Parece que la “llave de la paz” no está en el bolsillo de Santos, sino en las patrañas de las Farc y sus socios

Publicado: 2012-03-20   Clicks: 2983

 

     Análisis del conflicto colombiano

    Con el sólido apoyo de sus socios políticos, ideológicos y estratégicos, desde hace 14 años las Farc han jugado con el dolor de las víctimas de los militares y policías secuestrados. El fondo de la trama de la mentirosa intención de paz, es la búsqueda del estatus de beligerancia y la regularización del conflicto, es decir que se les quite el rótulo de terroristas, se les reconozca condición política y los gobiernos adscritos al Foro de Sao Paulo les abran embajadas en Caracas, Quito, La Paz, Managua, Buenos Aires, Asunción, Brasilia y La Habana, además del apoyo militar y logístico para lanzar el ataque final contra Colombia.

     En ese trasiego han utilizado cientos de farsas, como la mediación de Chávez, la presencia permanente de Colombianos por la paz en todos los montajes publicitarios, el secuestro y asesinato del gobernador del Caquetá, películas en internet, cartas de Timochenko que derriten a periodistas locuaces, “coincidenciales” visitas de Jorge Enrique Botero a las guaridas de Cano, Jojoy y la terrorista holandesa Tanja; cartas de “intelectuales” a los cabecillas, liberaciones a cuentagotas, manipulación a la familia antes y después  la liberación del cabo Moncayo, mensajes a Unasur y Celac, etc.

     En diciembre de 2011, los terroristas anunciaron por medio de su vocera y mandadera oficial, la liberación de una parte de los secuestrados y enseguida agregaron a otros, para completar 10, pero desde luego con las consabidas patrañas y farsas, para dilatar el proceso y poner al Estado entre la espada y la pared, se inventaron estar presionados por operaciones militares en la supuesta zona de liberación.

    Luego su estafeta internacional anunció la creación de un movimiento político disidente de uno de los dos partidos tradicionales, que por “coincidencia” tiene los mismos planteamientos esbozados el 29 de abril de 2000 por Alfonso Cano en el Caguán, durante el lanzamiento del Movimiento Bolivariano Clandestino, compuesto por “progresistas que  comparten los ideales de las Farc”.

     Después los terroristas anunciaron estar de acuerdo con el protocolo de las liberaciones, pero… pero… pero… siempre y cuando el gobierno nacional autorice a las mujeres internacionales entre quienes están grupos argentinos que apoyan a las Farc en el exterior, para que visiten a los miembros de las Farc encarcelados, ojalá en fecha coincidente con la Cumbre de las Américas.

    De remate, unos “intelectuales” enviaron una carta llena de aparentes críticas a las Farc en la que al final coinciden de manera contundente, con el mayor deseo del narcoterrorismo comunista: Regularizar el conflicto.

     Carta similar en contenido y objetivos, a la enviada a Alfonso Cano por el ortodoxo y jurásico historiador comunista Medófilo Medina, en la que además de resaltar con visión heroica el trasiego de sangre y terror trazado por las Farc desde 1964 hasta 2011, Medina propuso al final de su misiva a Cano, que “negociara”. Es decir más de lo mismo.

    El país no puede llamarse a engaños. En 1991 el Partido Comunista, tomó la audaz y calculada decisión de negar cualquier nexo con las Farc a partir de esa fecha, que en realidad son su brazo armado y Ejército particular; con el claro propósito de “abanderar la paz democrática con la insurgencia”.

    La octava y novena conferencias de las Farc, así como los plenos ampliados de 2000 y 2003, puntualizaron el trabajo propagandístico fariano por “la paz democrática”, mediante la acción terrorista sincronizada de las estructuras armadas y las milicias bolivarianas, con el trabajo político-organizativo del Partido Comunista Clandestino y el robustecimiento del Movimiento Bolivariano también clandestino.

     Es apenas obvio que toda Colombia quiere que haya paz. Y las Farc juegan con ese deseo, porque su accionar gira en torna al Plan Estratégico que no es un programa de paz sino de guerra para la toma del poder. Así, cualquier negociación o conversación de paz con el gobierno de turno, solo debe apuntar a la ayuda de ese objetivo, porque la paz para las Farc, equivale a la toma del poder e imposición de una dictadura comunista similar a la cubana o la norcoreana. Lo demás es guerra de clases.

     La opción alternativa es la toma del poder mediante la inserción de un gobierno de transición hacia el socialismo del siglo XXI, asignado en los computadores de Reyes y Jojoy a su reconocida mensajera internacional, como paso anterior a la dictadura comunista, por lo cual es fundamental para las Farc hablar siempre de la búsqueda de la “paz democrática”

     Dada la proximidad a la realización de la Cumbre de las Américas en Cartagena, las Farc en contubernio con sus cómplices y los idiotas útiles que acompañan a los socios, el grupo narcoterrorista ha jugado varias cartas tendientes a buscar la legitimación internacional, y no van a desperdiciar ese Foro para hacerse notar con la complicidad de Correa, Chávez, Evo, la Kirchner y Ortega.

    Ojalá que Chávez no vaya a hacer la misma payasada de la reunión de la Celac, leyendo un comunicado de las Farc y el Eln ansiosos de paz, o lo que es peor que al final de la cumbre los países asistentes caigan en la trampa de apadrinar las “negociaciones de paz”.

     Lo ideal sería que en Cartagena, Santos y su viajera canciller, lograran que todos los países de la OEA declaren terroristas a las Farc, y exijan a Venezuela, Brasil y Ecuador que con sus tropas ataquen las guaridas de los terroristas, ubicadas en sus territorios.

     Por infortunio, la forma como Santos ha manejado el problema da muchas ventajas político-estratégicas a las Farc y sus cómplices nacionales e internacionales; demostración patética que el Frente Internacional de las Farc es más efectivo en la difusión de su lucha, que lo hecho por las embajadas y consulados colombianos en el exterior, para lograr la condena mundial contra el narcoterrorismo comunista.

     Por estas razones, todo parece indicar que la “llave de la paz”, no está en el bolsillo de Santos, sino en las estratagemas de Colombianos por la Paz, el Plan Estratégico de las Farc, la intención sórdida de los gobiernos comunistas del hemisferio y la misericordia que llegue a tener Dios sobre Colombia, frente a tanta carencia de visión político-estratégica de sus dirigentes.

Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

Analista de asuntos estratégicos

www.luisvillamarin.com

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