Ganadores y perdedores con la parapolítica

Publicado: 2007-05-28   Clicks: 2308

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Ganadores y perdedores con la parapolítica

Por coronel Luis Alberto Villamarin Pulido el 28 de Mayo 2007 10:01 PM

 

     Producto de la avalancha noticiosa desatada por los sucesivos escándalos de la parapolítica, la compleja desmovilización de las autodefensas ilegales, las acusaciones mutuas de implicados y sindicados, así como de dirigentes políticos regionales y nacionales untados de narcoparamilitarismo, hay un solo ganador y muchos perdedores.

    Ganan las Farc, porque dejaron de ser el centro de críticas debido a las acciones terroristas que cometen contra la población civil colombiana. Pierden: la dirigencia política tradicional, los gremios de la producción salpicados por la financiación de los grupos armados ilegales, los pequeños propietarios de parcelas desplazados por la violencia, las Fuerzas Militares y de Policía señaladas por delincuentes confesos, los organismos de investigación y seguridad vistos como ineficientes, amén que permitieron el crecimiento del problema, y en general pierde Colombia como nación, pues buena parte de su capacidad laboral, se pierde en los oscuros vericuetos del delito, la violencia y los odios materializados en violencia fratricida.

     Y también pierden los exportadores que ven caer todos los días el precio del dólar, así como los familiares de quienes envían remesas desde el exterior conseguidas a costa de ingentes sacrificios, bajos salarios y condiciones de vida por debajo de los estándares mínimos propios de los países del primer mundo, a los que aportan su talento y energías.

     La catarata de denuncias contra dirigentes políticos y empresariales, arreciada por la insidiosa agresividad verbal del terrorista desmovilizado del M-19 y ahora senador Gustavo Petro, cayó como anillo coyuntural al dedo para las Farc en el preciso momento que las estructuras del partido comunista clandestino vinculado ideológica y financieramente con el Congreso Bolivariano de los Pueblos impulsado por Hugo Chávez, están dedicadas a construir bases revolucionarias de masas en los barrios populares y los sectores donde las cuadrillas de tirofijo y las milicias bolivarianas han venido haciendo presencia durante las dos últimas décadas.

      El vergonzoso escándalo de la parapolítica corroboró que la narcopolítica iniciada en la década de los setenta, pervive con mucha intensidad y raigambre, hasta el extremo que el sinuoso partido demócrata de los Estados Unidos, dado a sentar cátedra moralista sobre asuntos de los cuales carecen de esas virtudes, torpedeó el eventual tratado de libre comercio con Colombia y de remate, la prensa internacional difunde a los cuatro vientos, las revelaciones sensacionalistas que todos los días surgen de las confesiones de los delincuentes de las Auc.

     El error estratégico de considerar a las Farc como un grupo derrotado, repetido en varias ocasiones por el presidente Uribe y refrendado por ministros de defensa civiles carentes de conocimiento acerca de la intencionalidad estratégica adversaria, facilitó a Alfonso Cano desarrollar el programa metódico de fortalecer las redes políticas clandestinas, reclutar mas adeptos y depurar planes tácticos, a la vez que los cabecillas del secretariado se replegaron hacia las selvas de Venezuela, Ecuador, Perú, Brasil y Panamá, con la ventaja a su favor que los gobiernos de esos países, niegan dicha realidad.

      Desconocer la historia conduce al error de repetirla. Ni los gobiernos de turno, ni los organismos de investigación han combatido el plan estratégico de desarrollo subversivo. Hoy las Farc aplican en las zonas deprimidas de 50 ciudades, el modelo de crecimiento clandestino que utilizaron los sandinistas en el barrio Monimbo de Managua, el M-19 en Cali y el Eln en Barrancabermeja. La diferencia con estos casos, es que las Farc tienen más dinero para financiar el proyecto y una estrategia político-organizativa, mas concreta.

       Con base en estas conclusiones se infiere que a las Farc es a quienes mas ha convenido el destape de la parapolítica. Y de carambola al Polo Democrático, agrupación política en la que militan muchos correligionarios de Marulanda y mas de un miembro del Partido Comunista clandestino, encargado de estructurar las bases revolucionarias insertadas dentro de la población civil, mientras la erosionada dirigencia política tradicional se desbarata sola debido a la corrupción, la politiquería y la falta de objetivos nacionales.

Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

Escritor estratega

www.luisvillamarin.com

 

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