Semejanzas entre Hugo Chávez y Muammar El Gaddaffi

Publicado: 2011-03-22   Clicks: 4176

 

     Terrorismo internacional y geopolítica

    Los hechos hablan por sí solos. Hay muchas coincidencias y similitudes en las personalidades caudillistas, populistas y dictatoriales de Hugo Chávez y Muammar El Gaddaffi. Desde lo procedimental hasta lo histriónico. Desde lo chabacán hasta en la concepción de la política y las relaciones con los vecinos.

    Megalómanos y mitómanos, Gaddaffi y Chávez fueron intrascendentes militares de carrera, sin brillar como conductores de tropas, ni distinguirse en las lides académicas castrenses. Ambos eran del montón.

    Chávez sustenta su revolución continental en la distorsión y deformación de los ideales panamericanos del Libertador Simón Bolívar. Gaddaffi sustenta su revolución islámica regional y mundial en el Panarabismo y la interpretación personal del Corán, descrito en el Libro Verde de su autoría, quizás lo único en lo que no coinciden pues Chávez no tiene neuronas para escribir un libro.

    Los dos gobernantes tienen ambiciones dictactoriales y deseos de perpetuarse en el poder, sin importarles a cuántos compatriotas tengan que asesinar, torturar o encarcelar. Ambos apoyan el terrorismo y pretenden cogobernar en el vecindario para imponer el comunismo que les dicta su jefe natural, el anciano terrorista Fidel Castro.

     Por ende son enemigos declarados de Estados Unidos, de la libertad y de la democracia, pero en contraste vociferan ser libertarios, revolucionarios, y quien creyera: demócratas.

    Gaddaffi y Chávez aparecen relacionados en los computadores de Raúl Reyes como socios de las Farc y promotores del terrorismo en el hemisferio. Los dos mandatarios son socios ideológicos y procedimentales de los gobernantes proterroristas Daniel Ortega, Rafael Correa, Evo Morales, Raúl Castro y Dilma Rousseff, quienes de manera coincidencial han rechazado y cuestionado la acción de la ONU en Libia.

    Por parejo los dos personajes ejercen sus sueños dictatoriales en dos países ricos en petróleo y sus derivados. De manera coincidente son histriónicos, locuaces, cínicos, descarados y mentirosos. Pese a las evidencias demostradas de diversas maneras acerca de sus nexos con grupos extremistas en el mundo, Chávez y Gadaffi han utilizado farsas y actitudes fingidas de conciliación, para eludir sus responsabilidades, pero al poco tiempo han expresado su odio contra la democracia y su credo en el comunismo terrorista contra sus propios pueblos.

    Bajo sus mandatos, Libia y Venezuela son clientes asiduos para comprar armas a Rusia y ambos son amigos cercanos del poco ético líder ruso Vladimir Putin. Inclusive el gobierno venezolano condecoró a Gaddaffi en septiembre de 2009 y Chávez lo declaró el símil de Bolívar en el Africa.

   Cada uno por aparte en su respectiva región, ha financiado campañas clandestinas para desestabilizar gobiernos vecinos e instaurar en el poder títeres de sus gobiernos. Gaddaffi ha intervenido y financiado grupos terroristas musulmanes en Argelia, Marruecos, Chad, Egipto, Sudán, Siria, Líbano, Palestina, Irak y Afganistán. Por su parte Chávez puso en los gobiernos de Ecuador, Nicaragua y Bolivia a sus peones Correa, Ortega y Evo; financia a las Farc y les brinda protección en su territorio, promueve los movimientos de insurrección indígena continental; y financió las campañas políticas de Zelaya en Honduras, Cristina Kirchner en Argentina y el actual presidente del Salvador.

   En el ámbito territorial, Libia y Venezuela tienen puertos marítimos al norte, y a pesar de la riqueza petrolera sus recursos financieros han terminado o en armas o en apoyo de otros países, sin que sus pueblos sean beneficiarios de los réditos del hidrocarburo.

   De remate, ambos ingresaron al socialismo por las cartillas y documentos de propaganda soviética de los años sesenta y en desarrollo de esa metodología de administración pública, han organizado comités de defensa de sus revoluciones, con pobladores civiles “comprados” para hacer protestas y montajes publicitarios. Todo porque Chávez se cree la reencarnación de Bolívar, y Gaddaffi cree que él es el Sheik sunni, destinado a salvar al mundo islámico de los vicios occidentales. Por lo tanto para ellos no puede haber ni prensa libre ni partidos políticos que les hagan oposición. Sus opositores son encarcelados o silenciados como tambien ocurre en Cuba, Corea del Norte, o Irán.

    Ese es el coincidente perfil de dos personajes siniestros que desde diferentes latitudes apoyan el terrorismo y el odio contra la libertad, la democracia  y la paz en el planeta. Ambos creen que son superiores a las instituciones y dueños del destino de los países vecinos.

Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

www.luisvillamarin.com

Analista de asuntos estratégicos

Obras del coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

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