Análisis político-estratégico tras 35 meses meses de conversaciones de paz en Cuba

Publicado: 2015-10-16   Clicks: 3931

     Análisis del conflicto colombiano

    Luis Alberto Villamarin PulidoA un mes de cumplirse tres años de iniciadas las conversaciones de paz en La Habana Cuba, entre enviados personales del gobierno Santos y los capos del cartel de las Farc, en contraste con el tono optimista, casi siempre oportunista pero carente de sustento político-estratégico y en ocasiones desafiante del presidente Santos y sus escuderos; el balance de estas conversaciones es negativo para Colombia y a simple vista decanta permanentes imposiciones unilaterales de las Farc, sumisión estructural del grupo encabezado por De la Calle y afán de firmar lo que sea, en aras del protagonismo personal del vanidoso mandatario colombiano, incluido el dos veces fallido intento de ser escogido como premio Nóbel de Paz.

     El agitado oleaje del océano en que han navegado las conversaciones y acuerdos parciales, cuyos alcances políticos, jurídicos, geopolíticos nadie conoce a ciencia cierta, (al parecer incluidos los mudos que acompañan a De la Calle); ha contado con la complicidad de un congreso de la república erosionado, sin visión de conjunto y en muchos casos sin patriotismo; alto porcentaje de medios de comunicación santistas o enmermelados, academia indiferente y sin profundidad analítica, Fuerzas Militares amordazadas y sin generales con visión de estadistas, además de una población civil, ajena a su suerte y destino, caracterizada por sectores polarizados, por la disputa personal de Santos con Uribe.

     Vistos los hechos con lupa objetiva saltan a la vista muchas realidades, que como mínimo deberían ser preocupación de quienes toman las decisiones políticas trascendentales, de quienes manejan las relaciones internacionales, de quienes garantizan la seguridad nacional, de quienes obran como organismos de control político, de quienes educan las juventudes y de quienes informan o desinforman a la opinión pública desde los micrófonos, las pantallas de televisión, las páginas de periódicos o revistas y las redes sociales.

     En ese orden de ideas, se podrían examinar, evaluar y corregir las siguientes realidades, que desde luego son algunas y no todas las erráticas conductas frente a un proceso que define el futuro del país:

      1.       En el orden internacional

     a. La diplomacia de la Farc en torno a la búsqueda de la legitimidad del grupo terrorista como actor político, es superior a la inercia burocrática de embajadores y cónsules colombianos acreditados en el exterior, que por no ser de carrera o por estar dedicados a sus actividades personales en cargos pagados con el tesoro nacional, ni siquiera se dan cuenta de la persistente actividad propagandística de los cómplices internacionales de las Farc, en diferentes escenarios políticos y académicos.

       b. La letal incursión de los gobiernos dictatoriales de Cuba y Venezuela, como mediadores, recuerda la fábula de Rafael Pombo, de poner al gato a que cuide el queso, porque el ratón se lo estaba robando. Para rematar el ecuatoriano Rafael Correa reconocido cómplice de las Farc, es el mediador con el Eln.

     c. La miopía estratégica de la dirigencia colombiana frente a la dinámica geopolítica actual, no deja ver con claridad a los dirigentes de las colectividades enfrascados como siempre en la rapiña por el poder, que China y Rusia avanzan a pasos agigantados para apoderarse, de lo que la política exterior de Estados Unidos tampoco ha sabido defender con sus aliados en el hemisferio.

    d. El espurio fallo de la Corte Internacional de la Haya que roba a Colombia 75.000 km2 de mar territorial y los regala impunemente a la dictadura sandinista nicaragüense, para favorecer la intención imperialista expansiva de la voracidad china, sumado al alquiler a largo plazo de Ecuador al poderoso monstruo económico chino y el papel de peón de ajedrez por parte del desgobierno de Maduro frente a Rusia e Irán, son factores graves de perturbación de la paz e integración regional, que ni los dirigentes políticos ni los diplomáticos colombianos, ven, entienden o quisieran saber.

     e. Influencia marcada de la proyección geopolítica y geoestratégica de la revolución bolivariana de Venezuela contra los objetivos nacionales, internacionales y geopolíticos de Colombia.

      f.  Doble moral del gobierno demócrata de Barack Obama frente a los intereses geopolíticos de Colombia. Parecería ser, que ni los dirigentes políticos, ni la academia, ni los medios, ni la cancillería colombiana, se dieran cuenta que el “espaldarazo” de la Casa Blanca a las negociaciones de paz con las Farc, tiene más de conveniencia “gringa” que de beneficio para Colombia, pues ante su mal calificada gestión gubernamental, Obama busca la continuidad de su partido en el gobierno norteamericano y para ello se volvió pacifista, tolerante y utilizador de sus “aliados”, sin que esos aliados como Colombia, perciban la manipulación.

      Por el contrario en medio de su eterna vanidad Santos se autoproclama el gestor de la reapertura de relaciones Cuba-USA, como si esto no se tratara de una jugada maestra de los “think tankers” de Washington, para cortar el paso expansivo que se ve venir de China y Rusia sobre el Caribe, y que para el efecto utilizó la vanidad de Santos, quien desea ser figura central en todos los periódicos del mundo.

     2.  En el orden político interno

      a. Mientras las Farc, el Eln y el Partido Comunista Colombiano gravitan alrededor de un plan estratégico encaminado a la toma del poder, y en ese sentido han manejado el tema de “conversaciones de paz” a lo largo de cuatro décadas; sin decantar esa experiencia, el gobierno de Santos llegó a la mesa con negociadores arrogantes, sabihondos, desconocedores en grado sumo del plan estratégico de los terroristas, con la única tarea de escuchar, y aceptar todas las imposiciones de la contraparte, embebidos por el deseo egocéntrico de ser premiados con el Nobel de Paz al lado del jefe que los nombró, sin seguir un procedimiento democrático selectivo y sin que el Congreso de la República tomara cartas en el asunto.

      b. Entretanto, las Farc han utilizado un calculado sistema de negociación acusatorio e incriminatorio contra el Estado colombiano y lo que denominan la burguesía o la clase dominante sumada a la inventada condición de víctimas, pero con un objetivo claro y preciso: Obtener reconocimiento político como fuerza beligerante, no deshacerse de las armas, satanizar las Fuerzas Militares legítimas hasta lograr su desarticulación, refinar el plan estratégico diseñado para la toma del poder, y, con la complicidad de los infiltrados en todos los estamentos, los idiotas útiles y los alcahuetes internacionales, lanzar la ofensiva final para lograr el máximo objetivo

     c. El Congreso de la República ha sido inferior a su responsabilidad frente al proceso de paz y al necesario control político, que deberían tener las excentricidades autopublicitarias del presidente Santos.

     d. Pervive en Colombia el credo de familias que se consideran predestinadas a gobernar y decidir por los demás colombianos. Enrique Santos, un  rebelde sin causa con ínfulas de "comunista de estrato siete"  y hermano del presidente colombiano, tiene más peso y poder para contactarse con los terroristas y además, tomar decisiones, que los mudos que acompañan a De La Calle no son capaces de concretar.

     e. Los comunistas desarmados han manipulado el curso de las conversaciones. Acomodaron la agenda de conversaciones, enviaron como víctimas a Cuba a otras personas diferentes a quienes han padecido el terrorismo de las Farc, han ayudado a vender la idea al mundo que el narcotráfico es un medio y no un fin para la lucha de las Farc, etc, etc.

     f. El país entero está desinformado. Se ha hablado y hablado en Cuba. Así se han alcanzado algunos acuerdos parciales, todos etéreos y sin concreción, al punto que el ciudadano común y corriente no sabe cual es su rol en este entuerto, pues al mejor estilo de los dictadores africanos y en aras de congraciarse con las imposiciones de las Farc, Santos llegó al extremo de proponer un congresito integrado por las Farc, y por enmermelados amigos del gobierno, para que apruebe todo lo que impongan los terroristas en Cuba, sin que los colombianos tengan la posibilidad de expresar en las urnas su punto de vista al respecto.

    g.  Las Farc están logrando el objetivo principal de buscar reconocimiento político, dilatar las conversaciones para rearmarse y reestructurarse, aliviar por completo la presión  militar y continuar en el camino hacia la toma del poder por medio de la combinación de las formas de lucha.

    h. A diario crece la polarización derivada de la enemistad de Santos y Uribe, asi como de la traición del actual presidente a nueve millones de electores, que creyeron que sería un continuador de la política de seguridad democrática.

    i. La oposición en el congreso de la república es incipiente, frente al poder de la mermelada y las componendas de la autodenominada Unidad  Nacional.

   j. Hace carrera el lema de que quien critica el procedimiento de las negociaciones y los errores garrafales del gobierno Santos, es necesario satanizarlo como enemigo de la paz y hasta terrorista según Roy Barreras.

    k. No hay ningún plan político concreto para contrarrestar el aumento geométrico y aritmético de las milicias bolivarianas de las Farc en diferentes regiones del país, en especial en las zonas donde pululan los cultivos de coca, o en las zonas de reserva campesinas.

    l.  Con lo acordado hasta ahora, las Farc tienen patente de corso para apoderarse del control geopolítico, geohumano, político, psicológico, sociológico y militar de las zonas de reserva campesina, desde donde pueden continuar la construcción político-militar de la revolución comunista para la toma del poder, pero parece utópico e irrealizable a la luz de los enmermelados y los amigos de Santos, quienes todavía piensan como pensaba Otto Morales Benítez, cuya  tesies era que por ser de origen campesino, a las Farc se les puede engatusar con caramelos, como los que Santos da a sus escuderos. Y quien critique esta estulticia funcional, es un enemigo agazapado de la paz.

     m. Persiste la idea en Colombia que la población civil es ajena al conflicto, que el problema de la violencia es entre militares y bandidos, y que la paz es un asunto del presidente de turno con los terroristas. De remate ni los civiles con poder decisorio saben de defensa nacional, ni los militares que ocupan altos cargos saben de política. Obviamente en ese río revuelto, las Farc pescan a granel.

    n. Ni la oposición, ni la unidad nacional constituyen partidos políticos con estructura sólida y proyección estratégica. Unos y otros son amalgamas de coyuntura. Entretanto las Farc son el brazo armado del partido comunista y todo su andamiaje gravita sobre planes estratégicos.

    o. Pese a que en sus discursos las Farc reiteran que no quieren curules individuales en el congreso, ni parte del ponqué sino toda la torta y que para el efecto hay que destruir el establecimiento y la oligarquía actuales, los magistrados de altas cortas y tribunales, los congresistas, los funcionarios públicos en los tres niveles y en general el pueblo colombiano, sigue creyendo que el problema es con otros y no con ellos.

       3. En el campo de la defensa y seguridad nacional.

     a. Los tres ministros de defensa nombrados por Santos, es decir Rivera, Pinzón y Villegas, son personajes neófitos en temas de seguridad nacional, desconocedores de la moral combativa de las tropas, carentes  de liderazgo y todos tres coincidentes, en niveles de arrogancia y autosuficiencia, superiores a los de sus antecesores.

      b. La suspensión de bombardeos a las guaridas de las Farc ha facilitado el fortalecimiento de las estructuras terroristas, el reaprovisionamiento y el incremento de reclutamiento de jóvenes para las Farc.

      c.  De manera amañada las Farc y el Eln han manejado la agenda, los tiempos y las exigencias del Eln para ingresar formalmente a la misma farsa. Hay acuerdos de una nueva coordinadora guerrillera, pero eso parece no ser importante ante los ojos de los delegados de Santos, que por medio de su vocero De La Calle, argumentan supuestos avances y proximidade de la firma, que de inmediato son negados y cuestionados por las Farc. La paupérrima respuesta de De La Calle y Sergio Jaramillo, es que las Farc dicen una cosa en la mesa y otra en los micrófonos, pero que todo va bien.

     d. La integración de terroristas y soldados para desactivar campos minados, es otro éxito para la estrategia negociadora de las Farc, pues pone de igual a igual a soldados y bandidos, dilata el problema, no soluciona mayor cosa, porque no obliga a las Farc a no ingresar mas explosivos ni construir más minas irregulares, ni instalar más campos minados. La estratagema del engaño a largo plazo en su más clara dimensión, pero eso no lo quieren ver, a quienes Santos escogió a dedo como delegados de Colombia ante las Farc.

     e.  La supresión de fumigaciones con glifosato a los cultivos de coca ubicados en las zonas de reserva campesina y las áreas geográficas donde circula la retaguardia estratégica de las Farc, cayó como anillo al dedo al propósito legitimador del grupo terrorista.

      f. Ni la dirigencia política, ni los gremios, ni los ministros del despacho, ni los medios de comunicación, ni la academia parecen haber comprendido,que para las Farc las conversaciones de paz, no son un fin de la guerra, sino un medio más, útil para refinar los planes de guerra, mientras ganan réditos políticos.

    f. Anuncios del presidente Santos acerca de integrar los terroristas desmovilizados a la policía rural, inacción gubernamental frente al legítimo derecho de la nivelación salarial ordenada por la ley 4 de 1992 hasta ahora incumplida por sucesivos gobiernos, anuncio de un tribunal de justicia integrado por las Farc y extranjeros que tienen ambas manos izquierdas, ausencia de liderazgo de sucesivos altos comandantes, desinformación rampante dentro de las filas militares acerca de que es lo que realmente se negocia, y las sucesivas decisiones frente a los bombardeos, el desminado y las fumigaciones, han causado enorme daño en la moral combativa de las tropas, que parecen leones encabezadas por corderos civiles y militares.

    g. Imposición tajante de las Farc para desarticular el aparato militar que las ha combatido y les ha impedido concretar la revolución comunista en el país, con la venia arrogante de Santos, Jaramillo, De La Calle, Cristo, Villegas y otros personajes que actúan como si vivieran en la nebulosa, alejados de la realidad del narcoterrorismo contra el país.

      4.  En el campo de la justicia

      a. El tribunal de justicia y paz, anunciado por Santos en su pantallero discurso compartido con el capo Timoshenko en Cuba, como antesala de lo que creía que iba a ser su entrada estelar a New York para salir hacia Estocolmo a recibir el premio Nobel de Paz, ha aumentado la desconfianza del pueblo colombiano frente a lo que se está negociando y la posibilidad que con jueces sesgados, este tribunal termine por sacar libres a todos los terroristas y encarcele a muchos militares, que en defensa de la nación, combatieron las estructuras armadas del narcoterrorismo.

     b. En los cuarteles, organizaciones de la reserva activa y entre las familias de militares y policías crece el temor de que en aras de firmar lo que sea para conseguir el Premio Nóbel, el voluble mandatario Santos, entregará en bandeja de plata la cabeza de quienes lo subieron al inmerecido cargo que hoy ostenta y de remate lo sostienen en el mismo. A pesar de su conducta desleal con las tropas...  Por ende son razonables todas las dudas de los uniformados respecto a Santos.

     c. La actitud camorrera y vengativa del Fiscal General, destila la idea que a este señor le interesa legitimar y perdonar a las Farc, a la par con condenas drásticas contra militares y policías. Su actividad tiene mas visos políticos que jurídicos.

     d. La pulcritud administrativa de la justicia colombiana está en el ojo del huracán. Magistrados investigados por presumibles actos de corrupción, carruseles de nombramientos, prebendas exageradas para inservibles burócratas, mentalidad vindicativa de muchos togados contra enemigos políticos, contemporización con Santos y su idea pacifista sin norte, cuestionados contratos millonarios como el de la señora Tocarruncho y mucho más, ponen a la justicia colombiana en una posición crítica de credibilidad y transparencia.

     e. Inexplicable afán de muchos juristas colombianos en especial los de orientación izquierdista, por poner a militares y policías en la picota pública, salvar a los terroristas, pese a que ni la justicia ordinaria ha demostrado eficiencia, ni el llamado tribunal de justicia urdido por Santos, garantiza imparcialidad, y ni siquiera credibilidad.

      En síntesis el tema es extenso, pero estos podrían ser los puntos iniciales de una hoja de trabajo para iniciar a evaluar objetivamente un proceso de paz, hasta la fecha inútil y demasiado costoso, pues los gastos de operación del mismo rondan los 60.000 millones de pesos, dinero con el que se habrían resuelto muchos problemas sociales de la actualidad en el país, precisamente los que aducen las farc para justificar su macabra existencia.

     En consecuencia, el balance de estas conversaciones es negativo para Colombia, porque a simple vista decanta permanentes imposiciones unilaterales de las Farc, sumisión del grupo encabezado por De la Calle y afán de firmar lo que sea, en aras del protagonismo personal del vanidoso mandatario colombiano, incluido el dos veces fallido intento de ser escogido como premio Nóbel de Paz.

Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

Analista de asuntos estratégicos

www.luisvillamarin.com

     El coronel Luis Alberto Villamarín es autor de 26 libros y mas de 900 artículos sobre defensa nacional, estrategia, geopolítica e historia militar. Sus obras han sido traducidas a varios idiomas. Para leer sus escritos haga click aquí o sobre las imágenes de las carátulas de sus libros.

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