Análisis del conflicto colombiano
El reciente anuncio del presidente Santos del nombramiento del exministro Juan Camilo Restrepo y los rumores que circulan en redes sociales y medios de comunicación con los nombres de los demás negociadores, indicarían que una vez más Colombia pierde y ganan los terroristas, pues el gobierno improvisa a última hora, politiquea y nombra a dedo personas muy calificados en otros menesteres, pero sin experiencia en el tema. Y en el caso del general Herrera Berbel, sin que en su hoja de vida aparezcan acciones victoriosas contra el Eln ni contra las Farc. Sin embargo, es el que es el que conoce un poco más del tema dentro del equipo negociador.
Pese a la nefasta experiencia de las conversaciones con las Farc, en las que se llegó a la mesa sin plan estratégico y sin estudios anteriores claros y metodológicos del comportamiento estratégico de las Farc, al extremo que ese grupo terrorista que logró acumular en 297 páginas de imposiciones unilaterales, todo lo planteado desde el principio, con la consecuente derrota política de Santos en las urnas por voluntad decidida del pueblo colombiano que dijo a no su espurio pacto; hoy Santos vuelve a caer en los mismos errores cometidos con las Farc, para negociar con el Eln, a saber:
1. Escogió como jefe de negociaciones a un personaje muy calificado en otras áreas, pero sin aparente experiencia en temas de negociaciones de paz, sin conocimientos de defensa nacional, ni de estrategia, ni quizás de los planes específicos del Eln.
2. Los demás negociadores plenipotenciarios también fueron escogidos a dedo. Valdría la pena que los medios de comunicación entrevistaran a cada uno de ellos y les preguntarán en vivo y en directo, para que expliquen las tesis internas de negociación del Eln, la teoría de la continentalidad de la lucha armada, el plan vuelo de águila del Eln, cómo funcionan las bases revolucionarias de masas, cuales son los objetivos del Eln en el plan táctico de cada cuadrilla y el estratégico de la organización, cómo los elenos y sus cómplices que son muchos están articulando la estrategia de engaño al país con las Farc, y los nexos de algunos sacerdotes, monjas y laicos católicos con la teología de la liberación, unida a la revolución marxista-leninista para la toma del poder.
3. Una vez más, un gobernante colombiano, cae en el error de enviar personas sin experiencia en el tema a negociar con un grupo terrorista, recayendo en el tradicional equívoco de creer que los cabecillas, en este caso los del Eln se obnubilarán por tener al frente a politiqueros de oficio llenos de rimbombantes pergaminos; sin que Santos y su equipo entiendan, que por el contrario, eso favorece al Eln, pues pueden decirle al mundo que tienen sentados al frente a los “representantes del gobierno”, y con base en eso les darán largas y utilizarán estratagemas de dilatación, máxime que el Eln es el grupo que más veces ha iniciado fallidas conversaciones paz, y coincidencialmente sus negociadores actuales han estado en casi todas las conversaciones anteriores en las que han utilizado las mismas maniobras de engaño y dilación.
4. Santos y su equipo negociador desconocen o quieren desconocer, que desde hace meses y gracias al padrinazgo de Maduro, el Eln y las Farc vienen coordinando el tema, como lo demuestran las acciones terroristas recientes del Eln en zonas de presencia coactiva de las Farc, el hecho de que el gobierno de Rafael Correa cómplice descarado de las Farc no del Eln, facilite que las conversaciones se desarrollen en Quito, y las acciones perpetradas por las Farc a nombre del Eln, para aparentar fortaleza de este grupo terrorista.
5. Lo peor del asunto, es que mientras las Farc dilatarán los supuestos cambios al acuerdo que ya fue anulado por decisión soberana del pueblo colombiano el pasado 2 de octubre, el Eln volverá a lo mismo de siempre, es decir a exigir la desmovilización del Ejército y la participación de todas las “organizaciones sociales” como un sancocho nacional, donde naturalmente operan todos las células del grupo terrorista y se autoatribuyen la representación del “poder popular”, esencia de la revolución “elena”.
6. Al ritmo que van las cosas, Juan Camilo Restrepo se convertirá en otro leguleyo igual a De la Calle, diciendo que no será rehén del proceso, que no se está negociando ni el modelo económico, ni la constitución, que los bandidos no sueñen con zonas liberadas, etc. Y al final los elenos impondrán la voluntad con el cuento de aclimatar la paz, pero eso ya no será con Santos, pues vendrán dilataciones, argucias, amenazas, y obviamente la exigencia de unir las dos mesas de conversaciones, para seguir discutiendo y dilatando, hasta atar al nuevo gobierno en la necesidad de seguir el show.
7. Lo peor es que con artimañas y estratagemas, los elenos lograrán su cometido, pues al frente tendrán a personas que jamás han estudiado a este grupo terrorista, que en este momento están pensando más en su ego que en la dimensión del encargo que tienen, que llegarán a la mesa sin un plan estratégico coherente y además presionados por un presidente vanidoso y autopropagandista con ínfulas de monarca africano, que cada vez que las conversaciones se empantanen como va a suceder muchas veces, enviará a su hermano Enrique para que al mejor estilo de sátrapas monárquicos destrabe los diálogos y legitime la calculada obsecuencia de los terroristas.
8. Sectores específicos de la iglesia católica nacional e internacional, algunos sindicalistas, y “ciertas organizaciones sociales” pro Eln y pro Farc reconocidos por su abierta complicidad con el Eln, multiplicarán la idea de que a nombre de la paz se debe entregar el país a los terroristas, para que luego se lo repartan entre el Eln, las Farc y los comunistas desarmados que apadrinan la combinación de las formas de lucha.
9. Entretanto Santos y sus amigos en los medios, sumados a los propagandistas de oficio, seguirán mintiendo al país, con noticias infladas, entusiasmos por conveniencia y anuncios inexactos, que se desgranan como mazorcas, pero que gracias a la politiquería y la mermelada con los recursos de los colombianos, se reciclan para sostener la apariencia de una falsa paz.
En síntesis, mientras para negociar con el Eln se recurra a más de lo mismo, como ocurrió con las Farc, no habrá acuerdo final con ninguno de los grupos, los comisionados seguirán viaticando en dólares (algo que les fascina), el país seguirá a la deriva, Santos y los curitas que lo acolitan se quedarán con su premios de paz para el recuerdo y las fotos, los campesinos seguirán soportando la violencia comunista, la Casa Blanca mantendrá la doble moral de siempre al respecto, reaparecerán grupos de justicia privada, y las Fuerzas Militares seguirán en la incertidumbre de siempre, distribuidas por todo el país acompañando a mandatarios y empobrecidas comunidades regionales y locales, que sobreviven en medio de tanto caos, esperanzados en que algún día cesará la horrible pesadilla.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Especialista en Defensa Nacional, Estrategia y Geopolítica
El coronel Luis Alberto Villamarín Pulido es analista de asuntos estratégicos, especialista en geopolítica, estrategia y defensa nacional, temas sobre los cuales ha escrito y publicado 31 libros y analista permanente de CNN en español. Para leer algunos de los libros escritos por el coronel Villamarín haga click aquí
