Con alborozo, los medios de comunicación internacionales, acaban de anunciar al mundo que los terroristas de Hamas, dejaron en libertad a dos mujeres estadounidenses identificadas como Judith Raanan, de 59 años de edad y su hija Natalie Raanan de 17, quienes fueron secuestradas en un kibutz, durante la sanguinaria incursión terrorista al territorio israelí, del pasado 7 de octubre
Recibir con obvia alegría a las dos víctimas, no es para hacer fiestas, pues los terroristas no deberían tener ni un solo rehén. La sorpresiva liberación de dos mujeres de clase media estadounidense, con ascendencia judía, es indudablemente un calculado paso estratégico para buscar el compromiso de la Casa Blanca en el alivio de la crisis humanitaria derivada del asedio militar israelí a toda la Franja de Gaza, y el aviso tácito a Estados Unidos y a otros países occidentales, de que Hamás está dispuesto a liberar a los demás rehenes de sus nacionalidades, siempre y cuando se suspenda todo apoyo a Israel.
Como es de esperarse, el gobierno Biden que ya se anticipó a contar al mundo que la liberación fue producto de la mediación de Qatar, seguirá presionando para la liberación de los secuestrados solamente a cambio del ingreso de la ayuda humanitaria, más no la de perdonar o negociar con terroristas.
Obviamente Israel seguirá machacando las posiciones de combate de Hamas y los demás grupos yihadistas, no solo en Gaza, sino en Cisjordania y la frontera con Líbano y Siria. Desde luego, la respuesta de Irán que es el cerebro de toda la maquinación, será con mas acciones violentas y búsqueda de la intensificación de la guerra en los tres frentes, para que la situación bélica, se le vuelva inmanejable a Netanyahu, por efectos de las desgarradoras imágenes de la crisis humanitaria en Gaza.
Como se puede ver será una prolongada guerra con intensas batallas de propaganda estratégica, blanca negra y gris; diplomacia paralela en todo el planeta, financiación de manifestaciones anti israelíes y discursos permanentes de la verdad desde la óptica israelí; manipulación calculada de las liberaciones, e indefectiblemente nuevos pero costosos avances en la ofensiva terrestre de Israel en Gaza, con las ya previsibles dificultades previstas por los expertos en temas de seguridad, combates de guerra urbana, contraterrorismo y geopolítica.
Es sin duda una guerra novedosa en contexto, contenidos, alcances, métodos, estrategias, tácticas y técnicas, de generación muy avanzada en relación con la Guerra Fría de las cinco ultimas décadas del siglo XX entre Moscú y Washington. La circunstancia agravante y diferenciada de otras guerras, es que la joya de la corona se está centrando en el manejo propagandístico del drama humanitario, del cual Hamas y los extremistas islámicos quieren salir airosos como víctimas y no victimarios, así como la liberación de rehenes, que no son prisioneros de guerra.
Así como el campo de batalla en el teatro de operaciones en Gaza, está minado, lleno de túneles y trampas explosivos apoyadas por francotiradores que aparecen y desaparecen o atacan con cohetes Quassam la retaguardia estratégica de Israel a pesar de la cúpula de hierro; sin lugar a dudas, se puede colegir que de manera análoga, el campo de batallas diplomáticas, de negociación y de manejo mediático, encontrará muchas minas antipersona, muchas trampas explosivas, muchos túneles y subterfugios para eludir compromisos, muchas alambradas con medidas de engaño, y muchos francotiradores agazapados en el extremismo religioso o la búsqueda de posicionamientos geopolíticos, que de manera premeditada activarán sus arsenales dialécticos, en el momento mas complejo de las conversaciones.
En síntesis, la liberación de Judith Raanan y su hija Natalie Raanan, es un ataque con misiles manipuladores de la diplomacia y la negociación, que significa el comienzo de una larga jornada de altibajos, dificultades y presiones mutuas, situación de la que saldrá ganador, quien mejor maneje la estrategia, la inteligencia militar, la diplomacia abierta, la propaganda, las maniobras militares en ambientes urbanizados cargados de trampas y ardides y la habilidad para privar al adversario de los recursos necesarios sin inducirlo a tomar decisiones hacia salidas desesperadas.
Es lo que hay, por hora como primer paso del largo recorrido que parece tener la actual situación bélica en el Medio Oriente, derivada del salvaje ataque terrorista de Hamas contra la población civil inerme de Israel, el pasado 7 de octubre.
Teniente coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Autor de 40 libros de geopolítica, y analista estratégico del terrorismo islámico