Análisis del conflicto colombiano
A diario aparecen en los medios de comunicación conceptos y variados puntos de vista relacionados con las probables razones por las cuales ha sido imposible para la administración Santos concretar el inició de una mesa de conversaciones en busca de la paz con el Eln. Y a fuerza de tanto repetir suposiciones, los colombianos parecemos estar agotados con el tema,por ende la indiferencia prima sobre la sindéresis.
Con base en la experiencia que da haber combatido y estudiado por cuatro décadas a este grupo terrorista, con el que más veces han intentado diferentes gobiernos cristalizar algún acuerdo de paz, no es aventurado concluir que hay razones geopolíticas, político-estratégicas, táctico-políticas, operacionales y coyunturales que en esta ocasión también empantanarían cualquier avance serio en las conversaciones.
1.Razones geopolíticas:
Desde siempre el Eln ha sostenido y se ha aferrado al argumento de la continentalidad de la lucha y la implantación de la versión cristiana extremista del marxismo-leninismo, con el fin de formar hombres nuevos con base en la teología de la liberación, para lo cual cuentan con una extensa red clandestina de sacerdotes, monjas, laicos y comunidades eclesiales de base y bases revolucionarias de masas, incrustadas de manera subrepticia dentro la iglesia católica con ramificaciones en Latinoamérica y Europa. Este es un secreto organizativo y operacional muy bien manejado y disimulado por los elenos.
Debido a la inmersión en narcotráfico y actos terroristas contra multinacionales, el Eln está incluido en la lista de terroristas por el Departamento de Estado en Washington. Los cabecillas del grupo saben que el gobierno de Trump no les va a quitar el rótulo de terroristas y que si ellos hacen algún acuerdo con el gobierno Santos, algo casi improbable, de inmediato el magnate estadounidense ordenará que sean capturados y llevados ante las cortes federales a responder por sus crímenes.
La inestabilidad y cada día más compleja continuidad de su cómplice Nicolás Maduro en el gobierno de Venezuela, infiere serias dudas para que los cabecillas del Eln ingresen a la política legal, pues no tendrían ningún soporte extranjero desde Caracas. Además, tanto el Eln como las Farc hacen parte del “bolivarianismo chavista”, y si Maduro cae, se podría desatar una guerra civil en Venezuela, en la que obviamente elenos y farianos deben acudir al llamado de solidaridad continental para apoyar a su cómplice Maduro.
Debido a la precaria situación política en Venezuela, las Farc intercedieron por el Eln ante su cómplice Rafael Correa, para que prestara el territorio ecuatoriano con el propósito de realizar allí el show mediático de las conversaciones, pues a tres bandas Farc, Correa y el Eln, saben que no se debe ni se puede, concretar todavía nada, porque vienen las elecciones presidenciales y si gana la oposición ecuatoriana, ni el Eln ni las Farc contarían con la marcada complicidad del partido Alianza País de Correa, enclaustrado en cargos sensibles de la burocracia ecuatoriana. Total deben esperar a ver como evolucionan los acontecimientos en Quito y quien llega al palacio de Carondelet.
Para los comunistas latinoamericanos orientados por el Foro de Sao Paulo, es muy importante sostener la vigencia de la guerra de guerrillas en un escenario geoestratégico como Colombia, apetecido por los proyectos totalitarios sobre el continente, apadrinados desde hace décadas por la dictadura cubana. Para los comunistas no importa la pérdida de vigencia de sus ideales, pues desde su óptica el actual es un periodo de crisis que pasará pronto porque el socialismo totalitario es una opción válida, máxime que el Eln cuenta con la línea ideológica que “tiran” desde el Comando Central (Coce) y las comunidades eclesiales de base, los religiosos apoltronados en la Teología y de la Liberación y la lucha armada del cristianismo comunista.
2. Razones político-estratégicas
El Eln no llegó casualmente a la mesa de conversaciones con el gobierno Santos. Si se revisan los hechos, se evidencia que hubo una larga intromisión de Maduro, las Farc y la dictadura cubana, con citas clandestinas y abiertas de los cabecillas de las dos agrupaciones terroristas en Caracas y La Habana. A finales de 2014, Farc y Eln pactaron la resurrección de la coordinadora guerrillera, e inclusive desde entonces en las cárceles, los terroristas detenidos que militan en ambas agrupaciones, hablan de la unidad para “negociar la paz” hasta imponer a la oligarquía el socialismo de la revolución bolivariana.
Otro indicio de esta realidad es que el terrorista Felipe Torres, quien estaba detenido por crímenes de lesa humanidad, fue liberado por orden de Santos dizque para aclimatar las conversaciones de paz con el Eln, cuando la realidad es que los demás cabecillas lo necesitan a su lado para refinar las estratagemas de engaño en las conversaciones. E inclusive cuando todavía no se había firmado nada con las Farc, este sujeto propuso que a los cabecillas de ese grupo, se les dieran grados militares equivalentes a los que utilizan los militares de carrera.
No es gratuito que de buenas a primeras, un terrorista de alto nivel en el Eln abogue por las Farc. Para hacerlo debe tener intereses muy valiosos para los dos grupos .
De lo anterior se infiere que el Eln actúa en consonancia con las Farc, que hay un acuerdo preplaneado y coordinado para meter un caballo de Troya a Colombia, consistente en que las Farc apoyan y delinquen a nombre del Eln, les permiten actuar en áreas de su dominio y los cobijan con el argumento que como hay un cese bilateral de Santos con las Farc. Así, las Fuerzas Militares no pueden entrar a sus santuarios disfrazados de áreas de construcción de paz dentro de las Zonas de Reserva Campesina, que coinciden con los feudos de presencia coactiva de las Farc.
Mientras el Eln cumple la tarea de dilatar las conversaciones orquestada con las Farc , desde rincones simultáneos los dos grupos terroristas y sus cómplices en la legalidad incrustados en “organizaciones sociales”, cuerpos colegiados, sindicatos, es decir integrantes del Movimiento Bolivariano Clandestino y el Partido Comunista Clandestino, y comunidades eclesiales de base del Eln, persisten en la necesidad del cese bilateral con el Eln.
El objetivo político estratégico de las Farc es claro y para lograrlo utiliza el Eln. Mientras toda esa catarata de propaganda presiona las inexistentes bondades de ese cese bilateral de fuego con el Eln, las áreas base de las cuadrillas de las Farc se mantienen intactas, se multiplican los cordones de milicias bolivarianas organizando a las comunidades campesinas en soviets armados, y las cuadrillas concentradas no en una casa verde de los 80 sino en 20 casa verdes del 2017, seguirán inventando disculpas para no deponer las armas, en procura de fatigar el tiempo que le queda a Santos, para comprometer al próximo gobierno en “la transición”, y por ende sus cuadrillas siguen armadas, porque como quedó claro en la declaración de Iván Márquez a finales de 2014, lo que ellos buscan es un armisticio para continuar en la lucha por la toma del poder.
Aquí surgen dos elementos claves y claros. El Eln negocia para hacer diplomacia guerrillera que les permita saltos cualitativos. La entrega de armas no es parte de su plan estratégico llamado vuelo de Águila. Y las Farc negocian la paz como un objetivo intermedio de la guerra y de la lucha de clases. No negocian para renunciar al marxismo-leninismo, ni para integrarse a la oligarquía. Lo malo del asunto es muchas personas con poder decisorio en los estamentos nacionales y de poder central, no lo captan en su verdadera dimensión.
3. Razones táctico-políticas
Con la complicidad de Nicolás Maduro desde Venezuela y de Rafael Correa desde Quito, el Eln ha logrado mantener vigente la idea de su existencia como fuerza desestabilizadora del orden y con capacidad de imponer condiciones al gobierno colombiano. Así el socialismo castro-chavista tendrá ases importantes para jugar en otros escenarios mientras alivia las tensiones derivadas de la incompetencia gubernamental de Maduro.
La actual cercanía de las Farc con el Eln ha dado a las cuadrillas elenas, posibilidades de intercambiar experiencias en los métodos político-organizativos de las bases campesinas, sistemas de milicias, militancia clandestina, acciones armadas, entrenamiento militar y procedimientos impositivos en las rondas de conversaciones con los siempre impreparados negociadores gubernamentales.
Dilatar el inicio de las conversaciones, mediante la trama de no liberar a Odín Sánchez si el Estado no libera a dos terrroistas sindicados de crímenes de lesa humanidad, es una estratagema coordinada por los dos grupos terroristas, pues al estilo impuesto por Tirofijo, si Santos dice que no pierde, y si dice que si también pierde. Al mismo tiempo, el tema recurrente de los elenos para empezar a conversar, será el cese bilateral con ellos y el retiro de las tropas de todas las áreas, tal como lo imponen las Farc.
4. Razones operacionales y coyunturales.
Debido a que el Eln no cuenta con una fuerza suficiente para confrontar contra el Ejército, y si no lo hace, pierde presencia en el escenario político, tener apoyo armado y geográfico de las Farc, es una ventajosa situación coyuntural que no se puede dejar de lado, pues les permite posicionamiento político internacional.
Los cabecillas del Eln y sus cómplices en Caracas y Quito saben de sobra que negociar con Santos es un tema coyuntural, pues este se va del cargo en 2018, por eso no hay afán para deponer las armas ni renunciar a la lucha armada, ni a los objetivos concretos previstos en sus planes estratégicos. Lo mas rentable para los dos grupos terroristas, será mostrar voluntad de paz y deseo permanente de conversar acerca de las causas que originaron el conflicto acompasados con bailarines de la ONU y mandatarios europeos pantalleros, mientras los cómplices, los enmermelados y los idiotas útiles les hacen el trabajo político-jurídico de debilitar a la odiada institucionalidad, aquella que ha impedido a los terroristas concretar sus proyectos revolucionarios.
Por estas razones y otras de conveniencia estratégica, difícilmente el Eln concretará algún acuerdo verificable y medible con la administración Santos… Y las Farc seguirán el metodológico desarrollo de su plan estratégico. No hay peor ciego que quien no quiere ver.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Especialista en Defensa Nacional, Geopolítica y Estrategia
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