Análisis del conflicto colombiano
Poco antes de la conferencia de Yalta, Franklin D. Roosevelt reclamó a Stalin de la implantación unilateral de un gobierno bolchevique al mando de un tal Bulganin en la ciudad polaca de Lublin, recién liberada por los soviéticos de la ocupación alemana. El tema fue tratado en Yalta, pero con marrullas propias de los comunistas, Stalin adujo y firmó que el Kremlin no influiría más en Lublin.
Conocido lo acordado en la conferencia de Yalta, Bulganin corrió presuroso hasta Moscú para preguntarle a Stalin, cuál sería el nuevo curso de acción para la implantación del comunismo en Polonia, dado el recién compromiso de neutralidad firmado por la Unión Soviética. Con el mayor cinismo, Stalin respondió que lo firmado en Yalta ya no tenía valor, pues ante todo la Unión Soviética necesitaba asegurar una zona de seguridad en Europa Oriental integrada por Polonia, Rumania, Checoslovaquia, Hungría, Bulgaria y hasta los Balcanes capitaneados por el disidente mariscal Tito. Con el paso del tiempo, Stalin se salió con la suya, pero claro, todo eso a nombre de la paz…
Tal parece que lo acordado ayer entre los delegados de Santos y las Farc en Cuba, tiene una carga de engaño, mentiras y veneno similar a la firma de Yalta entre capitalistas y comunistas. Los hechos son claros:
1. Presionados por la derrota en el plebiscito, que no es un empate como repite con estupidez funcional el senador Benedetti, sino la voluntad política de los colombianos, que nada de lo acordado en Cuba es valedero y que los terroristas con todos sus cómplices deben responder por la barbarie comunista contra Colombia; tanto las Farc como Santos recurrieron a la estratagema de desconocer la voluntad popular y con argucias premeditadas, maquillaron el espurio acuerdo de 297 páginas para seguir en más de lo mismo.
2. Para el efecto, Santos se dedicó a hacer auto-publicidad diaria en la televisión para que de manera exprés, se firmara una nueva farsa en Cuba. Y los voceros del No en particular Martha Lucía Ramírez y Andrés Pastrana se dedicaron a hacer politiquería con el tema en pos de futuras ambiciones políticas personales. Mientras tanto mamertos financiados por las Farc y de pronto con fondos oficiales, utilizan idiotas funcionales en marchas y “campamentos de paz” para exigir acuerdos inmediatos de paz, que obviamente favorezcan a los bandidos de todas las pelambres y afecten a Colombia.
3. Los discursos de De la Calle, Iván Márquez y Santos, tienen mucho de emocional y muy poco de racional. Los anuncios de cambios en los textos iniciales suenan atractivos pero están cargados de engaño como sucedió con la “buena voluntad de paz de Stalin en Yalta”, con la circunstancia agravante que no se van a cumplir, pues los intereses estratégicos de las Farc apuntan al reconocimiento como fuerza beligerante, al apoyo irrestricto a la dictadura venezolana y al desarrollo metodológico y progresivo de su plan estratégico articulado con las intenciones comunistas en el continente de la dictadura cubana.
4. En ninguno de los apartes anunciados ayer en Cuba se concreta la entrega de las armas, sino que el tema sigue en el limbo. Las Farc no han cambiado de opinión. Nadie se las dio, por ende no las entregan. Además son la única garantía que tienen para visibilizarse, pues sin armas las Farc y sus cómplices son ceros a la izquierda, con muy poca o ninguna incidencia política en Colombia.
5. En el pacto Santos-Timochenco firmado con bombos y platillos en La Habana el 23 de junio de 2016, quedó escrito que las Farc se desarmarán cuando se firme la paz definitiva no cuando se firme el acuerdo de terminación del conflicto. Prueba de ello es que Catatumbo y Santrich han reiterado que los terroristas se concentrarán para entregar las armas cuando tengan la amnistía en la mano, y cuando el gobierno les haya cumplido todas las imposiciones en las zonas liberadas al estilo soviet: Donde mandan los campesinos ideologizados y no las leyes colombianas. En esencia una pantomima de cumplimiento de lo pactado, al estilo de Stalin en Lublin Polonia, después de la Conferencia de Yalta.
6. Por otra parte, no es un secreto ni para Santos ni para la inteligencia militar colombiana, por ende tampoco es secreto para la CIA, que la conducta violenta e impositiva del Eln, frente a la iniciación de las conversaciones de paz con Santos, obedece a un acuerdo preconcertado con las Farc, con base en la continentalidad de la lucha apadrinada por el Foro de Sao Paulo y el plan eleno Vuelo de Águila equivalente al plan estratégico de las Farc. Inclusive hasta una banda criminal remanente del Epl en la zona del Catatumbo apoyada por las Farc, está buscando connotación política para dilatar y dilatar las conversaciones.
7. Las Farc saben de antemano que el uribismo y los demás voceros del No se seguirán oponiendo a la participación política sin condena y cárcel efectiva para los cabecillas, entonces seguirán en el mismo juego con el cuento que están dispuestos siempre a dialogar por una paz duradera y estable al estilo comunista, es decir cuando ellos no tengan contradictores y gobiernen a sus anchas. Mientras tanto, que el enemigo de clase se desgrane por dentro.
8. Las Farc no necesitan curules directas en el congreso ni se someterán por ahora a votaciones para esos cargos con sus cabecillas, pues ya tienen representantes que son miembros del Partido Comunista Clandestino y aparentan pertenecer a otras colectividades, que como dice la Biblia por sus hechos los conoceréis. He ahí la guerra revolucionaria marxista-leninista en toda su extensión.
9. Debido a la victoria de Donald Trump en Estados Unidos, las Farc no se van a desmovilizar, ni sus cabecillas van a ocupar curules o cargos públicos, pues saben de antemano que el magnate-presidente ordena capturarlos donde estén y sin importar el cargo oficial que ocupen.
10. Mientras el desacreditado gobierno de Maduro esté vigente en Venezuela y no se haya decidido la suerte venidera de la revolución chavista, las Farc no van a deponer las armas, porque las necesitan para ir a apoyar a su cómplice, en caso de que se desate una guerra civil en Venezuela.
11. Que la ONU haya visitado más de dos docenas de sitios de concentración, donde supuestamente se concentrarán los terroristas y que exista un acuerdo de dejar las armas en un plazo de seis meses; al estilo Stalin después de Yalta, eso no significa para las Farc que esos tiempos inicien a ser efectivos a partir de esta semana, sino cuando se haya firmado la paz definitiva, es decir cuando hayan cristalizado el listado de imposiciones al gobierno Santos, que para entonces, ya no estará en la Casa de Nariño para ver y responder por la cantidad de errores político-estratégicos cometidos.
12. No obstante que la ONU esté ahí y que los cabecillas de las Farc tengan contacto con esa instancia internacional mientras el presidente Santos argumenta que con la ONU tendrá seriedad el proceso, las Farc están ganando tiempo para continuar su guerra por la paz comunista, buscar el estatus de beligerancia y engatusar al pueblo colombiano con el cuento que se debe firmar lo que sea y lo más pronto posible.
13. Las Farc son conscientes, que el salto al vacío dado por Santos De La Calle y sus mudos negociadores, implica el obvio renacimiento de grupos de justicia privada, que auspiciados por quienes vean afectadas sus enormes riquezas reaccionarán con violencia e impedirán que en sus zonas de dominio tradicional surjan experimentos de organización comunitaria marxista-leninista con el veneno de la lucha de clases y la continuidad de la violencia revolucionaria marxista-leninista.
14. Todo parece indicar que las zonas de concentración de las Farc serían el equivalente a la Cárcel de la Catedral o la zona despejada del Caguán, donde con la venia del gobierno colombiano, los delincuentes pueden hacer todo lo que les venga en gana, sin renunciar a sus proyectos políticos y criminales ni responder por las atrocidades cometidas.
15. En los dos acuerdos de terminación del conflicto, no de paz como alegremente dicen Santos y su secuaces quienes además los califican de ser los más perfectos posibles y hasta se inventan que son modelo mundial de alta jurisprudencia para resolver conflictos armados internos; no hay una sola frase que indique la responsabilidad penal, política e histórica del Partido Comunista gestor y promotor del terrorismo ejecutado por las Farc. Tampoco se menciona la responsabilidad de las Farc en la minería ilegal, sus verdaderas riquezas y lo que es peor, tampoco se cita la responsabilidad penal de los integrantes del partido comunista clandestino, el movimiento bolivariano clandestino, las milicias bolivarianas y la relación con los gobiernos proterroristas de Venezuela, Ecuador, Brasil de Lula y Dilma, Nicaragua y Argentina de los Kirchner.
16. Que el mundo entero los cuestione por engatusar, no será problema, pues los terroristas de las Farc ya están acostumbrados a que esto suceda y también acostumbraron al mundo a invocar la paz, ser defensores a ultranza de la paz y “víctimas del conflicto”
17. Todo lo anterior indica que las Farc buscarán otra conferencia guerrillera, seguirán pidiendo la amnistía para dejar las armas, no se desarmarán, prolongarán las conversaciones hasta comprometer al nuevo gobierno en el 2018, probablemente inventaran incidentes que demoren las cosas, seguirán construyendo su proceso revolucionario, Santos se irá de la presidencia con un inmerecido Premio Nobel y Colombia se quedará con la guerra y con los estultos de siempre que como marionetas se dejan engatusar por los pacifistas y los cómplices de las Farc.
18. Al estilo de Stalin después de Yalta, las Farc dirán que lo acordado no tiene validez porque su presencia armada en las zonas que el gobierno les conceda es una necesidad básica para garantizar el cumplimiento del acuerdo entre dos partes iguales, como estúpidamente los ha tratado el gobierno con el coro de los cómplices de ambos lados. E
Eso indica que no hay ningún nuevo acuerdo de paz, sino una nueva versión maquillada del pacto Santos-Farc para la terminación del conflicto, que mientras no haya entrega de armas y desarticulación funcional del grupo terrorista no hay nada, y que para colmo de males las Farc siguen manejando la agenda, los tiempos y los objetivos de las conversaciones, gracias a la improvisación permanente, vanidad y afán publicitario de Juan Manuel Santos, con la complicidad de un congreso inferior a su responsabilidad.
Lo demás son ilusiones y pensar con el deseo de paz genuino, mientras para las Farc, paz significa el triunfo de su revolución comunista y la imposición de una dictadura marxista-leninista, para la cual el fin justifica los medios, entonces si hay que firmar maquillajes a un primer acuerdo que era inamovible lo hacen, y si hay que hablar con la ONU lo hacen, pero las armas siguen en su poder pues se trata de un armisticio que les da estatus de beligerancia. Ni más ni menos.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Especialista en Defensa Nacional, Geopolítica y Estrategia
El coronel Luis Alberto Villamarín Pulido es analista de asuntos estratégicos, especialista en geopolítica, estrategia y defensa nacional, temas sobre los cuales ha escrito y publicado 31 libros y analista permanente de CNN en español. Para leer algunos de los libros escritos por el coronel Villamarín haga click aquí