Se supone que los generales del Ejército colombiano, tomaron las riendas del asunto y ordenaron a los Estados Mayores de Comando General, comando de Fuerza y comandos de División, que elaboren estudios profundos desde todas las áreas operacionales y administrativas en referencia con el pacto de imposiciones de las Farc y capitulaciones del gobierno Santos, firmado en Bogotá por el presidente de Colombia y el terrorista Rimo.
Los puntos de enseñanza que sirven de guía académica para estos estudios son claros:
1.Para las Farc, la negociación es parte integral de la guerra. No es el fin de la misma, sino uno de los medios para cristalizar objetivos y métodos de su plan estratégico. Es claro si las Farc siguen armadas, organizadas y legitimadas por la debilidad presidencial, las tropas ni se pueden desmovilizar, ni dejar de entrenar en tácticas de contra terrorismo rural, ni permitir que entre los soldados cunda la errada idea que las Farc son sinceras con la paz.
2. Que 7.000 de sus integrantes se concentren en 26 zonas veredales, no significa que se van a desarmar ni a desmovilizar. La capacidad de más probable adopción será engañar como siempre lo han hecho aprovechando esta vez la vitrina internacional de la ONU; mentir, dilatar, no entregar a los menores de edad, no entregar las armas, buscar estatus de beligerancia, seguir traficando coca y mantener en las áreas de su tradicional presencia delictiva a los integrantes de las milicias bolivarianas, dedicados a seguir la construcción del proceso revolucionario, como lo contempla el Plan Renacer, urdido por Cano antes de morir.
3. El Eln está conversando con los delegados de Santos, en plena coordinación con las Farc. El propósito de este grupo terrorista es presionar el despeje definitivo de las áreas rurales y el desmantelamiento del Ejército, para luego asestar la estocada prevista.
4. Mediante argucias y calculadas estratagemas las Farc se salieron con la suya y evitaron incluir en las imposiciones a De La Calle y sus mudos, la calidad y cantidad de bienes mal habidos, dónde están los millones de dólares que han percibido por los delitos cometidos, así como quienes son los integrantes de las milicias bolivarianas, del partido comunista clandestino y del movimiento bolivariano clandestino con la obvia responsabilidad penal que tienen en los delitos cometidos por las cuadrillas de las Farc.
5. El Partido Comunista Colombiano pasó inadvertido en la mesa de conversaciones. Pese a ser la fuente ideológica del narcoterrorismo contra Colombia, a que todos los cabecillas de las Farc provienen de la Juventud Comunista o de las entrañas del partido. Mediante argucias los bandidos lograron que se incluyera entre probables responsables del conflicto a los terratenientes y a dirigentes políticos de las colectividades tradicionales, pero para nada se nombró a los comunistas que desde la década de los sesenta del siglo XX reclutan y engatusan jóvenes en los centros educativos, los sindicatos o las “organizaciones sociales de fachada”.
6. El terrorismo financiado por el narcotráfico es la espina dorsal de la guerra del nuevo siglo. En el evento que desaparecieran las Farc, otros grupos terroristas nacionales e internacionales ocuparían el espacio de violencia dejado por sus cuadrillas
Con base en estas realidades se esperarían ajustes en los programas académicos de los cursos de ascenso y capacitación, para profundizar conocimientos acerca del Plan Estratégico de las Farc, las capacidades de los terroristas islámicos en el hemisferio, la evolución geopolítica regional, la incidencia del narcotráfico en la economía y la política hemisférica, procesos revolucionarios y procesos de paz, técnicas de negociación, historia de Colombia, defensa nacional, estrategia y táctica en guerra irregular.
La explicación es sencilla: Solo gana una guerra quien conoce debilidades y fortalezas del adversario, todos los compontes del ambiente operacional y en especial, quien conoce al dedillo la estrategia contraria con el fin de desarrollar una estrategia proactiva y no repetir la experiencia de De La Calle y sus convidados de piedra, todo el tiempo sujetos a las imposiciones, los ritmos, la agenda y los métodos de conversación de las Farc.
Errores que por desgracia están cometiendo con el ELN en Ecuador, los sapientes negociadores encabezados por Juan Camilo Restrepo.
Es hora también que los Estados Mayores produzcan documentos analíticos serios y profundos acerca de la metodología negociadora de las Farc y el Eln, la realidad geopolítica de cada una de las regiones y desde luego el énfasis en mejorar la capacidad intelectual y académica de los oficiales y suboficiales de todos los grados, que a juzgar por los hechos, está por debajo del nivel mínimo requerido para entender el problema y diseñar estrategias ganadoras, en las que la iniciativa la lleven el Estado y las tropas, no los bandidos.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Especialista en Defensa Nacional, Geopolítica y Estrategia
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