Presidente Santos: El Problema de corrupción en Fondelibertad exige que demuestre transparencia

Publicado: 2010-11-11   Clicks: 6409

    

      Presidente Santos: No nos vaya a decir a los colombianos que el hoy cuestionado manejo de Fondelibertad ocurrió a sus espaldas, o que es algo similar a las presuntas ejecuciones extrajudiciales de Soacha, en las que fueron retirados del servicio activo 27 oficiales y usted pasó intocable.

     Usted fue Ministro de Defensa y sabe  a la perfección quién es el señor Harlan Henao, que hoy está en el ojo del huracán.

   No aplique el mando al estilo del general René Pedraza Pélaez, un mediocre que se coló a general del Ejército. Este personaje muy corto, o mejor, escaso de neuronas, por ende incapaz de producir alguna idea inteligente, se apropiaba de las ideas de los demás, para luego vapulearlos escudado en su cargo y grado.

    De remate se apropiaba de los éxitos tácticos de quienes comandaban los batallones en la Tercera Brigada en 2001, pero cuando había algún fracaso o algún error, Pedraza era perfecto, todo lo había advertido con antelación y los ineptos eran sus subalternos.

     Hoy al ver los toros desde la barrera, concluyo que personajes ineptos y mediocres como Pedraza, que se han colado a generales con la venia de quienes los escogieron y ratificaron, son los responsables que el Ejército haya caido en mala prensa por casos aberrantes que denotan carencia de liderazgo y mala selección de personal, verbigracia un violador de niños,  las guacas de las Farc,  Guaitarilla, Jamundí, Piedras, etc, etc.

    Siniestros personajes como Pedraza Peláez  los cuales  se dan silvestres en la institución de vez en cuando, no son comandantes de tropas sino tiranos con los subalternos y arrodillados con los superiores. Distinguidos oficiales fueron victimas de su ineptitud profesional y marcada ojeriza, y en casos puntuales de los que existen pruebas, Pedraza cumplía la orden de sacarlos del servicio activo por instrucciones del general  Mora Rangel, otro personaje por el estilo... Dios los cría y ellos se juntan.

     Todo lo anterior para decirle Presidente Santos, que si el coordinador de Planeación de Acción Social de la Presidencia, Harlan Henao, renunció a su cargo tras las denuncias que hicieron varios medios de comunicación sobre su favorecimiento con contratos a conocidos y familiares, despilfarro de recursos y compras de equipos inútiles, mientras fue el director de Fondelibertad, entidad adscrita al Ministerio de Defensa; usted debe poner la cara al país, y exigir que una auditoria externa ojalá de la oposición, examine con lupa todas y cada una de las contrataciones de todos los sectores de Defensa Nacional que se hicieron bajo su dirección en el cargo de ministro del ramo.

    Por menos, en un "país civilizado" como Suecia, Dinamarca o Noruega, se habrían desatado renuncias y rodado cabezas de mayor nivel. La presunta corruptela que al parecer sucedió con Fondelibertad, no puede quedar en el olvido del trajinar diario del país.

   A todos los colombianos sensatos y medianamente instruidos "nos huele a tufillo de corrupción", el nombramiento de un ministro de defensa civil desde el gobierno de Gaviria, pues  en contraste con la supuesta filosofía de defensa política a la institución militar- la cual nunca se ha visto- lo que ha ocurrido desde esa época hasta hoy, es el incremento de politiqueros en diversos cargos del ministerio, el desmesurado crecimiento de la Superintendencia de Vigilancia, el gasto exagerado en asuntos intangibles en las oficinas del CAN, incremento de cargos de corbata llamados viceministerios y mucho mas; hechos,que conducen a concluir que la tradicionalmente corrupta dirigencia política colombiana, no  había saciado el voraz apetito burocrático de estar cerca de las chequeras públicas, mientras no tuviera el control total del manejo del presupuesto de defensa, para lo consabido y consustancial de quienes han manejado las finanzas públicas en Colombia durante casi dos siglos.

    Presidente Santos: no vaya a asumir la actitud estilo Pedraza Peláez,  en que usted es el bueno y  sus subalternos son quienes fallan. Colombia necesita claridad, máxime de su parte que como lo sabe muy bien, fue elegido no por ser el mejor candidato presidencial porque no lo había en el sonajero en que jugó; sino porque usted, muy al estilo tradicional de hacer política en el país, se autonombró heredero de las políticas uribistas. Entonces los colombianos le creyeron, y por lo tanto, votaron en contra de Chávez, en contra de las Farc y en contra de las estratagemas de Colombianos por la Paz; algo de lo cual ya hay muchas dudas y frustraciones debido a la presumible hipocresía mutua con el bocón vecino.

    Si queremos combatir la corrupción, enseñar a las generaciones venideras que los gobernantes son dignos de credibilidad y que obran con honestidad, usted debe abrir las puertas del Ministerio de Defensa, para que la oposición y los organismos de control revisen hasta el más minimo gasto en esa cartera, durante el periodo de su mandato y el de su sucesor Silva (puesto e impuesto por usted).

    De lo contrario seguiremos inmersos en escándalos mediáticos como los de las chuzadas, Agro Ingreso Seguro, Foncolpuertos, Chambacú, etc.

    No vaya a esperar a que la tormenta arrecie para tratar de ocultar las cosas con una cortina de humo, destapando los contenidos de los computadores de Jojoy, pues el manejo politiquero y a cuentagotas de esta información específica, también deja muchas dudas al respecto. No diga que es por la reserva del sumario, porque esa figura es casi inexistente en la vida política colombiana. Inclusive ameritaria un "Tiempo para el humor de Qac", si viviera Jaime Garzón.

    Por otro lado, piense que mientras al parecer la corrrupción esquilmó miles de millones de pesos del presupuesto nacional destinados al sector defensa, esos dineros hubieran servido para cubrir algo en lo que usted sigue haciéndose el desentendido, como es el caso del pago del retrasado IPC desde 1992 a los oficiales y suboficiales de la Fuerza Pública, o para corregir protuberantes fallas en el insuficuente y vergonzoso  servicio de sanidad militar.

    Además porque mientras campea la corrupción en las altas esferas del poder, unos cuantos delincuentes se han infiltrado a las filas militares, las tropas que combaten no están bien pagas, y el bienestar social de la Fuerza Pública es muy bajo.

    Así  su credibilidad decrece no solo entre los colombianos sino también entre las tropas, que lo pueden ver como un oportunista que los utiliza para fines egocentristas politiqueros, y no como el Comandante en Jefe que vela por recompensar su patriótico esfuerzo.

   

Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

  Analista de asuntos estratégicos

   www.luisvillamarin.com

 

Obras del coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

   

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