Plan Estratégico de las Farc, milicias bolivarianas y estratagema de la paz

Publicado: 2012-03-02   Clicks: 13874

 

     Análisis del conflicto colombiano

     Las sucesivas oleadas de ataques terroristas de las Farc en el Cauca, simultáneas con las destempladas declaraciones del obispo de Cali acerca de la muerte de Alfonso Cano, el anuncio del Eln de querer iniciar diálogos de paz, la artificiosa promesa de Timochenko de no cometer más secuestros extorsivos , la siniestra manipulación de la liberación de los militares secuestrados, la “buena y discreta voluntad” de Brasil para prestar las aeronaves, el aún sin aclarar movimiento gaitanista que propone Piedad Córdoba, la presencia de activistas internacionales  pro Farc  en el preplaneado circo mediático, etc., conducen al mismo punto de origen: El Plan Estratégico de las Farc.

      Para minimizar el impacto del marzo negro de 2008, mes en que murieron tres cabecillas del Secretariado de las Farc y para evitar efectos nocivos en la estructura interna del grupo terrorista, Cano urdió un refinamiento al Plan Estratégico denominado Plan Renacer, guía general programática actual de las Farc, en el cual priorizó el accionar ofensivo permanente de las milicias bolivarianas para causar desazón en las tropas que al perseguirlas golpean en el vacío y pueden caer en trampas tendidas por las cuadrillas.

      En forma simultánea a este accionar, el Partido Comunista Clandestino que son miembros del Partido legal que militan en las Farc y viven en las áreas de presencia terrorista, desatan mayor actividad propagandística, política y de guerra jurídica; mientras que el Movimiento Bolivariano Clandestino, organismo pluripartidista de apoyo ideológico y político, desarrolla acciones publicitarias a favor de las Farc, con la apariencia de ser organizaciones civiles deseosas de la paz en Colombia.

      Todo este engranaje alrededor de un solo tema: la liberación de los secuestrados a cuentagotas para presionar el acuerdo humanitario, sentarse con el gobierno a negociar y lograr allí que los gobiernos afines al socialismo del siglo XXI y el Foro de Sao Paulo les quiten el mote de terroristas, les reconozcan como ejército revolucionario, les permitan abrir embajadas en Buenos Aires, Montevideo, Asunción, Quito, Managua, caracas y La Habana, y, los apoyen con armas y dinero en la ofensiva final para la toma del poder.

1.     El Plan Estratégico de las Farc es un plan de guerra no de paz

       Todos los documentos programáticos de las Farc, incluidas las conclusiones de las nueve conferencias guerrilleras y los 13 plenos ampliados, ejes motrices del Plan Estratégico antes llamado Movimiento Bolivariano por una nueva Colombia, apuntan a la ejecución de actividades bélicas para derrocar el sistema capitalista, tomar el poder político por medio de una insurrección generalizada o producto de habilidosas estratagemas políticas, e imponer una dictadura comunista.

      En ninguna parte de su contenido, este plan concibe la entrega de armas, ni la desmovilización, ni el sometimiento a la justicia, ni la supresión de las acciones terroristas contra la población civil. Prevé saltos cualitativos y cuantitativos por medios dialécticos derivados del uso de las negociaciones con el gobierno nacional, como un paso más hacia la toma del poder. Nunca la rendición.

       Según lo legado por Tirofijo el Plan Estratégico de las Farc parte de:

     —Pensamos que hay muchas maneras de llegar a la capital. Con el apoyo de la clase obrera mediante un gran paro o huelga general. O con las tropas revolucionarias en la lucha por esa posición estratégica, que es la parte fundamental del gobierno. Podríamos llegar por cuatro, cinco, ocho o diez partes—

     —Estamos preparando hombres para dedicarlos al trabajo de masas. A nivel de clase obrera, de campesinado, de juventud, de mujeres. Necesitamos un movimiento de masas fuerte para crear un ejército revolucionario, porque para tomarnos el poder necesitamos ponernos de acuerdo con todos los sectores de las masas—

      Años después en otra reunión de cabecillas, Tirofijo complementó:

     —Tenemos pendiente un nuevo encuentro de las Farc con los partidos comunistas, para efectuar un intercambio de opiniones y experiencias, como parte del Plan Estratégico teniendo en cuenta que algunos de ellos son muy débiles y no pueden financiar su desplazamiento hasta este lugar—

     —Adelantamos los diálogos con el gobierno como parte del Plan Estratégico. Debemos analizar hasta donde podremos avanzar en el logro del objetivo de acuerdo a las circunstancias políticas y de confrontación existentes, buscando que ante la opinión siempre quede clara nuestra voluntad por encontrar salidas políticas dejando al estado terrorista la responsabilidad de agotamiento de esta opción— 

     —Debemos estudiar la propuesta de cese al fuego bilateral Gobierno-Farc analizando; cual debería ser su contribución para el desarrollo del Plan Estratégico, de tal forma que nos permita ganar nuevas posiciones cerca de los centros urbanos y fortalecernos en la conquista de nuestro reconocimiento como fuerza beligerante—

     —El trabajo internacional en la actualidad como parte del Plan Estratégico nos ha dado muy buenos resultados para hacernos conocer como movimiento revolucionario por los cambios y en busca de reconocimiento como fuerza beligerante. Debemos aprovechar todas las sugerencias para atender personalidades de Europa con la finalidad de afianzar nuestra política en busca de reconocimiento—

      En complemento, en uno de los documentos explicativos de los alcances de la Octava Conferencia de las Farc, Cano resumió las incidencias de las conclusiones en algunos de los componentes del Plan Estratégico:

     —Las Farc son una organización política-militar que lucha por la toma del poder para el pueblo. Su táctica es la combinación de todas las formas de lucha de masas. Aplican a la realidad colombiana los principios fundamentales del marxismo leninismo—

      Por su parte Jojoy agregó:

     —Las Farc jamás han hablado de desmovilización y desarme. Las Farc han hablado de buscar una salida dialogada con el Gobierno para ponernos de acuerdo. Pero hay que recordar que el fusil es el garante de los acuerdos que se firmen. Si uno los entrega, esto se acaba. Ni siquiera los periodistas vendrían a hablar con nosotros—

      —Nos importan un carajo la Constitución y las leyes, porque estamos fuera de ellas. No valen nada. Valen para el Estado. Eso es lo que ellos tienen que resolver. Tenemos nuestra propia Constitución y nos levantamos contra el Estado porque nos obligaron. Entonces son ellos los que tienen que resolver: o venirse unos para acá, o ayudar a resolver eso—

      Las declaraciones de Simón Trinidad al periódico Tiempos del Mundo de Washington D.C. durante la época de la zona de distensión, reflejan la enorme brecha que existía entre el detallado planeamiento de las Farc y la marcada improvisación gubernamental al iniciar las conversaciones:

      —No vamos a desmovilizarnos ni a rendir las armas. Nosotros seremos la base de las nuevas fuerzas militares de Colombia y su nuevo Estado. No estamos luchando por una participación en elecciones o curules en el parlamento, o beneficios para los guerrilleros. Estamos luchando por cambios radicales y profundos como radicales y profundos son los problemas que tiene la sociedad en Colombia—

     —O hacemos un tratado de paz que implique cambios en la vida política, económica y social de país o seguirá la confrontación. Si sentamos las bases en un tratado de paz para unas grandes transformaciones, nosotros seremos parte de ese nuevo régimen político y habrá una base económica que sustente ese nuevo Estado que vamos a administrar y a conducir. Nosotros no nos vamos a desmovilizar a cambio de nada—

         En síntesis, la paz para las Farc solo será posible cuando los terroristas gobiernen a Colombia, objetivo para el cual son válidos todos los medios incluidos el terrorismo en todas sus modalidades, la farsa de las conversaciones de paz, los acuerdos humanitarios, la relación con gobernantes proterroristas, el uso de propagandistas escudados en las bondades de la democracia, la manipulación de la liberación de los secuestrados y el cinismo marxista-leninista rampante en todas las actividades.

       2.                Milicias bolivarianas columna vertebral del Plan Estratégico de las Farc

       A partir del Congreso del Partido Comunista Colombiano realizado en 1947, al cual asistió Jacobo Arenas en representación de los sindicalistas petroleros de Barrancabermeja, la izquierda extremista decidió armar cuadrillas de campesinos adoctrinados con las tesis del marxismo-leninismo, para que defendieran la posesión de tierras expropiadas por medio de la violencia, a sus legítimos dueños.

      Con base en ese criterio Erasmo Valencia y Juan de la Cruz Varela instalaron entre Pasca Cundinamarca y Uribe-Meta, muchas familias adoctrinadas con ideas comunistas,       que constituyeron una red de autodefensas revolucionarias denominadas “la cortina”, organización clandestina armada, que tenía la misión de detectar la presencia del Ejército, advertir de inmediato a los guerrilleros, abastecer las cuadrillas móviles, entrenar a los campesinos de 15 años de edad en adelante en técnicas de combate irregular y servir de “correos” entre los cabecillas.

       Cuando el Ejército Nacional incursionó a Marquetalia,  halló copiosa documentación que demostró la intensa actividad política  del Partido Comunista dentro de la población civil, y, la organización militar en autodefensas revolucionarias, a que estaban sometidos todos los campesinos e indígenas que  vivían allí, con extensión a Riochiquito en el Cauca.

        Veintiseis años más tarde, tropas de la Séptima Brigada atacaron el fortín de Casa Verde, donde encontraron documentos específicos de la extensa red de campesinos armados, entrenados como autodefensas guerrilleras ubicadas en el cañón del río Duda en el Meta, el Páramo del Sumapaz en Cundinamarca, la cordillera occidental en el Cauca, el cañón de las Hermosas en el Tolima, el cañón de la Llorona en el Urabá, la Sierra Nevada en César y Magdalena, y San Juan de Sumapaz en las goteras de Bogotá.

        A partir de la octava conferencia de las Farc realizada en 1993, Alfonso Cano dio vida al proyecto de Jacobo Arenas consistente en "clandestinizar" las estructuras rurales del Partido Comunista legal, conformar redes de autodefensas revolucionarias bautizadas “milicias bolivarianas” para diferenciarlas de las milicias populares del Eln y las milicias obreras del Epl, que por militancia y visión compartida deberían apoyar en todos los sentidos a las cuadrillas y a los integrantes del movimiento bolivariano.

         Al implementar el Plan Renacer, Cano enfocó el accionar de las milicias bolivarianas en sembrar minas antipersona, hostigar las tropas en puestos fijos o en movimiento táctico terrestre, lanzar cilindros cargados de explosivos, asesinar campesinos y militares mediante el plan pistoleo, secuestrar civiles, apoyar acciones armadas de las cuadrillas, hacer seguimientos de inteligencia a las tropas, cuidar secuestrados, guiar cabecillas y sus amigos en el terreno, distribuir propaganda, llevar mensajes a  otras estructuras, etc.

         Estas instrucciones explican lo que sucede en el Cauca y Norte de Santander, áreas donde se movilizan algunos cabecillas principales de las Farc. El traslado de Cano al Cauca, donde por más de 45 años el sargento Pascuas ha estructurado  muchos núcleos de milicianos con indígenas y campesinos; obedeció a que el creciente número de desertores del Bloque Central ayudaron a desmantelar las milicias bolivarianas que le servían de alerta temprana, y a desenmascarar a otros apoyos, a bloquear los corredores de movilidad de las cuadrillas, que en época normal son cubiertos con fuego y observación por los milicianos, y a poner en riesgo su permanencia en el sur del Tolima.

        Esta situación explica también, que mientras Cano se instaló cerca de Cali para continuar el desarrollo del propósito de rodear y aislar primero a esa ciudad antes de emprender el asalto final contra Bogotá, las compañías de milicianos ubicados en Buenaventura, Caloto, Miranda, Pradera, Florida, Corinto, López de Micay, Argelia, El Patía y Caldono, se dedicaron a cometer sucesivas acciones terroristas para poner en vilo la credibilidad del gobierno y la efectividad de la estrategia de seguridad democrática, con el fin de mantener las tropas ocupadas en otras zonas.

       Otros milicianos rurales están dedicados a difundir datos con desinformación para desviar a los tropas de los objetivos, o a servir cómo testaferros en las fincas agropecuarias ocupadas a la fuerza por las Farc, fortalecer los cultivos comunitarios de indígenas creados por el sargento Pascuas, quien también tiene finca propia en la zona; o proteger las fábricas de armamento artesanal, y obvio, acuidar las caletas de armas, municiones, documentos y vituallas en general.

       Entretanto las redes de milicias urbanas incrustadas en Palmira, Buga, Cali y Popayán se dedicaron a proveer el flujo logístico constante, a atender los heridos y discapacitados, recibir periodistas y visitantes internacionales, llevar correos, servir de falsos testigos en imputaciones judiciales contra miembros de la Fuerza Pública etc.

       En síntesis,  desde el momento en que Cano implementó el Plan Renacer, las milicias bolivarianas duplicaron esfuerzos para desarrollar otra parte del Plan Estratégico, enfatizada en llevar el conflicto al nivel político-estratégico, articular el trabajo de las cuadrillas con el  Partido Comunista Clandestino y los cabecillas de Bloques con el Movimiento Bolivariano dentro y fuera del país, situación que explicaría la aparición de movimientos políticos de fingido tinte pacifista, que en el fondo pretenden o la legitimación de las Farc o la conquista del poder político, para iniciar el “gobierno de transición” hacia el socialismo del siglo XXI.

         En los casos específicos de Cauca, Nariño, Norte de Santander y Arauca algunos miembros seleccionados de las milicias bolivarianas traspasan las fronteras de Colombia con Ecuador y Venezuela, para coordinar apoyos políticos, negocios de narcotráfico, embarques de armas y contactos claves.

       Esto también indica, que a las Farc no les interesa la paz sino la guerra y para eso están preparando en forma permanente a sus estructuras, apoyadas en la doble moral de las milicias bolivarianas, que en apariencia son inofensivos campesinos, pero que en la práctica son terroristas que militan en las Farc y actúan en forma solapada. Si son  capturados alegarán ser civiles víctimas del conflicto, perseguidos por el Estado y tendrán un colectivo de abogados proclive al narcoterrorismo, listo a defenderlos.

       3. Estratagema de la paz y secuestro como método de manipulación

       Desde su irrupción en el escenario político nacional, primero el Partido Comunista y luego las Farc han sido fervientes abanderados de la “paz democrática”, que presupone la eliminación del capitalismo y del viejo modo de vivir en Colombia, así haya que engatusar a todos los gremios, a la iglesia católica, a los estudiantes, a los obreros y a los incautos para que con cantos de sirena se integren al movimiento bolivariano, como ocurre con quienes manipulados por los miembros incrustados en Colombianos por la paz por parte del Partido Comunista Clandestino .

       Secuestro y artilugios con promesas farsantes de paz, han sido la constante desde 1982 en adelante, cuando las Farc iniciaron las conversaciones de paz con Belisario Betancur y aplicaron la premisa dictaminada por Jacobo Arenas:

      Secuestrar y negar la autoría del crimen, responsabilizando a las Fuerzas Armadas del Estado o a la propaganda del imperio yanqui. Este fue uno de los escollos que no dejó progresar la idea de la paz del gobierno de Belisario Betancur, pues todas las evidencias y pruebas indicaban que las Farc seguían dedicadas a secuestrar, pero Tirofijo y Jacobo lo negaban con cinismo absoluto.

         Durante las accidentadas conversaciones de Caracas y Tlaxcala, fueron reiterativas las quejas de la población civil y los medios de comunicación, debido a que la Coordinadora Nacional Guerrillera encabezada por las Farc seguía dedicada al secuestro y al narcoterrorismo, e inclusive la causal de terminación de esos diálogos, fue el secuestro y muerte en cautiverio de Argelino Durán Quintero, perpetrado por el Epl apadrinado por las Farc.

      A lo largo de cuatro años de conversaciones sin estrategia de paz y de guerra, ni claridad conceptual del gobierno Pastrana (1998-2002), manipulado por las argucias y artilugios del Plan Estratégico de las Farc, el improvisador mandatario se vio forzado por las circunstancias, a terminar los diálogos debido a las atrocidades de las Farc ordenadas y cohonestadas desde la zona de distensión, incluido el secuestro del senador Eduardo Gechem al salir de Neiva a bordo de una aeronave comercial.

      Desde la terminación de la zona de distensión el Secretariado de las Farc ha concentrado su esfuerzo principal en pos del estatus de beligerancia y el reconocimiento político por medio del apoyo internacional del Foro de Sao Paulo, la Coordinadora Continental Bolivariana y los mandatarios adscritos al socialismo del siglo XXI, alrededor de la manipulación del dolor de las víctimas de todas las formas de secuestro, mediante la habilidosa patraña de responsabilizar al Estado del hecho y promover el canje humanitario como antesala de las negociaciones de "paz democrática", que se conviertan en un paso trascendental hacia  la toma del poder, pero nunca a la desmovilización, porque los terroristas necesitan los fusiles para afianzar la etapa final de la insurrección generalizada prevista en sus planes.

      Para el efecto han utilizado novedosos artilugios publicitarios, cohonestados por sus cómplices nacionales e internacionales, casi todos desenmascarados en los computadores de Raúl Reyes. Han pasado por las intenciones figuronas mediáticas de Alvaro Leyva Durán, las calculadas y malintencionadas mediaciones de Chávez y quien se hacía llamar Teodora Bolívar, el pago de viajeros internacionales dedicados a desprestigiar a Colombia y aprestigiar a las Farc, películas propagandísticas financiadas por el gobierno argentino, lobby ante Sarkozy, liberaciones a cuentagotas, asesinatos de secuestrados en Urrao, Cauca y Caquetá, secuestro y asesinato de un gobernador, etc.

     Hoy Timochenko cambió el tono del discurso agresivo propio de Cano y Jojoy, para proponer que las Farc suspenderán el secuestro, algo que ya hicieron sin cumplir en Uribe-Meta en 1983; pero no cambió los objetivos del Plan Estratégico, ni las intenciones políticas de las Farc. Es decir, todo está como al principio.

       Por esa razón los infiltrados en Colombianos por la Paz y los legitimadores de las Farc por medio del Movimiento Bolivariano Clandestino, disfrazado con nombres populistas, pretenden a todo costo que el gobierno se siente a hablar con los terroristas, para que sus cómplices internacionales los legitimen.

       Y quizás por esta misma razón un sacerdote caleño, locuaz y desfasado calificó a Cano como un pobre viejecito sin nadita que comer, y, un boquisuelto alcalde caucano pidió negociaciones de paz ya, sin evaluar cuál es la intención de los terroristas que lo manipularon para que dijera eso.

     Como conclusión final, el Plan Estratégico de las Farc está intacto, las milicias bolivarianas, el partido comunista clandestino y el movimiento bolivariano están dedicados a mantener en el imaginario colectivo la sensación de irreversible nivel político-estratégico del conflicto, a buscar la legitimación de las Farc, a encuadrar el accionar del grupo terrorista dentro de los lineamientos geoestratégicos del Foro de Sao Paulo, y por obvias razones, a coadyuvar a los terroristas en su intención de utilizar la estratagema de la paz como un trampolín más para su pretendido objetivo final.

Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

www.luisvillamarin.com

Analista de asuntos estratégicos

Lea aquí las obras escritas por el coronel Luis  Alberto Villamarín Pulido

 

 

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