y guerrilleros, cuya solución es asunto exclusivo del presidente de la república. Pese a haber padecido efectos de la guerra, casi nadie se siente tocado por el problema, e inclusive se dice de manera irresponsable: “somos población civil ajena al conflicto”.

      3. El desconocimiento de la estrategia de las Farc, ha ocasionado disimilitud de los gobiernos de turno, hasta para calificar o definir a los guerrilleros. Guillermo León Valencia, Carlos Lleras, y Misael Pastrana, los llamaron “bandoleros” a secas. A partir del gobierno de Alfonso López hasta el débil mandato de Andrés Pastrana, se les llamó insurgentes. Y ahora el presidente Uribe los llama por el nombre que son: terroristas y narcotraficantes, pero comete el error de decir que no tienen sustento político, cuando en realidad son comunistas que aplican todas las estratagemas y ardides de la guerra revolucionaria sustentada en el axioma leninista según el cual el fin justifica los medios, y el narcoterrorismo cae como anillo al dedo a la lógica maquiavélica de las Farc.

     En síntesis, es imposible ganar una guerra de la cual se desconoce la estrategia adversaria y fuera de eso hay disimilitud para definir el tipo de enemigo que se combate. Es como diría Álvaro Gómez alejarse de lo fundamental.

 

Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

Analista de asuntos estratégicos

www.luisvillamarin.com

New York City

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