Reflexiones político-estratégicas del secuestro del general Rubén Darío Alzate en Chocó

Publicado: 2014-11-17   Clicks: 2869

      Análisis del conflicto colombiano

        Catalogado por algunos personajes como la gota que rebozó la copa, el secuestro del general Rubén Darío Alzate en el corregimiento de Las Mercedes de Quibdó-Chocó, ocurrido el 16 de noviembre de 2014 en horas de la tarde, es un lamentable hecho que induce a reflexionar sobre algunos aspectos político-estratégicos en torno al desarrollo de las conversaciones en La Habana, tales como:

       1.      Continúan garrafales errores de inteligencia estratégica, que inciden negativamente en la inteligencia táctica y la inteligencia de combate.

      La muerte de Alfonso Cano en el departamento del Cauca, sumada a las folclóricas declaraciones de un curita con enfermedad senil en Cali acerca del “pobre viejecito desarmado”, la presencia masiva en La Habana de los cabecillas de los bloques de las Farc que delinquen en la zona Pacífica, la intención de las Farc de apropiarse de Cali, Buenaventura, Tumaco, el departamento de Nariño; el sempiterno olvido político del Chocó cubierto por criminales de todas las pelambres incluidos los corruptos locales y otras perlas de la desgracia colombiana; parecerían no ser importantes para los estrategas Juan Manuel Santos y Juan Carlos Pinzón, dueños de todos los éxitos de las tropas y ajenos a los errores de las mismas.

      Desconocer el plan estratégico de las Farc y utilizar la inteligencia estratégica para otros menesteres, verbigracia para espiar a los contradictores políticos, seguir a periodistas ansiosos de chivas, satisfacer el incalculable ego del fiscal Montealegre cada vez que decubre la huella de un tractor, y el afán publicitario de Santos con su irreemplazable deseo  de ser Premio Nóbel de Paz, inciden en que la información de inteligencia estratégica no coincida con los objetivos políticos del Estado (casi inexistentes en este caso); en que lo que se conoce a alto nivel en Bogotá no llegue a las tropas que están en las áreas de combate, y en que no se evalué que es lo que organizan y pretenden hacer las Farc, cada vez que los mudos en La Habana que acompañan a De La Calle, vienen a Colombia a regarse como “verdolaga en playa” en escenarios publicitarios para el Premio Nóbel de Santos. Allá no hablan pero aquí no hay quien los calle.

      Desde hace casi dos años, producto del sentido común se ha advertido a la opinión pública y al gobierno Santos, que cada vez que termina una ronda en La Habana, vía Managua, Quito, Brasilia, La Paz, Caracas, Panamá, etc; salen para Cuba,  las cabecillas de las Farc a planear nuevas acciones y métodos de presión al gobierno para que llegue al ansiado cese bilateral de hostilidades, que tanto promueven los cómplices desarmados de las Farc, para permitir que los terroristas consoliden sus negocios de coca y armas, se apertrechen mejor, se reequipen y cuando estén listos vuelvan a atacar a Colombia con mayor intensidad.

     Se necesita ser muy ingenuo o incrédulo frente a la realidad, para no deducir que frente a las bajas de cabecillas del Secretariado de las Farc, aquellas que llenan de tanta vanidad a Santos y hasta le sacan lágrimas según sus palabras, las Farc no estuvieran planeando e instruyendo a sus estructuras armadas para realizar acciones tan espectaculares como estas, y por desgracia para Colombia, explotar con éxito total el aparente error táctico de las tropas en el Chocó condujo al secuestro del general Alzate.

     No evaluar las capacidades de más probable adopción del enemigo es el más grave error de la inteligencia militar en todos los niveles. Obviamente hay que esperar a que la investigación esclarezca cuáles fueron los posibles errores que desencadenaron este grave fracaso táctico con connotaciones político-estratégicas.

      2.      La zona pacífica es fundamental para el Plan Estratégico de las Farc

      La presencia de Alfonso Cano en la región Pacífica colombiana no era gratuita, ni obedecía solamente a la persecución que las tropas hacían sobre él en el Sur del Tolima y Nororiente del Valle. Desde antes de morir Tirofijo y gracias a la complicidad del gobierno ecuatoriano de Rafael Correa, las Farc concentraron esfuerzos político-organizativos en llenar de milicias bolivarianas y sus partidos políticos semiclandestinos, el litoral Pacífico colombiano desde y hasta las fronteras con Ecuador y Panamá.

    En ese orden de ideas, Cali, Popayán, Tumaco, Buenaventura, Quibdó y Bahía Solano son epicentros geoestratégicos para concretar el proyecto narcoterrorista de traficar drogas, seres humanos, armas y consolidar la presencia geopolítica de las estructuras armadas y políticas de las Farc con el fin de reclutar mas adeptos y a largo plazo liberar la zona.

     Por esa razón las Farc se han mantenido activas en todas sus estructuras, para decirle al país que están vivos y que sus objetivos siguen incólumes, que no están derrotados y que no son apenas 8.000 bandidos como dicen las fuentes oficiales.

     No enlazar la inteligencia estratégica que se deriva de los computadores y documentos incautados con las declaraciones de los desertores de las Farc  y los datos que cada unidad consige en su área de operaciones, han hecho que en La Habana se hable una cosa, Santos diga otra, y los mudos que secundan a De la Calle, vengan a Colombia a hablar hasta por los codos en defensa de Santos, no de lo que le conviene a Colombia.

   La cacareada ley de inteligencia ha sido un saludo a la bandera. La labor de la Central Nacional de Inteligencia que reemplazó al desaparecido DAS ha sido muy pobre al respecto. La inteligencia operativa ha estado en el ojo del huracán y los principales responsables de que esto funcione, llamados Presidente de la República y Ministro de Defensa, no se dan por aludidos frente a la miopía de inteligencia estratégica y visión clara de quien es y que quiere el enemigo, sino que se engolosinan en acuerdo mutuo, uno para vanagloriarse de ser un sabio en estrategia contra las Farc a quienes sentó a negociar porque su genialidad los derrotó, y el otro, en llamarlos bandidos y terroristas, como si presidente y ministro no hicieran parte del mismo gobierno. Y lo más grave, es que las Farc ya les midieron el aceite.

      3.      Pobreza estructural del Congreso de la República frente al problema

    Da grima escuchar al camaleónico congresista Roy Barreras, cada vez que sale a hablar sandeces acerca de las barbaridades de las Farc. Pero este personaje nefasto y vergonzoso para Colombia, no es la excepción sino casi la regla de los legisladores en torno al conflicto, al Plan Estratégico de las Farc, a la farsa de las conversaciones en Cuba y a la desgracia  que padecen las tropas, utilizadas por Santos para sus fines personales, trofeo de un Fiscal ansioso de protagonismo, soporte de la oposición del Centro Democrático contra los yerros de los coequiperos de Santos, y leña de árbol caído para periodistas ansiosos de premios del gremio; sin que ninguno de estos personajes, analice que el más perjudicado con todo esto es el futuro del país, pues caídas las Fuerzas Militares, caído el andamiaje.

     Y todo esto puede pasar porque los congersistas están empeñados en la mermelada, los odios entre uribistas y santistas, las envidias, las intrigas, las tajadas burocráticas, los intereses personales o de grupúsculos, y a ninguno se le ha ocurrido hacer un control político serio y profundo a lo que pasa en La Habana. Por el contrario, Santos impone el ritmo de lo que a él le conviene y se inventa citas con los partidos, ordena a Roy Barreras que diga insentateces, se deja montar del camarada Cepeda, etc.  Pero, no importa.  Todos felices comen perdices como en la literatura infantil.

      4.      Las Farc están en guerra y la paz es un paso mas de su guerra

    Así haya incrédulos o ilusionados colombianos que creen que esta era la única oportunidad para la paz idealista, la realidad es otra. Las Farc son el brazo armado del Partido Comunista Colombiano, por ende son comunistas y están convencidas hasta la médula que su actividad es una lucha de clases para la toma del poder y la consecuente imposición de una oprobiosa dictadura similar a la de Cuba o Corea del Norte. No importa que eso ya lo haya dejado el tren de la historia, ni cuanto tiempo les tome. Ese es su credo político y punto.

    En ese sentido paz para las Farc es la toma del poder e imposición de  controles en zonas campesinas, control absoluto del parlamento, partido único, mazmorras para disidentes, organización de comités comunistas de apoyo a la revolución, supresión de la propiedad privada, vinculación directa al entramado cubano, etc.

    Por esta razón secuestraron al general Alzate. Con este plagio, planeado en Cuba durante uno de los recesos de los mudos asesores de De La Calle, las Farc quieren forzar el cese bilateral de hostilidades para quedar en plena libertad de moverse en el exterior con la mesa en La Habana, donde unilateralmente imponen agenda, tiempos, puntos, pausas, etapas y todo lo que les viene en gana; mientras que en Colombia sus cuadrillas, redes de milicianos y cómplices políticos se dedican al reforzamiento del grupo terrorista en todos los campos, para lanzar la ofensiva cuando el momento político-estratégico les indique.

   A esto se suma la complicidad de Santos con el gobierno venezolano de Maduro y Cabello, que oculta a los cabecillas de las Farc, que hasta oficina tienen en Fuerte Tiuna de Caracas, con flujo logístico y de personal desde Maiquetía hasta La Habana y viceversa, además que la fuerza armada venezolana, evita que las Fuerzas Militares colombianas los ataquen en sus guaridas instaladas en Venezuela, etc. Algo similar ocurre con Correa en el Ecuador, pero todos son ahora nuevos mejores amigos, mediadores del conflicto y honorables mandatarios.  El mundo al revés.

  En síntesis, por las anteriores razones tan claras y sencillas, las Farc secuestraron al general Alzate, y lo que es mas grave, de no remediarse la situación con decisiones de fondo y acciones radicales nacionales e internacionales, este no será el último de los actos publicitarios y político-propagandísticos de las Farc contra los generales y almirantes,como premio y respuesta al espacio político recibido, y a que en su inmensa estulticia vanidosa, Santos dijo a Yamid Amat  en una entrevista dominical que tenía para anunciar esta semana, otra vergonzosa concesión a los bandidos.

     Por desgracia, es probable que pronto Santos reverse la decisión de suspender la farsa de La Habana, porque la vanidad del Premio Nóbel de Paz lo obnubila, porque su pobre gestión gubernamental no le deja mucho que mostrar diferente a las casas regaladas, y porque primero están sus intereses personales que los de Colombia. Entretanto, las Farc volverán a atentar contra los mandos militares, con el argumento que están en guerra, y como dijo un mamerto de la Universidad Nacional muy cercano a los tres sainetes que ha organizado ese centro educativo con la ONU: El general no fue secuestrado el mismo llegó allá para dañar el proceso. Son dos fuerzas iguales, y entonces las Farc también se podrán parar de la mesa cuando les capturen o les maten a un jefe.

   Así, los bandidos armados y desarmados están en todos los escenarios que rodean la farsa de La Habana, pero la inteligencia estratégica y la difusión de la información están en otros menesteres, y claro está, Santos y Pinzón, pensando en las elecciones de 2018. Mientras tanto el general Alzate seguirá secuestrado, quien sabe hasta cuando. Y los demás generales y almirantes callados para que Santos no los eche.

Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

Analista de asuntos estratégicos

www.luisvillamarin.com

 

 

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