La agresiva declaración de Gustavo Petro auto adjudicándose ser el Jefe de la Fiscalía General de la Nación, no es una cantinflada, ni una estulticia propia de la elevadísima estatura intelectual de su vicepresidente Francia Márquez o de su ministra estrella Irene Vélez, ni una de las consuetudinarias salidas en falso de los aúlicos del cartel de la mermelada petrista, en torno al funcionamiento del Estado colombiano.
Es la más clara demostración de que este sujeto, está empeñado en sacar adelante, a como dé lugar, la agenda que traza la dictadura cubana a todos sus peoncitos en el continente y que adereza el Foro de Sao Paulo para todos los comunistas ahora autodenominados progres…
La infortunada y clara intención politiquera del Fiscal Barbosa, de hacer campaña presidencial para 2026 desde su cargo y desde la Fiscalía, entidad que por desgracia al interior encara muchos problemas, cayó como anillo al dedo a su majestad Aureliano I, para evitar que la irreparable pérdida de su "camarada" Roy Barreras le afecte el espacio de maniobra de su demagógico discurso comunista.
Calculadamente y quizás asesorado por los comunistas españoles, que lo llenaron de vacíos honores y le vendieron humo de que él, Gustavo Petro es un genio de la política, en medio de la nebulosa egocéntrica en que se subió, supone tener patente de corso para ripostar con frases dictatoriales a los constantes autoelogios del Fiscal.
De paso corroboró su innegable mentalidad gansgteril y el peligroso deseo de eternizarse en el poder al estilo de Maduro, Ortega, Chávez, Lula, Correa y el resto de la banda populista, mentirosa y trapacera de mandatarios tropicales del hemisferio.
No es nuevo que Petro está empeñado en desconocer la institucionalidad e imponer su voluntad de dictador comunista. Los hechos lo corroboran. Para la muestra algunos de muchos botones:
1. Dice que el Ejército Nacional, es el Ejército del gobierno del cambio
2. Pretende desaparecer la Procuraduría General de la Nación para tener un tribunal de bolsillo igual al que tienen las Farc con la JEP
3. El día de su inmerecida posesión, anunció que cumplirá a rajatabla el programa de gobierno comunista disfrazado de recomendaciones de la Verdadera Historia del Conflicto, elaborado con miles de sesgos por su correligionario político izquierdista Francisco de Roux.
4. A menudo amenaza con que necesita 12 años de desgobierno para terminar de “petaquearse a Colombia”
5. Desde el balcón del palacio de gobierno, al estilo de Fidel Casstro, o Salvador Allende, incita a los vándalos a que destruyan las ciudades, si el congreso no aprueba sus reformas comunistas.
6. Se autonombra juez y parte en las decisiones de política energética.
7. Ha exteriorizado varias veces que el Banco de la República imprima más billetes.
8. Solamente habla de aumentar los impuestos a los desgobernados y atónitos colombianos, pero jamás habla de impulsar las empresas ni la investigación científica. Su populista discurso se enfoca en distribuir riqueza no en generarla.
9. Miente con la misma facilidad que respira, en torno a todos los temas sensibles del desarrollo y a la seguridad nacional.
10. Malgasta a manos rotos, ingentes sumas de dinero, para hacer politiquería.
11. Anuncia planes para expropiar tierras, a sus legítimos dueños y crear fantasiosas empresas que reemplacen la telefonía, el internet, la construcción de vías por parroquiales empresitas veredales salpicadas de ideología comunista.
12. Pretende estatizar la salud para multiplicar las bandas de corruptos que saquean el erario y se enriquecen a costa del humo entre costales, denominado gobierno popular, gobierno del cambio, etc.
13. Promueve la deslegitimación de la justicia, liberando de las penitenciarías a terroristas, narcotraficantes, asesinos, secuestradores y violadores de niños, para otorgarles estatus dizque de gestores de paz.
Y a la larga y ya interminable lista de evidencias totalitarias del egocéntrico y cada día más paranoico dictadorzuelo tropical, se acaba de sumar la de que es el jefe de la Fiscalía.
Así no comenzó Chávez en Venezuela. No… Así lo hizo Chávez en Venezuela…
En consecuencia, la respuesta de la derecha colombiana (que no es tan derecha), debe ser estratégica, institucional, faseada, con objetivos políticos de unidad nacional, para evitar que Petro se atornille en el poder y ojalá para que se vaya del Palacio de Nariño, lo más pronto posible, pues nunca ha debido llegar allá.
Gustavo Petro es un dictadorzuelo enfermizo con ínfulas de monarca de la bromhidrosis polítiquera criolla. Su desgobierno y el como mandatario son un peligro para la sociedad.
Teniente coronel Luis Alberto Villamarin Pulido