Cuarenta meses de errores político-estratégicos en negociaciones con las Farc

Publicado: 2016-03-28   Clicks: 1936

       Análisis del Conflicto Colombiano y Defensa Nacional

      Despúes de cuarenta improductivos meses de conversaciones con las Farc en la Habana-Cuba, no hay nada rescatable a favor de Colombia, ni mucho menos nada concreto para la paz. Por el contrario, hay más expectativas que el primer día, hay mayor desespero publicitario del gobierno Santos y sus consuetas para vender a la opinión pública la falsa idea que hay esperanzas; la ratificación que las Farc quieren es el poder total para los comunistas armados y desarmados, la casi absoluta incredulidad del pueblo colombiano frente al proceso y el mar de dudas que a diario asaltan a las Fuerzas Militares y de Policía, cuyos integrantes no reciben mensajes claros del gobierno y de sus mandos para combatir a las Farc.

     El preocupante cuadro de realidades descritas, indica que a lo largo de 40 meses de hablar, hablar y hablar en Cuba, las Farc han impuesto la agenda, los términos y los objetivos. Y, refrenda la trillada conclusión, que el equipo negociador del gobierno es inferior al reto y la responsabilidad histórica. En consecuencia se acumula un rosario de errores político-estratégicos por parte del gobierno Santos, que en lugar de “aligerar” fechas, en las que queda cada día mas mal, debería revisar, hacer un juicio crítico a todo lo sucedido y replantear el equivocado esquema de concesiones permanentes a los terroristas.

      Estos son algunos de los errores político-estratégicos cometidos por el gobierno y el equipo negociador:

      1. Las Farc gravitan alrededor de un Plan Estratégico. El gobierno navega sobre la improvisación y las ambiciones personales del presidente Santos.

      El día del sonoro inicio de las conversaciones en Oslo, Humberto De La Calle dijo que el gobierno no sería rehén del proceso de paz. Meses más tarde dijo que en La Habana no se estaba negociando el modelo político del Estado. Después le ordenó al sumiso general Mora, que dijera que las Farc ni sueñen con repúblicas independientes. Posteriormente le dijo a Yamid Amat, que en cualquier momento el gobierno suspendería las conversaciones, por no ver avances.

    Por su parte, las Farc han dicho y hecho todo lo contrario de lo que dice y hace De La Calle. El gobierno Santos no solo es rehén del proceso de paz para conseguir el Premio Nobel de Paz y la eventual segunda reelección de Santos, sino que ha sido rehén de algo peor: Del Plan Estratégico de las Farc, que han impuesto agenda, tiempos y decisiones unilaterales, so pena de suspender los diálogos.

    En los acuerdos parciales sin contar imposiciones pendientes en subpuntos no acordados, las Farc están logrando reconocimiento0 político como fuerza no terrorista, y la legitimación de muchas republiquetas independientes que les permitan consolidar el proyecto marxista-leninista de la colectivización del agro. De remate metieron al Papa, a la ONU y al presidente Obama, cada uno con sus intereses particulares de conveniencia para sus proyectos particulares, para que hablen de la paz en Colombia, lo que al final resulta a favor de las Farc, sin que haya nada medible y verificable para beneficio de los colombianos.

   La diferencia radica en negociar con base en un plan estratégico y a partir de los egocéntricos intereses personales de un gobierno con mentalidad monárquica de origen divino, convencido que el país le debe el favor de estarlo gobernando.

2.  La inteligencia estratégica es ajena al proceso

     A juzgar por los hechos, mientras las Farc tienen agentes de inteligencia infiltrados en organismos claves, que les permiten conocer las intenciones del gobierno en cada paso, ni el ministro de Defensa, ni la canciller Holguín, ni el jefe de inteligencia estratégica del gobierno, parecen estar sintonizados con los alcances del Plan Estratégico de las Farc.

    Por eso ocurren eventos como lo sucedido en el corregimiento del Conejo, la estupidez de poner a Cuba y Venezuela de mediadores a sabiendas que los gobernantes de ambos países son cómplices y socios de las Farc, el ataque a los soldados en el Cauca, la manipulación paralela con el Eln del cese bilateral, la realización de cuatro plenos ampliados de los cabecillas de las Farc en Cuba, permanentes propuestas de sometimiento del Estado a los arbitrios de las Farc etc.

    Visto el asunto con ojo crítico constructivo, da la sensación que en lo actuado durante 40 meses en la mesa de conversaciones con las Farc en La Habana, por desconocer el Plan Estratégico de las Farc, ni el gobierno Santos, ni sus delegados en Cuba, ni su canciller, ni su ministro, ni el alto mando militar, ni la academia, ni los medios de comunicación, han podido entender que las Farc desarrollan un proceso revolucionario, que las promesas de paz son parte activa de su estrategia integral, y que lo único que buscan en Cuba es legitimación política para continuar su proceso de lucha de clases para la toma absoluta del poder, con el consecuente recrudecimiento de la violencia cíclica y crónica en el país.

3.   Miopía geopolítica del gobierno y sus negociadores.

     Mientras las Farc desarrollan actividades geopolíticas y geoestratégicas desde hace varios años, dentro y fuera del país como quedó demostrado en los computadores de Raúl Reyes y en los miles de documentos que reposan en empolvados anaqueles de fiscalías y juzgados, oficinas de inteligencia y archivos personales tomados como trofeos de guerra por algunos combatientes, el gobierno colombiano no acierta en la evolución geopolítica ni dentro ni fuera del país.

    Prueba de ello, es que las Milicias Bolivarianas, el Partido Comunista Clandestino y el Movimiento Bolivariano de las Farc siguen intactos, organizando áreas de tradicional presencia de las Farc, las cuales necesitan que sean desocupadas con el argumento del cese bilateral, para armar más células terroristas, minimizar la capacidad de combate de las fuerzas militares y ampliar el control comunista de comunidades campesinas, desde las fronteras hacia el interior del país.

     Y en el orden internacional, las Farc se mueven como pez en el agua mediante ONG´s proclives, terroristas desarmados, propaganda, entrevistas diarias con medios de comunicación de todo el mundo incluido hasta el encopetado New York Times, pertenencia a las células de defensa de la revolución en Venezuela, y nexos claros con los presidentes proterroristas Rafael  Correa, Dilma Roussef, Evo Morales, Daniel Ortega y la dictadura cubana. Para colmo de desgracias las Farc felicitaron a Nicaragua por su habilidad diplomática con el espurio fallo de la CIJ en 2012, que pretende expoliar 75.00 km2 de mar territorial colombiano.

     Por su parte el presidente Santos y la canciller Holguín, no aciertan una sola acción positiva para la política exterior colombiana en el vecindario y la lógica proyección geopolítica colombiana. La razón: Santos está obnubilado con ser Premio Nobel de Paz y en lugar de cumplir con sus funciones, la canciller Holguín está dedicada a satisfacer ese deseo personal de su jefe, a cambio de garantizar una pensión jugosa como ministra y no en otro cargo público con menor salario.

     Por esa razón, las Farc han sacado ventajas para su limitación derivada de esta miopía en hechos claros. Debido a la incapacidad de forzar a Rusia que se retire de Siria y no ayude a las tropas de Bashar Al Assad a masacrar a su pueblo, invitado por Santos el Consejo de Seguridad de la ONU, optó por meter la nariz en el proceso de paz, .

     Igual sucedió con Obama y su reciente viaje a Cuba. El interés prioritario del mandatario estadounidense es que el partido Demócrata no pierda las elecciones frente a Trump. Por eso le dio por viajar a Cuba para felicitar a los dictadores Castro por ayudar a solucionar la “guerra civil” en Colombia, para que en su país los electores elijan la línea pacifista de acuerdos dudosos con Irán de no proliferación nuclear, mirada para otro lado ante la agresividad China por medio de Corea del Norte, el robo de mar a Filipinas, el espionaje en Estados Unidos, etc.

     De repeso, Santos y la canciller Holguín, no han entendido que la Casa Blanca reactivó relaciones con Cuba, con el único fin de impedir que ante el bloqueo gringo de varias décadas, la isla terminara en manos de China. Y en ninguno de esos escenarios Colombia o la paz de Colombia es prioritaria para el partido demócrata, sino una pieza del ajedrez, en el que la no política es la política exterior de los gringos con su vecindario, mas conocido como su patio trasero.

     Tras los bochornosos sucesos en el corregimiento del Conejo, Santos se envalentonó y dispuso el regreso perentorio de los negociadores de las Farc a Cuba, pero los terroristas hicieron caso omiso. Viajaron a Caracas, se reunieron con delegados de Maduro, recibieron millones de dólares entregados por las cuadrillas, y los llevaron en maletas a bordo de aeronaves con símbolos humanitarios, para pagar en Cuba las compras de más armas para dotar sus cuadrillas.

     Antes los traficantes de armas iban a las selvas de Orinoco, del Perú, de Panamá, Venezuela, Brasil o Ecuador, para reunirse con los cabecillas de las Farc, para negociar ventas de armas gracias a intermediarios de los carteles de las drogas. Ahora, llegan a Cuba donde todo delincuente de alto perfil es bien recibido por la dictadura castrista, negocian con Márquez, Granda y Catatumbo y luego envían las armas a las cuadrillas por las fronteras con Nicaragua, Brasil y Ecuador, cuyos gobiernos les ayudan.

     Por esa razón, las Farc y el Eln exigen cese bilateral, zonas despejadas y facilidades para hacer política armada, pues mientras la revolución chavista esté en riesgo, los terroristas colombianos deben estar listos para apoyarla y al mismo tiempo refinándose primero para la toma del poder y segundo para la defensa de la misma cuando estén allá. Por eso necesitan rearmarse y por ende el desarme no existe en sus planes.

4. Inferioridad cualitativa del equipo negociador del gobierno

      En forma inexplicable, y a pesar de los pésimos resultados en la mesa de conversaciones con las Farc en Cuba, debido a la extensa red de apoyo que mueve el Partido Comunista Clandestino, verbigracia la forma como manejaron los puntos de reforma agraria, víctimas y control político, o la manera amañada como han impuesto la agenda, los tiempos, y los ajustes incluido el reciente tema de una nueva hoja de ruta; no se entiende porque el equipo negociador del gobierno no ha hecho un alto en el camino, para revisar lo actuado hasta el momento, sino que continúa anestesiado bajo la presión del ansia del Premio Nobel de Paz para Santos.

      Pero tampoco es un secreto, que en la práctica los delegados del gobierno han sido convidados de piedra en La Habana, que no han desarrollado ninguna iniciativa, que se han dejado imponer el ritmo, que son rehenes de las estratagemas de las Farc, que desconocen el Plan Estratégico, que la arrogancia y la autosuficiencia de De La Calle, Pearl y Jaramillo sumados a la escasez de neuronas y de carácter de Naranjo, Mora y las dos señoras que no conoce casi nadie, tampoco aportan nada para contrarrestar la estrategia de las Farc.

      Para rematar el error, las Farc impusieron la presencia como convidados de piedra de algunos militares activos en la mesa, sin que como ya se anotó la inteligencia estratégica esté en sintonía con el pulso político en La Habana, sin participación activa y profesional de la cancillería y sin que estos fueran los más capacitados para negociar la supuesta desmovilización y el desarme de las Farc.

     Pero la mayor prueba de la ineptitud de la delegación negociadora del gobierno, y de su inferioridad estratégica frente a los curtidos cabecillas de las Farc, es que el periodista Enrique Santos, hermano del presidente, tiene mas voz y mas voto que los mudos que acompañan a De La Calle, cada vez que al presidente le viene en gana hacerlo.

     Es decir, que a la ausencia de seso y carácter para ponerse en su puesto frente a las desbocadas imposiciones de las Farc, a De La Calle y su combo les falta dignidad para hacerse respetar del lado del gobierno, que los utiliza como fichas para satisfacer un capricho personal del presidente Santos, sin importar el daño que le causan al país.

     Una de las preguntas desprendidas de esta realidad sería ¿cuál ha sido la conducta de la prensa al respecto? La respuesta es amplia y tiene muchas aristas, pero se puede aglutinar en la pauta publicitaria, las amistades de algunos de los directores de medios con el gobierno y hasta la aberrante situación de relaciones sentimentales de altos funcionarios oficiales con periodistas con poder de manipulación, o periodistas que “cuidan la cuchara”. Ni más menos.

5.  Congreso de la república inferior al reto.

     Cuarenta meses de imposiciones permanentes de las Farc en la mesa de negociaciones en Cuba y por medio de sus cómplices dentro y fuera del país, son una muestra fehaciente de la incapacidad del Congreso de la República y su reiterada ineptitud para hacer un seguimiento serio y conveniente al país, de lo que se negocia en La Habana.

     Por el contrario los comunistas imponen el ritmo en la comisión de paz del parlamento, y los “enmermelados” amigos de Santos aprueban a pupitrazo limpio, sin raciocinio, sin estudios técnicos, sin consulta a especialistas, sin seguimiento histórico a otros intentos de paz con las Farc y sin consulta a la inteligencia estratégica, sobre cual es la realidad del proceso.

     Por el contrario todo lo que digan las Farc o las intenciones politiqueras del mandatario, son propuestas apoyadas casi por unanimidad, porque es mejor el apaciguamiento y el cínico pacifismo, que la exigencia concreta de la paz con castigo para los criminales.

6.  Diferencia de criterios acerca de la paz.

      Todos los actores implicados en el proceso tienen conceptos excluyentes acerca de la paz. Para el gobierno Santos, es ceder todo lo que pidan los terroristas a cambio del Premio Nobel y la eventual segunda reelección del mandatario, con un congreso “enmermelado”, que dice sí a todo lo que haya que hacer para lograrlo.

     Para el pueblo colombiano, que nunca se ha sentido representado por las Farc, la paz es que los terroristas se desmovilicen, entreguen las armas y purguen condenas reales en la cárcel por los crímenes cometidos. Y para las Farc, la paz solo es posible cuando los comunistas  gobiernen a Colombia y hayan desaparecido, todos sus enemigos de clase. Mientras tanto, están en proceso de guerra revolucionaria para la toma y consolidación del poder.

      En síntesis, cuarenta meses de conversaciones insulsas en La Habana solo han servido a las Farc para legitimarse y aprovechar el rosario de errores político-estratégicos del gobierno Santos, la ineptitud del Congreso, el desconcierto interno de las tropas, la desinformación civil y la falta de periodismo serio, crítico y profundo.

 

Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

www.luisvillamarin.com

Especialista en Geopolítica, Estrategia y Defensa Nacional

El coronel Luis  Alberto Villamarín Pulido es analista de asuntos estratégicos, especialista en geopolítica, estrategia y defensa nacional, temas sobre los cuales ha escrito y publicado 26 libros. Para leer algunos de los libros escritos por el coronel Villamarín haga click aquí

 

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