Manipulador, calculador, mentiroso, tramposo y populista, al estilo de todos los sátrapas comunistas, Gustavo Petro, desgobierna a Colombia, enfatizando su accionar en casar peleas permanentes, generar conflictos, inducir al odio entre clases sociales, e incentivar reacciones vehementes de sus adversarios, mientras que de manera mañosa siguiendo la cartilla de Hugo Chávez en Venezuela, mete caballos de Troya contra Colombia, por medio de su espurio plan nacional de desarrollo.
Ante el estruendoso fracaso político, derivado de la fulminante destitución de su par Roy Barreras como congresista y presidente del senado, con habilidosa argucia, Petro sacó del sombrero un as, con el fin de ocultar su mayor derrota política y dar la vuelta al asunto:
Atacó públicamente al fiscal Barbosa, y desató una innecesaria pelea entre dos altas instancias de la administración del Estado, que por partida mutua parecen estar dedicadas al “espejito, espejito…¿quién es el más lindo?” y no al cumplimiento de sus respectivas funciones.
De paso, Petro ocultó el innegable fracaso de su costosísima visita a España y Francia, el boato de su majestad Verónica Alcocer derrochando a manos rotas dinero público en insulsas visitas a las cortes europeas.
También, pasó a segundo plano la empresa de corrupción montada desde le vicepresidencia, con viajes suntuosos, inútiles e improductivos, en busca de asegurar votos para premios internacionales de su majestad Aureliano I, y enfrascó al país político en una pugnacidad de trinos y mensajes en las redes, mientras sus alfiles políticos se salieron con la suya, aprobando el venenoso plan nacional de desarrollo en el Congreso de la república.
El miércoles 10 de mayo de 2023 en horas de la tarde, espontáneamente miles de veteranos de las Fuerzas Militares y de Policía, llenaron la Plaza Mayor de la capital, para recordarles a Petro y a sus secuaces, que la institucionalidad se respeta y que su obligación como mandatario, es gobernar para 50 millones de colombianos, no para los intereses del comunismo internacional, ni como peoncito de las dictaduras de Cuba y Venezuela, ni solamente para 12 millones de desubicados políticamente, que equivocados lo eligieron.
Infortunadamente, declaraciones de un coronel en una emisora con sesgos petristas, dieron insumos a los cómplices del socialismo del siglo XXI, para llevar nuevamente a la oposición a que libre las batallas políticas, en el escenario en el que su majestad Aureliano I es fuerte:
El odio, la ofensa descalificadora, la incitación a la violencia callejera y la autovictimización.
Hace varios siglos, el estratega chino Sun Tzu enseñó que la guerra se gana derrotando la estrategia del adversario… No al adversario persé. Mas de dos mil años después Mao Tse Tung puntualizó que “la política es como la guerra pero sin sangre”, es decir que exige aplicar los principios de la ciencia bélica con estrategia, táctica, logística, maniobras, técnicas de lucha, objetivos, etc.
Todo lo ya dicho anteriormente, nos sirve para puntualizar:
1. Las manifestaciones masivas contra el desgobierno Petro, requieren planeación, organización, dirección, objetivos, metas, pero sobre todo, gravitar alrededor de un programa estratégico, de gobierno integral a partir de 2026
2. No se puede caer en la trampa de debatir en el terreno del odio, la confrontación y el discurso populista, pues en eso son expertos, Petro, sus cómplices y los siempre torcidos dirigentes políticos de la mal llamada derecha… Por ellos estamos como estamos.
3. La oposición contra los planes totalitarios de Petro y su nefasta camarilla, debe ser liderada y empoderada por un partido político, el cual debe ser nuevo como proyecto estratégico, porque sin excepción, los partidos políticos ya existentes, están contaminados de corrupción, politiquería, demagogia, oportunismo y plagados de mentiras, iguales a las de Petro, pero desde una supuesta orilla contraria.
4. Las protestas venideras, no pueden estar enfocadas hacia un sector específico de la sociedad, en este caso las reservas de las Fuerzas Armadas… La afectada es Colombia en general, y somos todos los colombianos quienes debemos salir del atolladero, en que nos metieron los dirigentes de la mal llamada derecha y los comunistas que rodean a Petro.
5. El problema de fondo no es la pelea entre el fiscal Barbosa enfrascado en su campaña política personal en pos de la presidencia de Colombia en 2026, ni en la pugana pública de dimes y diretes con Petro, ni las innecesarias declaraciones individuales de un coronel, circunstancialmente entrevistado en una emisora petrista, pues el quid del asunto, está en el veneno chavista del subrepticio plan nacional de desarrollo, que como está aprobado, nos lleva directo al despeñadero en que cayó Venezuela.
Síntesis: Colombia está pidiendo a gritos una orientación política, que nos guíe con viento en popa, hacia el desarrollo integral, para ser referentes continentales en décadas venideras, no hacia el socialismo del siglo XXI.
Ahí está el eje de gravedad sobre el cual debemos dar las batallas políticas futuras e inmediatas.
Las acciones tácticas, tales como la necesaria protesta social permanente, desarticularán la estrategia comunista de Petro, si y solo sí, en la medida que estén atadas a un plan general, con objetivos, fases, metas, y propuestas concretas, en cada uno de los campos del desarrollo y la seguridad nacionales, que son los dos aspectos fundamentales de la conducción política, para garantizar la máxima felicidad de los gobernados.
Teniente coronel Luis Alberto Villamarin Pulido
Autor de 40 libros de geopolítica, estrategia y defensa nacional