Análisis del conflicto colombiano
Pese a que no se trata de ninguna novedad procedimental, ni de una noticia imprevisible, el hecho que la cuadrilla Teófilo Forero tenga en la mira a varias personalidades para asesinarlas o secuestrarlas, los medios de comunicación y los analistas políticos, que saben tanto de lo divino como de lo humano en torno a la guerra en Colombia, los medios de comunicación y los mentideros políticos continúan empantanados como hace tres décadas, cuando ocurrió la farsa de Casa Verde.
Todos, sin excepción, embelesados en la bobería colectiva que dentro de las Farc hay dos alas: La política y la armada.
Con base en esa estupidez ratificada por muchos sabihondos, se decía que Tirofijo encarnaba un ala criminal terrorista, pero que en cambio Alfonso Cano era el pensante, el ideólogo, el político conciliador.
Y como la misma derecha desinformada y los periodistas llenos de galardones por su escasa profundidad investigativa, repitieron ese coro, las Farc y los comunistas de todas las pelambres, encontraron un punto de apoyo más para engatusar con la patraña de la paz a sucesivos gobiernos y al propio pueblo colombiano.
El espiral tragicómico del asunto es así de enredado y contradictorio, pues los computadores de Reyes, Jojoy, Romaña, el paisa, Sonia la pilosa, Cano, los 33 cabecillas abatidos en el Meta, etc, han confirmado y reconfirmado lo contrario, que además es ratificado a diario por los terroristas de las Farc fuera de las mesas de conversación y en los documentos que a diario incautan las autoridades:
1. Las Farc como brazo armado del Partido Comunista Colombiano y como parte del Movimiento Continental Bolivariano, hacen parte del Plan Estratégico del castro-chavismo para meter a Colombia en el redil comunista del socialismo del siglo XXI.
2. Las Farc negocian para sacar ventajas político-estratégicas, no para entregar las armas, ni para desmovilizarse. Eso lo dijeron en Uribe Meta, Tlaxcala Mexico, Caracas Venezuela, Cravo Norte Arauca, El Caguán; Oslo y ahora en La Habana, donde agregaron que jamás darán al gobierno la oportunidad de tomar la fotografía entregando las armas.
3. Lo alcanzado en el “acuerdo parcial” el punto 1 de la agenda en Cuba se resume en la repetición del planteamiento del Partido Comunista con las republiquetas independientes de Marquetalia, Riochiquito, El Pato y el Guayabero, trasladadas a otras regiones del país e insertadas dentro de las Zonas de Reserva Campesina, (ZRC), para fortalecer y repetir la vergonzosa payasada de unos indígenas envalentonados por las Farc agrediendo a los soldados, que por orden del pacifista Santos no podían reaccionar contra los atacantes en el Cauca, con zonas controladas por las Farc y los bandidos del Partido Comunista cCandestino.
4. Lo alcanzado en el acuerdo del segundo punto de la agenda, en un sospechoso pacto secreto después de la también sospechosa liberación de un loquito gringo que se metió a fanfarronear al Guaviare, es sin dudas la legitimación anticipada del control político calculado de las Zonas de Reserva campesina y las republiquetas independientes por parte de las Farc, con proyección a desmovilizar las Fuerzas Militares, único elemento tangible que tiene Santos para negociar.
5. Belisario Betancur, Pastrana y Santos han ido de manera desaforada tras el inmerecido Premio Nobel de Paz. Y Santos le agregó lo de su inmerecida reelección. Pero como el mar de saliva corre por los labios y mentones de muchos ingenuos, por medio de vanidosas baladronadas, Santos se puede salir con la suya, a costa de entregar el campo colombiano a los comunistas, que no saciarán su apetito con esto, sino que fortalecidos buscaran el premio mayor.
Es perentorio poner los puntos sobre las íes. No hay división de líneas de concepción revolucionaria dentro de las Farc, grupo fundamentalista y terrorista. Lo que hacen los bandidos en la Habana es concertado con los demás cabecillas, depende del derrotero trazado en el plan estratégico y es un apéndice de su plan revolucionario integral comunista. No hay tales ruedas sueltas.
Es falso el bobalicón rumor, que los bandidos que están en Cuba entrarán a la política y que Joaquín Gómez con los delincuentes del bloque sur y los del oriental seguirán dedicados a traficar coca. No. Eso no es así.
Es más simple y concreto de lo que parece. Es parte del plan de guerra de las Farc contra el capitalismo colombiano. Son revolucionarios comunistas, que buscan la ganancia política en cada acción armada o dialéctica. Ingenuos y desfasados quienes creen en imaginarios incoherentes con la metodología marxista-leninista de guerra revolucionaria.
En conclusión, los planes descubiertos por la inteligencia militar, con computador del paisa o sin el, (pues al parecer Santos ordenó negar este asunto para evitar que se rompieran las conversaciones en La Habana), asesinar a varias personas y secuestrar a otras, es la lógica de la guerra comunista, una consecuencia obvia de “conversar en medio del conflicto” y una demostración patética que los bandidos de las Farc que están en La Habana, aprueban y coordinan la doble agenda de hablar de paz en la isla, mientras amplían redes internacionales de apoyo e instigan el narcoterrorismo comunista contra Colombia.
No hay peor ciego que quien no quiere ver.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Analista de asuntos estratégicos
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