Indulto a 30 terroristas de las Farc. Otro golpe bajo a la moral de las tropas

Publicado: 2015-11-23   Clicks: 1786

     El calculado anuncio con visos de propaganda en torno al mismo objetivo del hasta hoy esquivo Premio Nobel de Paz, hecho  por el presidente Santos, en el sentido de que 30 terroristas de las Farc serán indultados, cae como un baldado de agua fría sobre la ya menguada voluntad de combate de las tropas, y al mismo tiempo sobre la creciente desazón del pueblo colombiano que lo eligió, convencido que continuaría la política de seguridad democrática y que no obstante, lo reeligió como producto de la mermelada y la no muy convincente victoria en la Costa Atlántica, donde de la noche a la mañana, Vargas Lleras se convirtió en cacique electoral.

   Como parte de sus estratagemas de tahúr que juega con el destino de Colombia, como si el país fuera su finca particular y por extensión, la de su familia, Santos monta en cada actuación, un tinglado metodológico con anuncios politiqueros a cuentagotas. Por ejemplo, primero ordenó a la revista Portafolio, que al general Mora lo nombraran líder nacional sin que hubiera méritos para ello, y luego, lo envió ante Yamid Amat para que mintiera al país, con el cuento chino que los militares están felices con lo que se pacta en La Habana, a espaldas del país.

    Esta vez, con pose de modelo de ropa fina y con actitud de seudomonarca dictadorzuelo africano, Santos anunció que su hermano Enrique ya estaba en Cuba, suplicándole a Timochenko que convierta la mesa de La Habana en un cónclave, del cual solo se pueden retirar, -ojala muy rápido- cuando las Farc hayan saciado su voraz apetito sobre el poder político y el destino del país, por lo menos en esta etapa, pues a los terroristas y sus cómplices nacionales e internacionales, solo les satisface una forma de paz: cuando Colombia sea gobernada por los comunistas y el país haga parte del socialismo del siglo XXI.

    Y como epílogo de esta fanfarronada y obvio resultado de las órdenes que le dan las Farc, dos días después Santos anunció al país que como "gesto unilateral de voluntad de paz", serán indultados 30 criminales detenidos en las cárceles, cuyos nombres según su escudero ministro de justicia son “secreto de Estado”. Lo grave del asunto, es que el Congreso de la República que por naturaleza y misión debería controlar, cuestionar y juzgar estas conductas malabaristas baratas del mandatario, no actúa como parlamento, sino como ballet de circo pobre, impregnado de mermelada, que danza al nefasto ritmo de un director de orquesta ajena, que lo manipula con el visto bueno de un esperpento llamado Unidad Nacional, que pervive gracias a la ausencia no relativa sino absoluta de la oposición, dónde con excepción de Uribe y unos pocos congresistas del Centro Democrático, “que entre el diablo y escoja” como decían los abuelos.

    A esta érrónea decisión de liberar 30 terroristas indultados, humillante para la moral combativa de las tropas que en contraste protegen a Santos, se suman la suspensión de los bombardeos a las guaridas de las Farc, el vergonzoso acuerdo de desminado tendiente a dilatar el proceso sin que las Farc se comprometan a suspender el sembrado de minas ni la consecución de explosivos; la orden de despejar áreas para que helicópteros con comisiones humanitarias saquen terroristas y los lleven a Cuba; suspensión de fumigaciones de cultivos de coca con el consecuente aumento de los mismos; ausencia de claridad jurídica en favor de los uniformados; paupérrimo y desastroso servicio de sanidad militar; terquedad en no pagar los salarios y los dineros adeudados por incumplimiento de la ley 4/92; promesas a las Farc de convertirlos en policías rurales; tratar por igual a soldados y bandidos, etc.

    Si Napoleón aseveró que los ejércitos caminan sobre los estómagos, es pertinente agregarle que los estudios multidisciplinarios de la evolución de las guerras, demuestran que los soldados ganan las guerras cuando su moral está en alto y cuando los gobiernos a los que representan comulgan la misma filosofía. De lo contrario se desmotivan, y así tengan arsenales nucleares a disposición, tendrán serias dificultades para seguir la lucha.

    En ese escenario, aterra la pasividad y sumisión de los altos mandos militares, de las universidades y de los medios de comunicación. Ni siquiera intuyen que por acompañar como convidados de piedra, los embelecos de un presidente inepto, vanidoso, mentiroso y oportunista, las víctimas de los terroristas, incluidos los familiares de soldados y policías, deben estar aún más desmoralizadas, al ver que ser criminal, delincuente, terrorista, narcotraficante y mentiroso, es más rentable que servir a Colombia como soldado o policía.

     Los dos partidos políticos tradicionales parecen haber sido sepultados por candidatos de bajo perfil en las últimas elecciones presidenciales, y por expresidentes como Pastrana, Gaviria, Samper y Belisario que por sus ejecutorias e inacciones constituyen vergüenzas históricas para sus colectividades políticas, que se encuentran al borde del sepulcro político.

     Pero si por allá llueve, por otros lados no escampa. La falta de unidad de las organizaciones de reserva activa, donde priman más gesticulaciones mediáticas y ansia de protagonismo de micrófono, que comunidad para la acción, todas navegan a la deriva en medio de un océano con oleajes de tsunamis, donde sobran los caciques y escasean los indios, para encarar un proyecto político sólido y con posibilidades de escoger mejores opciones para el país, no a ególatras caudillos que aspiran a conseguir votos con más de lo mismo.

    Entretanto, quedará como un esfuerzo vano la sangre de oficiales, suboficiales, soldados y policías, derramada en defensa de esa casta corrupta y oportunista de dirigentes  políticos, sostendos en sus inmerecidos cargos por tropas que son leones, pero están mal comandados por corderos sin carácter ni visión geopolítica.

    De remate, al revisar, la consuetudinaria tradición de violencia vengativa de los colombianos, aparece ante el escenario la enorme y muy probable evolución del renacimiento de bandas criminales en las zonas donde las Farc han cometido miles de atrocidades; entonces otros politiqueros oportunistas y tramposos como los ya conocidos, recurrirán a que el Ejército los saque de los problemas que ellos crearon.

     Los soldados volverán a ser el trompo de poner, los hijos de los actuales mandamases serán los nuevos congresistas, los nuevos presidentes, los nuevos embajadores; la violencia seguirá igual, vendrán otros indultos, otras payasadas similares a la de hoy. Y nada cambiará, mientras que los gobiernos vecinos nos robarán más mar territorial, más territorio fronterizo y a sus anchas maltratarán a nuestros compatriotas.

    Eso y mucho peor es lo que le espera a Colombia, en la medida que la paz, la seguridad nacional, y la justicia sigan siendo manejadas sin planes estratégicos a largo plazo, mientras se sacrifica al Ejército, que ha sido, es y seguirá siendo el fusible de los politiqueros, al que ensalzan como lo mejor de lo mejor cuando lo necesitan para sostener sus privilegios de casta; ponen en la picota pública cuando necesitan votos, y de manera cíclica reutilizan para sofocar la violencia interna que ellos mismos generan.

    Por eso, indultar a 30 terroristas es un golpe bajo y aleve contra la moral de las tropas, que entregan hasta sus vidas para localizar y capturar a los terroristas, para que de la noche a la mañana y en aras de encumbrar la vanidad ilimitada de una de las familias que se creen dueñas del país, los criminales salgan a la calle y los soldados que los capturaron, queden con procesos judiciales en su contra, por haber cumplido con el deber de capturarlos.

    El punto clave del asunto es que no hay mal que dure cien años ni enfermo que lo resista.

    Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

    www.luisvillamrin.com

    Analista de asuntos estratégicos

   Luis Alberto Villamarin PulidoEl coronel Luis Alberto Villamarín Pulido es analista de asuntos estratégicos, especialista en defensa y seguridad nacional, estrategia, geopolítica e historia colombiana, temas sobre los cuales ha escrito y publicado 26 libros y más de 900 artículos, que se pueden leer haciendo click aquí.

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