Analisis del conflicto colombiano
La paupérrima administración distrital de Lucho Garzòn y la cuestionada alcaldía de Samuel Moreno en Bogotà, dejan claro que la izquierda colombiana es parte del problema de la ineptitud y la corrupción que campea en Colombia, pero además que muchos de los camaradas de la izquierda desarmada, para lo único que sirven es para buscar la legitimación de los grupos narcoterroristas que abanderan sus mismos ideales.
Obvio, que el fenómeno es continental. La dictadura castrista en Cuba ha llevado a su país a niveles de pobreza y miseria, que según los artilugios de los comunistas son culpa del imperio norteamericano y no de la corruptela del sequito tropical habanero. La camarada Dilma está rodeada de hampones de cuello blanco, todos amiguísimos de Lula su mentor.
La camarada Kirchner en la Argentina es patética en gastos personales suntuosos con los dineros de los argentinos. El terrorista Daniel Ortega usa los dineros de los nicaragüenses para dar armas a las Farc (caucheras se lee en los computadores de Raul Reyes). El obispo rojo del Paraguay no sirve para gobernar pero si para embarazar mujeres y desde luego para echar pestes contra el capitalismo. Y asi sucesivamente…
En el caso de Bogotá, al parecer, el lenguaraz exalcalde Lucho Garzón es el responsable de buena parte del inservible Transmilenio y otros suntuosos contratos, que hoy están en el ojo del huracán, pero como es comunista, bocón y agresivo, no se le dice nada, porque su primer argumento es que lo persiguen por ser del “pueblo” y de origen humilde…
Su sucesor Samuel Moreno no solo resultó una afrenta para la dignidad de su abuelo el general Rojas Pinilla, sino que de la noche a la mañana se volvió mamerto, desafió al entonces presidente Uribe, se negó a condenar a las Farc como terroristas, vociferò un inexistente sentimiento personal hacia la solución de los problemas sociales de Bogotà, y mucho mas; pero a juzgar por las declaraciones de los Nule y por las decisiones de la Procuraduría en su contra, no había tal transparencia, ni mucho menos la honestidad desplegada en sus peroratas.
Pero como siempre los comunistas son cínicos, mentirosos y frescos como las lechugas. Asi como Medòfilo Medina hizo la patraña de “criticar” a Cano para dar otra ventana de opinión al cabecilla de las Farc, Petro argucias propias de su accionar cuando militó en el grupo terrorista M-19, dizque se salió del Polo Democrático para hacer tolda aparte y ser alcalde, con.
Las ciencias sociales y políticas miden los alcances de las ejecutorias de los gobernantes por sus logros, no por su verborrea. Los hechos demuestran hasta la fecha, que los comunistas colombianos son iguales o peores gobernantes que los bandidos de cuello blanco que por siempre han dilapidado el erario publico o malgobernado ciudades y regiones en Colombia, a los que tanto critican y según ellos, motivo principal de la “lucha del proletariado”.
Lo único visible que tienen para mostrar es su indeclinable intencionalidad de legitimar el narcoterrorismo comunista, y obviamente, tener acceso al presupuesto para hincar las dentelladas de su insaciable apetito de corruptela.
Y claro, para que los más extremistas sirvan de enlaces de las cuadrillas de las Farc y el Eln, en algunos sectores donde reclutan nuevos integrantes para los grupos terroristas.
En síntesis, pobre, muy pobre y criticable la labor administrativa del Polo en la alcaldía de Bogota. Y si asi es en una ciudad como seria que repitieran alcaldía o lo que es más grave, tenerlos en el gobierno nacional.
Ni más ni menos.
Coronel Luis Alberto Villamarin Pulido
Analista de asuntos estratégicos